martes, junio 30, 2009

Negar la realidad


Perder es un asunto complicado. "Hay que saber perder", te advierten mientras vos masticás la bronca. A cualquiera le pasa; algunos la toman con mayor dramatismo que otros, pero a nadie le resbala la derrota.

Nunca actué en política, aunque supongo que el sentimiento será parecido al que te invade cuando perdés un partido de fútbol, salvando las distancias.

Le pasó a Hermes Binner, el gobernador de Santa Fe, quien tras la derrota de su candidato a senador a manos del ex gobernador Reutemann fue consultado acerca de los motivos a los que atribuía ese resultado. "No lo puedo dilucidar", dijo y agregó, "es como un síndrome de Estocolmo" haciendo un paralelo de la relación entre el electorado de su provincia y Reutemann vis a vis la dependencia afectiva que la víctima de un secuestro suele terminar desarrollando con su secuestrador. Después pidió disculpas por esa falta de respeto a la voluntad popular, muy poco elegante en un socialista.

Le pasó a Néstor Kirchner cuando tuvo que salir a aceptar su debacle en la madrugada del lunes 30: el gesto transido de dolor era inocultable. Dijo lo esperable, aunque a uno le asaltaran justificadas dudas sobre su sinceridad, y se fue a lamer sus heridas.

Pero lo de la presidentae en la conferencia de prensa de ayer fue en verdad lamentable. Con ese tonito de despectiva superioridad que le brota por los poros a través de la gruesa capa de maquillaje, se propuso negar la realidad mediante el uso de una batería de argumentos a cual más endeble. Poco faltó para que dijera que "el modelo" había sido convalidado. Si hasta se permitió enfatizar el triunfo en "su lugar en el mundo"...

No es que sus palabras importen demasiado, porque desde hace tiempo los argentinos sabemos que se trata de una figura decorativa en términos de poder real, pero no dejan de preocupar porque reflejan el microclima del reducidísimo núcleo duro del gobierno (Néstor, el "Chino" Zanini).

Más tarde, su consorte aplicó otra vuelta de tuerca, cuando tras anunciar su renuncia a la presidencia del Partido Jusiticialista, ordenó públicamente a Daniel Scioli que no asumiera la banca que había ganado y se hiciera cargo del cargo que él estaba dejando vacante.

¿Dónde terminará este episodio? Creo que las cosas van a ponerse entretenidas en los próximos días.

(La foto es de Perfil.com)

lunes, junio 29, 2009

El día después


La lectura primaria de los resultados de la elección general de ayer me devuelve una imagen positiva. La votación ha determinado una durísima derrota para un personaje oscuro y limitado, cuyas únicas dotes comprobables se relacionan con la picardía (en el sentido más peyorativo del término: léase "picardía criolla") para tratar de disfrazar con un discurso nac&pop su proyecto de cuño putiniano, lo cual fue comentado meses atrás en P & M.

La tosca incompetencia de Kirchner queda expuesta en toda su magnitud si se tiene en cuenta que la derrota de la que fue único mariscal de campo, sobreviene tras una fase expansiva del ciclo económico que su gobierno se empeñó en desperdiciar, hasta ratificar el pronóstico de Jorge Asís y chocar la calesita. De nada le valió la maraña de artilugios, falsedades, chicanas y maniobras de diversa índole para evitar una caída estrepitosa, en la que arrastra no sólo a sus secuaces más conspicuos, sino también a un variopinto grupo de intelectuales, encuestadores y pseudoperiodistas. Sus dislates en materia económica se sumaron a los errores políticos, enlazados en pos de consolidar una hegemonía que iba en camino de replicar a la que implantó en su provincia de origen; curiosamente, o no tanto, en esta elección el kirchnerismo también ha perdido en Santa Cruz.

Atrás queda el simulacro de keynesianismo con que, como decía al principio, trató de maquillar la serie de operaciones cuasimafiosas instrumentadas para apropiarse (por vía directa o a través de personeros) de recursos, activos y empresas. En poco tiempo, es posible (deseable) que sus principales preocupaciones se refieran a presentes y futuras causas judiciales, para eludir las cuales todavía puede acudir a resortes que ha venido instalando con previsión digna de mejores objetivos.

