domingo, agosto 31, 2008

Astor vuelve en domingo

(dedicado a mi tocayo azteca Zorombático)

A pedido de los lectores, P & M vuelve a la sana costumbre de postear los domingos un video relacionado con Astor Pantaleón Piazzolla, tratando -en lo posible- que constituya una rareza.

En esta ocasión se trata de un grupo holandés, lo cual no debería llamar la atención, al menos desde que -a raíz de la difusión dada al casamiento de Máxima Zorreguieta- los argentinos nos enteramos del virtuosismo de Carel Kraayenhof con el fuelle.

Pero lo cosa va un poco más allá de la nacionalidad de los intérpretes. Sucede que el septeto (¿se dirá así?) Tango Dorado toca aquí el bellísimo "Verano porteño" con un arreglo que grabó la orquesta de Osvaldo Pugliese en 1967, recuperado muchos años después en el CD "Maestro del Tango" de la colección Escenario.

Para los no informados, recordaré que la irrupción de Piazzolla, con sus composiciones y arreglos (inspirados en músicos clásicos, como Bela Bartók) que no se podían bailar, generó una verdadera revolución en el ambiente tanguero de mediados de los años cincuenta del siglo pasado. Las polémicas entre sus admiradores y los tradicionalistas (o fundamentalistas, como los llamaríamos ahora) fueron tan apasionadas que aún hoy -transcurrido más de medio siglo- quedan algunos resabios. Fue una típica antinomia argentina, parecida por el fervor de sus cultores, a la de peronistas vs. antiperonistas.

La orquesta de Pugliese, claro, era una de las grandes expresiones tradicionales del género, y como tal idolatrada por los bailarines, que se deleitaban con piezas como La Yumba o La Mariposa. Sin embargo, don Osvaldo demostró estar por encima de la polémica, arreglando (con un aire tradicional) y grabando temas como Adiós Nonino y Verano.

Aquí les dejo, entonces, a estos holandeses que, además, han grabado temas del "Octeto Buenos Aires" que dirigió Astor en 1955, así como magníficas versiones de "Soledad", "Nocturna" y la ya mencionada "La Yumba".



Links:

Carel Kraayenhof
Tango Dorado
Osvaldo Pugliese - CD Maestro del tango

miércoles, agosto 27, 2008

Hablemos de moneditas

(Click en la imagen para ver el tamaño del déficit)

El ministro de economía fueguino afirma que el déficit público provincial en 2008 "fue de 600 millones" (¿ya estamos en enero de 2009?) y que "estaría bueno" (yo diría más: estaría rebueno) que en 2009 sea de 350 ó 400 millones (50 palos más o menos, da igual: él maneja los grandes números). No sólo no explicó cómo se financió (...) esa brecha en el 2008, sino que tampoco dice de qué manera se va a logar reducirla en dicha magnitud. No importa. Sumemos: 600 + 350 da, si las matemáticas no fallan, 950.

Confirma, el ministro, además, que aparte se va a pedir al Legislativo el famoso endeudamiento de 1.000 millones para obra pública. Sumemos de nuevo: 950 + 1.000 da (esta es fácil) 1.950 millones. Convirtamos: estamos hablando de unos 640 millones de dólares.

Teniendo en cuenta que la provincia ya está endeudada en una suma quizá similar a esta, digo yo: ¿de dónde van a sacar semejante cantidad de plata?

Tal vez como producto de sus cavilaciones a este respecto, la gobernadora Ríos ha anunciado que el gobierno estudia (después de seis meses de transición desde su triunfo en las elecciones, y de ocho de ejercicio del poder) un plan de retiro voluntario para sus empleados. No dio muchos detalles sobre el mismo, pero -quizá con ánimo tranquilizador- avisó que quienes adhieran al programa percibirán durante un año el 30% de su sueldo, y que en caso de no conseguir ocuparse en el sector privado, al cumplirse ese plazo podrán volver al sector público. O sea que se trata de una licencia con goce parcial de haberes...

Siento que la atmósfera fueguina se está tornando surrealista.

Invirtiendo con optimismo


Debe haber pocos negocios en el mundo actual más complejos que el de la navegación aerocomercial. Su entorno de
  • costos volátiles (empezando por el precio de los combustibles)
  • exigencias durísimas en materia de mantenimiento de equipos, seguridad y capacitación
  • mercados muy regulados
  • altos requerimientos de capital
permite caracterizar a la actividad como muy dificultosa, por decir lo menos. Diríase que hay que saber mucho, pero mucho del tema para desenvolverse allí con posibilidades de mantener una empresa en funcionamiento. Y que hay que tener una muy alta capacidad de gerenciamiento, incluyendo la de negociar con múltiples sindicatos, para generar ganancias.

Ahora, el gobierno nacional invita a todos los argentinos a que pongamos plata (la nuestra, la de nuestros hijos y muy posiblemente la de nuestros nietos y biznietos) en una aerolínea que,
además de afrontar semejante cuadro, soporta una deuda multimillonaria en dólares respaldada sólo en parte por unos activos de dudoso valor (esto una suposición, dado que sus balances están cuestionados).

