lunes, enero 17, 2011

Tierra del Fuego aislada por piquetes


A raíz de cortes de rutas en lugares estratégicos por parte de pobladores que protestan contra un aumento de 17% en la tarifa del gas, unos 3.000 argentinos (según las últimas noticias) quedaron "varados" en la región chilena de Magallanes. Para quienes hace tiempo que no miran un mapa de esas latitudes, diré que para viajar entre las provincias argentinas de Santa Cruz y Tierra del Fuego, es necesario atravesar territorio chileno tanto en el continente como en la isla, dado que ambas costas del estrecho de Magallanes pertenecen al país hermano. Por supuesto, ello implica además llevar a cabo el cruce de ese canal mediante el servicio de transbordadores, optando entre el de la Primera Angostura (con buen tiempo, esta travesía demora unos 20 minutos)  y el que une la capital regional,  Punta Arenas, con la pequeña  localidad fuegina de Porvenir (tardando en este caso algo menos de dos horas, salvo inclemencia climática).

La situación da pie a varios comentarios. El primero que se me ocurre es el derivado de la actitud de la cancillería de nuestro país, reclamando a las autoridades chilenas que "arbitren los medios para el restablecimiento del acceso y la salida de la isla", así como "el desbloqueo de todos los pasos cerrados a los automóviles, camiones y personas". Vale recordar -aunque parezca obvio- que Gualeguaychú está en la Argentina, que el bloqueo de sus pobladores al paso fronterizo con Uruguay provocó durante años grandes dificultades al tránsito de personas, vehículos y mercaderías, y que el actual es el mismo gobierno que tensó a extremos inconcebibles la relación con ese país por su cerrada negativa a arbitrar los medios para restablecer el flujo.

Otra faceta es la que podríamos denominar económica y política. Sucede que el gobierno de Sebastián Piñera decidió desmontar el subsidio al consumo de gas para la región magallánica, lo que provocó el incremento en el precio del combustible y las consecuentes protestas de los habitantes. El caso no es comparable, por su relativa magnitud,  con la enmarañada trama de subsidios que el kirchnerismo ha tejido durante su gestión, y sin embargo se ha convertido en un problema muy serio para las autoridades trasandinas. Tanto, que remite a las protestas que hace poco acaecieron en Bolivia cuando el presidente Evo Morales, quizá debido a un súbito ataque de neoliberalismo, también intentó  acabar con los subsidios a los hidrocarburos. La queja popular fue de tal gravedad que el ex dirigente cocalero, presuntamente medicado con renovadas dosis de bolivarianismo, a los pocos días dió marcha atrás a su medida. La moraleja es clara: toda política de control de precios (como lo es un mecanismo de subsidios) puede en determinado momento toparse con "el dilema del día después". Veremos cómo les va con este tema durante los próximos meses a Piñera y Morales, pero lo más interesante (o entretenido)  para nosotros será cuando aquí llegue el momento de revisar los subsidios al transporte.

Por último, una cita al "componente argentino" de este episodio. Después de varios días de interrupción del tránsito, las autoridades de la provincia de Tierra del Fuego recomendaron  a la población no trasladarse a la zona. No obstante, el domingo pasado unos 1.400 fueguinos en plan vacacional lo hicieron, y una vez en el lugar, como era de esperar, se mostraron indignadísimos, negándose a regresar. Fueguinos y argentinos, hasta la médula...

La imagen es de Perfil.com

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