Pero también es posible una segunda mirada de la elección, que no resulta tan refrescante: es la que se posa sobre el paisaje gris de la oposición política, casi tan carente de propuestas como el oficialismo. Tanto el llamado peronismo disidente (¿será cierto que lo es?) en sus distintas vertientes como la alianza de radicales y ex-aristas fueron incapaces de sustraerse al influjo de una campaña basada en personalismos, agresiones y golpes de efecto. Que un programa humorístico (por llamarlo de alguna manera) de televisión haya sustituido a la tribuna política es toda una demostración del ruinoso estado en que se encuentra lo que los politólogos llaman "opinión pública". De hecho, es probable que la masiva repercusión de "Gran Cuñado" le haya servido al hasta hace unos meses semidesconocido Francisco de Narváez como trampolín para el éxito.

No hubo nada parecido a planteos que, excediendo el mero plano retórico, se ocuparan de la calidad institucional, las patéticas carencias de la educación y la salud públicas, o la indefensión ante el crecimiento del delito en todos los niveles (desde el arrebato callejero a un jubilado hasta la producción de cocaína, con ejecuciones a manos de sicarios incluidas).

Por otro lado, reaparecieron los reclamos por un estatismo que no puede terminar de un modo demasiado diferente a como terminó en los ochentas. Cuando escucho a Solanas (no es el único) vinculando a las empresas del Estado con un difuso "patrimonio nacional" que habría que defender, me pregunto dónde vivió este hombre en los últimos treinta o cuarenta años, y me contesto que difícilmente en la Argentina, donde esas empresas -petroleras, de electricidad, de transporte, telefónicas y de otros rubros "estratégicos"- eran verdaderos monumentos a la ineficiencia y el desprecio a sus clientes, al par que devoradoras insaciables de fondos públicos y generadoras de jugosos negociados para abogadillos y amigos del poder.

Este discurso, digamos, neoestatista es recibido con beneplácito por una población que dice descreer de todos los políticos y, pese a ello, está dispuesta a confiarles la asignación de los recursos productivos de la economía suponiendo con ingenuidad que, esta vez sí, la cosa va a funcionar.

Pero, más allá de estas elucubraciones, confieso que ver el rostro demudado que el candidato derrotado tenía en la madrugada de ayer cuando admitió la derrota ha sido para mí como una bocanada de aire puro, que espero volver a sentir más tarde cuando vea la conferencia de prensa que ha anunciado la Presidente.

La imagen es de Clarín.

sábado, junio 20, 2009

Belgrano


Hoy es el Día de la Bandera, ya que se conmemora otro aniversario del fallecimiento de su creador Manuel Belgrano (1770-1820), una de las escasas figuras políticas argentinas que merecen -largamente- el calificativo de prócer.

En realidad, tendría que haber escrito "se conmemoraría", porque en nuestro país las efemérides se trasladan, cual mueble que hay que acomodar según la conveniencia, a cualquier otro día, empalmándolas a un fin de semana con objetivos de promoción turística. Así, el feriado se cumplió el pasado lunes 15 y casi nadie recordó de qué se trataba: entre las "escapaditas" paseanderas y los chisporroteos de la campaña electoral, incluidos los avatares del "Gran Cuñado", pocos nos detuvimos a pensar en su siginificado.

La figura de Belgrano siempre me ha suscitado gran admiración. No sólo por la "corrección política" de haber nacido en un hogar rico para morir en la más absoluta pobreza, sino por la abnegación y determinación con que asumió las responsabilidades ante las que lo puso el turbulento acontecer político de su época.

Su actuación como Secretario del Consulado de Buenos Aires, un organismo creado por la corona española que agrupaba a los comerciantes beneficiarios del sistema monopólico de entonces, fue notable. Las Memorias del Consulado redactadas por Belgrano fueron, en ese contexto, revolucionarias, al promover lo que hoy llamaríamos el desarrollo agrícola sustentable, promocionar la industria y el libre comercio e impulsar la educación como palanca central en la búsqueda de una mejora en las condiciones de vida de la población. Algunas de esas ideas las pudo poner en práctica luego, durante su actuación como funcionario de los primeros gobiernos autónomos.

P & M simplemente recuerda aquí a este gran hombre, que además fue el primer economista argentino.