Se trata, visto de otro modo, de una apelación a nuestro optimismo ciudadano. Se nos convoca a invertir de la mano de un gobierno que después de no haber logrado controlar a esa empresa, de manera de impedir que cayera en la caótica situación que el mismo denuncia ahora, y de no haber podido argentinizarla mediante la incorporación de un socio privado, nos quiere convencer ahora de que la va administrar en forma eficiente.

La cosa se debate en el Congreso, en medio de denuncias de un ex CEO de la empresa sobre el activo rol de la Secretaría de Transporte y de los gremios en la debacle, pese a lo cual la oposición no consideró conveniente convocarlo, al menos para escuchar la otra campana.

En diputados, los representantes fueguinos votaron a favor del gobierno. No sólo los del FPV y aliados, sino también los ex conmilitones de Elisa Carrió. En efecto, Gorbacz y Belous -quizá obnubilados por su entusiasmo estatista- sumaron sus adhesiones sin haber advertido nada de lo antedicho ni los preocupantes antecedentes de la gestión del secretario Jaime.

Bueno, el mundo es de los optimistas, dicen...

martes, agosto 26, 2008

Quién dijo que todo está perdido...


Potenciados por la difusión televisiva, el fútbol y el básquetbol profesionales se han convertido en espectáculos masivos, que mueven cantidades asombrosas de dinero. Los jugadores que alcanzan los niveles competitivos más altos, por lo tanto, disfrutan de unas remuneraciones y unas "condiciones laborales" -por llamarlas de alguna manera- que resultan fantásticas.

En el caso argentino, esos niños mimados coinciden durante las Olimpíadas con deportistas ubicados en el otro extremo de la escala, acostumbrados a entrenarse en condiciones precarias y a sortear, aunque no siempre lo logran, múltiples obstáculos. Duchas con agua fría, "becas" de escaso valor que no siempre se hacen efectivas, imposibilidad material de prepararse compitiendo en el exterior, son sólo algunas de las dificultades que judocas, remeros, nadadores y casi todo el resto del espectro deportivo nacional se acostumbra a confrontar con notable estoicismo.

Por eso, las actitudes de Messi, en su novelesca puja con el Barcelona FC, y de los integrantes del equipo de básquetbol me conmovieron. Ellos demostraron, sin proclamarlo, que sienten arder dentro de sí el mismo "amor por la camiseta" (digámoslo así) que un humilde e ignoto lanzador de martillo.

Ver cómo Nocioni -casi en una pierna- peleaba cada pelota como si fuera la última de su vida, y cómo el grupo festejó el bronce, con Ginóbili alentando desde el banco, fue algo muy lindo. Después, supe que Manu, pese a que desde el San Antonio Spurs lo presionaban para viajar a tratarse la lesión, probó su tobillo hasta una hora antes del partido. Y no pude menos que acordarme de Maradona (que no es santo de mi devoción, por razones extrafutbolísticas) con el tobillo zurdo machucado, jugando un partido decisivo contra Brasil en el Mundial de 1990.

Entonces, pensé que no todo está perdido.

domingo, agosto 24, 2008

Comandante Piedra Buena


La prehistoria económica fueguina se desarrolló en el mar. Sus protagonistas fueron los loberos y balleneros que a mediados del Siglo XIX, en embarcaciones tan pequeñas como precarias, se animaban a sucar las aguas turbulentas del Atlántico Sur, llegando no sólo hasta las Malvinas y el archipiélago fueguino, sino también hasta las Orcadas, las Shetland y la Antártida. Vivían de la venta de cueros y grasas animales, en una práctica que no resistiría un análisis según los criterios conservacionistas actuales.

En ese contexto se desempeñó Luis Piedra Buena, de cuyo nacimiento en Carmen de Patagones se cumplen hoy 175 años. Su relación con el mar comenzó cuando era aún muy jovencito, haciendo sus pininos como navegante en los ríos Paraná y de la Plata, para llegar luego al Caribe y los Estados Unidos. Enseguida comenzó a desarrollar una intensa actividad exploratoria y comercial en las costas patagónicas y fueguinas, que continuaría durante el resto de su vida.

Fundó un establecimiento rural en la Isla Pavón (actual provincia de Santa Cruz) y llegó a establecerse con un boliche en Punta Arenas, en la costa del estrecho de Magallanes. Había llegado años antes a la bahía de San Gregorio (zona hoy chilena y por entonces reivindicada como propia tanto por Argentina como por Chile), manteniendo relaciones amistosas con el cacique Biguá.

En 1867 construyó unas pequeñas casas en la Isla de los Estados, que le sirvieron de base para sus operaciones en la zona. Dos años más tarde protagonizó allí un acto histórico, cuando izó por primera vez la bandera argentina en suelo fueguino. Había procurado llevar adelante en ese lugar un establecimiento dedicado a obtener pieles y aceites de pinguinos, inciativa que aunque no prosperó puede considerarse como un antecedente primitivo de la industria local. Por entonces, en el archipiélago sólo residían en forma permanente los grupos aborígenes, la jurisdicción políticia aún estaba en discusión entre la Nación y las provincias de Buenos Aires y Mendoza, y Chile mantenía también pretensiones territoriales.