Link: Grandes economistas - Manuel Belgrano

jueves, junio 18, 2009

De izquierdas y derechas


En materia de ideologías aplicadas a la política, tiendo a compartir la concepción del precandidato presidencial uruguayo, José Mugica, en una reciente nota publicada por Perfil.com: "Para tomar las decisiones que de verdad tienen consecuencias sobre la vida de la gente, dice allí el ex tupamaro convertido en político, la ideología no te sirve casi para nada. Lo que te sirve es poner a tomar las decisiones a gente inteligente y de buena fe".

No obstante, cuando escucho a los intelectuales de izquierda que apoyan al kirchnerismo, la mayoría de ellos reunidos en el grupo Carta Abierta, me pregunto de qué están hablando. ¿En serio pensarán que los miembros del actual gobierno basan su accionar en aspectos ideológicos?

¿Puede creerse que para esta gente cultivada, actualizada e informada, no existan -digamos- las valijas venezolanas, el caso Skanska, la compra-venta de tierras fiscales a precios irrisorios en el feudo de El Calafate, las aventuras de De Vido o Jaime, los avances sobre la propiedad de empresas privadas en favor de "empresarios amigos", el accionar violento y provocador del "dirigente social" Luis D'Elía, etc., etc., etc.? Yo no creo en esa supuesta inocencia, y a esta altura, tampoco me preocupa encontrar una explicación a tal actitud.

domingo, junio 14, 2009

Muchas gracias (por nada)


Hilda Molina ha ocupado las primeras planas de los diarios este fin de semana, desde el momento en que el gobierno cubano decidió autorizarla a viajar a la Argentina por un plazo de tres meses, prorrogable a once.

Pongamos las cosas en perspectiva: se trata, apenas, del viaje de una persona que en el país donde reside no tiene causas judiciales pendientes ni ha sido acusada de ningún delito. Alguien que desde hace varios años quería visitar a su único hijo y conocer a sus nietos, todos residentes aquí, al igual que su anciana madre a la que pretende acompañar en el tramo final de su vida.

Imagínese el lector en una situación parecida: necesita viajar a otro país por cuestiones familiares y dispone de los recursos necesarios, pero no puede hacerlo porque carece de "autorización". No es Ud. un delincuente ni adeuda condena alguna, pero el gobierno no le permite moverse.

Lo farsesco del asunto no termina ahí. La familia de Molina ha sido recibida por la Presidente Crstina Fernández, para tomarse la consabida fotografía, porque sin duda el espisodio es valorado por el oficialismo -en el marco de la campaña electoral en curso- como algo que le suma puntos.

Hilda Molina fue, a partir de sus méritos científicos, una funcionaria de alta jerarquía en la estructura del régimen cubano, hasta que -como tantos otros- cayó en desgracia. Desde entonces no se le había permitido viajar, hasta ahora, porque "su cerebro pertenece al pueblo cubano" (sic). Afortunadamente para ella, las autoridades isleñas le han permitido trasladarse sin retenerle ese objeto del patrimonio nacional y revolucionario.

(La imagen pertenece a Perfil.com)

jueves, junio 11, 2009

Mejoramos y perdimos


Terminó el primer tiempo del partido contra Ecuador y, mientras preparaba unos mates en la cocina de mi casa, me dije que lo mejor que podíamos esperar era que no se cumpliera uno de esos axiomas en los que todo futbolero cree con fe inamovible. Ese que dice "Los goles errados en el arco contrario, los lamentarás en el propio".

Pensaba, claro, en las tres oportunidades dilapidadas en esos primeros cuarenta y cinco minutos. En el segundo tiempo el asunto volvió a mi mente cuando Gago falló de modo increíble otra definición. Ya era demasiado. El apotegma no podía menos que verificarse, y así fue.

Para colmo, la tortilla se dio vuelta en los últimos veinte minutos de juego, justo el tramo del partido que los expertos habían identificado -con fundamentos estadísticos, es cierto- como aquél en que los efectos de la altura de Quito comenzarían a sentirse en los pulmones y las piernas de los visitantes. Verdad relativa, como todas las relacionadas con este juego, ya que Argentina estuvo muy cerca de producir una goleada ante un rival que hasta el momento del primer gol, no le había provocado demasiada zozobra a Andújar.

Esta vez el DT volvió al planteo 4-4-2 y desplegó con acierto la táctica de mantener al equipo "corto", lo cual funcionó bastante bien. La última línea y la del medio sincronizaron siempre los movimientos (el debutante Otamendi, tras alguna duda inicial, se mostró muy sólido), mientras que Messi y Tévez se encontraban con frecuencia para sacar contragolpes. Enseguida tuvo una Carlitos, tapada por el arquero, y al rato se lo perdió la Pulga por milímetros. Por la media hora, otro buen avance terminó en un penal marrado por Tévez. Ecuador recién se había arrimado al arco a los 21 minutos, con un tiro desde el borde del área de Montero, a quien luego Zanetti anuló por el resto del juego.

En el segundo tiempo el desarrollo fue parecido, pero poco a poco nos fuimos metiendo atrás y resignando la posibilidad del contraataque. Los delanteros y los volantes tenían menos nafta en los tanques, y quizá los cambios deberían haberse hecho un poco antes. Pese a ello, el rival amenazaba sin concretar, hasta que un blooper de Zanetti le posibilitó a Ayoví conectar ese zapatazo fenomenal. Después ya no hubo energías ni tiempo para revertir la situación.

El fútbol es tan atractivo, entre muchos motivos, por su imprevisibilidad. Argentina mejoró bastante tras su inmerecido triunfo ante Colombia, y sin embargo esta vez perdió sin merecerlo.

Los rendimientos individuales fueron en general buenos. Heinze, tal vez espoleado por las duras críticas de P & M, generó dos avances argentinos que por poco no terminaron en gol. Gago y Battaglia quitaron, taparon y distribuyeron con criterio. El único que queda en deuda, para mi, es Messi, que no termina de redondear con la celeste y blanca una actuación como la que se espera de él.

Ahora vienen partidos muy difíciles, contra Brasil y Paraguay. Habrá que ver entonces si el equipo consigue concretar sobre el terreno lo que sus individualidades prometen. Ese objetivo hoy parece difícil de alcanzar.

Un párrafo aparte para Tévez, un tipo que siempre me ha caído muy bien, demostrando más de una vez ser una persona criteriosa e inteligente. Abordado por los periodistas, no subió al carro de la excusa fácil ni al de la justificación quejosa. "Cierro una etapa mala en la Selección en la que me expulsaron dos veces y para completarla erré un penal decisivo. No me lo perdono", declaró. El de la autocrítica es siempre un sendero confiable, que ojalá sepan transitar también los demás miembros del equipo.

Y dijo algo más: que jugar con la camiseta argentina mete presión. No es un dato menor. Lo que diferencia a los grandes jugadores de la media es, precisamente, que su rendimiento crece en los momentos difíciles. La figura de Maradona, a mi modo de ver, nunca (pero nunca, incluyendo el gol a los ingleses en 1986) alcanzó un nivel tan gigantesco como el que mostró en aquel partido ante Brasil durante el Mundial de 1990. Con un tobillo destrozado (para que pudiera jugar, hubo que colocarle una férula protectora) y ante un rival de un nivel fenomenal que nos estaba dando un baile memorable, Maradona fue capaz de armar una jugada increíble, rodeado por tres rivales, tras la cual lo dejó a Caniggia solo para definir. Me gustaría comprobar que Messi es capaz de ponerse el equipo al hombro de esa forma, en una parada muy barava como la que se viene contra los verdeamarelhos.

(La imagen pertenece a Clarín)

domingo, junio 07, 2009

Un triunfo preocupante


Creo que el modesto triunfo de la selección ante Colombia es, visto desde cierta perspectiva, más preocupante que la goleada sufrida en abril ante Bolivia.

Lo explico. Lo de aquel memorable 01-A puede atribuirse, en una medida importante, a una subestimación de las dificultades que la cuestión de la altura sobre el nivel del mar planteaba. Y hasta podía interpretarse en un sentido positivo, como un baño de humildad (semejante a una ducha helada, claro) que iba a contrarrestar el exitismo exagerado que rodeaba al equipo tras la incorporación de Maradona y su aureola.

En cambio, el bajo rendimiento de ayer, jugando de local y ante un rival de esos que se consideran "accesibles", es un marcado paso atrás, por más que el triunfo -sumado a la derrota de Uruguay- nos haya posicionado con más nitidez en el grupo de los que se están clasificando en forma directa para el Mundial.

La formación del equipo ya daba pie para la duda, tanto por el dibujo 3-3-1-3 como por sus ejecutores. En efecto, una defensa con línea de tres tiene que estar muy sincronizada con los tres volantes, que deben estar muy atentos a la faceta defensiva para no verse sorprendidos por el desprendimiento de los mediocampistas rivales. Recuerdo ahora dos ejemplos de esto: el equipo dirigido por Bilardo en México y la selección de Bielsa. El esquema a mi, en particular, no me gusta, pero esos dos equipos lo aplicaban bien, con volantes que cubrían el sector medio -en particular, por los costados- y no solían dejar desprotegida a la línea del fondo. Anoche, en cambio, uno podía dudar a priori de la capacidad de Gago y Jonás Gutiérrez para desdoblarse en la función defensiva.

Las sospechas se confirmaron enseguida, con un par de apurones sufridos por el firme Andújar a raíz de ataques colombianos desplegados por los laterales (lo que incluyó un penal no cobrado de Jonás a Zúñiga). Y aquí un comentario sobre el rival del que mucho se habló en los comentarios previos, recordando aquella otra goleada histórica que nos propinaron en las eliminatorias para el Mundial '94. Diré que no sólo está a años-luz de aquel equipazo que llevaba de la mano Valderrama (y que terminó fracasando en EE.UU., víctima de la soberbia), sino que es un conjunto apenas discreto, como lo confirma su posición en la tabla. Sin embargo, ayer tuvo una virtud: salió sin miedos, planteando el juego de igual a igual.

A partir de sus problemas defensivos, la selección empezó a sufrir el partido, porque no conseguía la pelota para que las tres estrellas de adelante hicieran valer sus condiciones. Recién a los 21 minutos logró armar una jugada de ataque hilvanada, en una de las pocas ocasiones en que Verón incursionó en zona defensiva rival. Al terminar el primer tiempo, estaba claro que Colombia no estaba ganando sólo por su incapacidad para definir (hasta aquí logró apenas 6 goles en 13 partidos).

En la segunda etapa, con la experiencia de Zanetti en la zona derecha y un cambio general de actitud, el equipo mejoró un poco, pero en ningún momento consiguió imponer superioridad al rival y desplegar un buen juego. El gol llegó en un corner, y de allí al final no hubo mucho más que forcejeos y buenas intenciones no concretadas. El talento de Messi apenas asomó en un tiro libre que pegó en el travesaño.

No hubo tareas individuales destacables, salvo en los casos de Andújar y Mascherano, más algún chispazo de Tévez. Además de los problemas ya apuntados, fueron flojos los desempeños de Díaz, Demichelis y Heinze. El caso de este último confieso que para mi es un misterio. Cuando lo veo tan desmañado, peleándose con ese objeto para él extraño que es la pelota o fallando despejes sencillos por llegar a destiempo o estar mal parado, no me explico cómo es que ha logrado jugar en equipos europeos de primera línea y en la selección.

Vamos mal. P & M no puede ser optimista, de lo cual ya ha dejado constancia aquí. El DT parece estar más interesado en quejarse interminablemente porque no le dejan incorporar a Ruggeri como colaborador, opinar sobre la salida de Ischia de Boca, polemizar con Sergio Batista o, en cualquier momento, discutir de teología con el Papa, antes que en encontrar la manera de aprovechar los superlativos valores del inmejorable material que tiene a disposición para armar el equipo, que hoy es poco más que "once corazones".


(La foto es de Perfil.com)

jueves, junio 04, 2009

La Reina del Sur


Arturo Pérez-Reverte publicó en 2002 esta novela atrapante, para cuya redacción -supone uno- le debe haber venido de perillas su pasado como corresponsal de guerra, tanto por los conocimientos sobre cuestiones, vamos a decirlo así, de armamento y logística como por los contactos que -según él mismo declara en un postfacio- le brindaron muy valiosa información.

La trama cuenta la transformación de la cuasi inocente noviecita de un narcotraficante de cuarta o quinta línea en el estado de Sinaloa, México, en nada menos que la reina del tráfico de drogas del Mediterráneo occidental, con base en Andalucía y conexiones con traficantes marroquíes y españoles, con mafiosos rusos e italianos, y con policías, aduaneros, gobernantes y funcionarios de diversas administraciones (DEA estadounidense incluida).

La novela sitúa el nacimiento de Teresa Mendoza en una mísera barriada de Culiacán, la capital sinaloense, "una tierra donde morir con violencia era morir de muerte natural" según la cruda definición del autor. Un lugar cuyos habitantes se han resignado a que el crimen forme parte de la vida cotidiana, con todas sus consecuencias (algo parecido a lo que ocurre en vastos sectores del conurbano bonaerese, quizá con diferencias de intensidad, por ahora).

Pero el libro no es sólo un relato sobre los acontecimientos que llevan a aquella tímida morra a convertirse en lo que se convirtió, muy bien escrito, con secuencias de acción y suspenso que mantienen en vilo al lector, un manejo magistral de la técnica del flash-back y un ritmo sostenido en forma admirable. Hay también una mirada profunda sobre la condición humana de esos personajes envueltos en una atmósfera de violencia que respiran con asombrosa naturalidad y un fatalismo casi sabio. Algunos de ellos develarán su costado vulnerable, relacionado con los afectos: en ese medio, tenerlos configura una desventaja competitiva. Quizá eso sea lo que posibilita a la protagonista destacarse, junto a su capacidad para dominar el miedo, antes que la incapacidad de experimentarlo.

Teresa, por cierto, no tiene puntos vulnerables porque las circunstancias la han llevado a una soledad absoluta, después de haber amado (o al menos, de haber creído que podía amar) y de verse más de una vez frustrada por la muerte. Su avance en el submundo narco es tan arrollador como sólido, basado en su fría capacidad de cálculo y su firmeza en momentos decisivos. Nada de lo que ocurre en su reino le es ajeno, nada parece perturbarla.

Sin embargo, algo impensable ocurre y, ante un ofrecimiento, Teresa decide arriesgarlo todo y volver a su lugar de origen, para saldar una cuenta que el paso del tiempo no ha borrado.

En Sinaloa, la música popular por antonomasia es la de los narcocorridos, con estrellas como Los Tigres del Norte o El As de la Sierra, quien aparece en la portada de uno de sus discos con una 45 en la mano. El narcocorrido constituye una versión moderna del tradicional corrido mexicano que evoca en sus letras a los personajes relevantes del narcotráfico. De algún modo, y como lo observa el mismo Pérez-Reverte, "La Reina del Sur" es un narcocorrido que no dura tres minutos sino más de 500 interesantísimas páginas.

lunes, junio 01, 2009

Llega el manual


Uno de los problemas más graves de Tierra del Fuego está constituido por los asentamientos irregulares de inmigrantes -provenientes de otros puntos de la Argentina y también de países limítrofes- que llegan en busca de oportunidades laborales. No deja de ser algo paradojal, si se considera que durante más de un siglo lo que caracterizó a la región fue su bajísima densidad poblacional.

La situación es producto de fenómenos complejos y, por lo tanto, de muy difícil resolución. Políticas oficiales erráticas, cuando no la falta absoluta de ellas, han contribuido a agravar el cuadro, en especial en los últimos años. En Ushuaia hay varios núcleos en sectores cuya ubicación y topografía representan amenazas para la integridad y la salud de los propios ocupantes, así como para el medio ambiente. Los aspectos legales vinculados con la usurpación de tierras fiscales son otro componente significativo del asunto. La solapada -y a veces, no tanto- acción de punteros políticos con fines clientelistas tampoco falta.

Sin embargo, hay que ser optimistas. En breve, esas personas contarán con un valioso asesoramiento, ya que la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la principal universidad del país está por publicar un "Manual de urbanización para asentamientos precarios", para cuya confección ha contado con un subsidio del Ministerio de Educación de la Nación.

Esperemos que a los funcionarios del Ministerio de Justicia, siguiendo el ejemplo de sus pares, no se les ocurra estimular a la Facultad de Derecho a redactar un "Manual de incumplimiento para deudores" o algo por el estilo.

Estamos al horno...