Protagonizó numerosos salvamentos de náufragos, lo que le valió reconocimientos de gobiernos europeos. En 1873 naufragó a su vez en la isla de los Estados, y con los restos de su nave construyó el cuter "Luisito" con que regresó a Punta Arenas, por lo cual se lo recuerda también como un pionero de la arquitectura naval. Los reconocimientos oficiales a su labor fueron módicos: sólo aparece citado en cuatro decretos, en uno de los cuales el presidente Roca le confiere el grado de Teniente Coronel de Marina. Al año siguiente, poco antes de cumplir los 50 de edad, moría pobre en la ciudad de Buenos Aires.

Está en el Olimpo de mis próceres preferidos, aunque es una de esas figuras a las que la historiografía suele dedicar sólo algunas referencias tangenciales, con la honrosa excepción de la biografía que escribió el Dr. Arnoldo Canclini.

martes, agosto 19, 2008

No te vayas nunca, Dunga


"El fútbol es una frazada corta". Esta frase, sabia, era pronunciada con sencillez por "Tim," el DT brasileño de aquel equipo de San Lorenzo de 1968 que pasó a la historia del fútbol doméstico con el contundente apelativo de "los Matadores". Aludía a una evidencia empírica: cuando un equipo privilegia la defensa, disminuye su capacidad de ataque, y viceversa. O lo que es lo mismo: el equilibrio en el fútbol es lo más difícil de conseguir.

Aunque "Dunga" también es brasileño, no sólo es dudoso que sepa quién fue Tim: tampoco debe haber escuchado aquella consigna. Entonces, arma sus equipos (ya se trate de la selección mayor o de este mix olímpico) pensando ante todo en defenderse. Ojalá que siga así, fiel a sus antecedentes como capitán del muy mediocre y defensivo campeón mundial 1994, que le ganó la final a Italia por penales tras un soporífero 0 a 0 en los noventa reglamentarios.

"Así" significó hoy:

  • Contener a los marcadores laterales para que no pasen al ataque como lo hacían los Carlos Alberto, Nelinho, Roberto Carlos, Cafú y tantos otros que supimos padecer.
  • Asignar a Lucas y Anderson marcas personales sobre Riquelme y Messi, liberándolos de la función de crear juego.
  • Dejar solito arriba a Sobis contra tres o más defensores argentinos.
A ello se agregó la triste sombra de Ronaldinho, que estacionado contra la raya izquierda trasuntó el dolor de ya no ser.

No quiero decir con esto que el triunfo argentino careció de méritos o llegó de regalo. Todo lo contrario. El equipo mantuvo siempre el orden y el equilibrio; los jugadores estuvieron atentos y concentrados, poniendo el corazón y la fuerza necesarios en la disputa de cada pelota; y los rendimientos individuales fueron muy buenos, con Mascherano y Gago en un plano superlativo. Como consecuencia de todo ello, impuso una clara superioridad y ganó muy merecidamente.

Además, ligamos: dos tiros en los palos más un gol en contra (bien) anulado.

Dunga reaccionó a lo Cristina: "mantendré mis convicciones".

No te vayas nunca, Dunga.

sábado, agosto 16, 2008

El cocinero sueco

De chico, los dibujos animados me fascinaban. De Mickey y el Pato Donald al Pájaro Loco, de Tom & Jerry a Popeye (¡qué mina infiel, esa flaca insulsa de Olivia!), pasando por las antiquísimas Sinfonías Tontas y la no menos antediluviana Betty Boop, aquellos fantásticos personajes en blanco y negro me esperaban cada tarde a la vuelta del colegio.

Muchos años después, una de las cosas que más me gustaban era compartir con mis hijos
un buen rato frente a la tele, disfrutando de los "abujitos" (como les decía Laura en su media lengua de entonces).

En esa época descubrí a los Muppets, con la Rana René y la casquivana Piggy a la cabeza. Una fiesta de talento y creatividad, a mi modesto entender.

Para el finde, les dejo este video de un personaje desopilante de aquella troupe, el Cocinero Sueco, algo así como una mezcla -en versión titiritera- del "Nerviosán" del gran Pepe Iglesias, "El Zorro" ("Yo les sirvo a todos desde acá") y del delirante cocinero que interpretaba Alberto Olmedo.


jueves, agosto 14, 2008

Bajo el peso de un legado


(Publicado en El Diario del Fin del Mundo, de Ushuaia, el 15-08-08)

Es probable que se trate de un legado histórico, puesto que hace casi un siglo y medio que el Estado tiene fuerte ingerencia en el desenvolvimiento de los asuntos económicos en Tierra del Fuego. En efecto, la venta de la isla de los Estados a Luis Piedra Buena (1868), las concesiones a Popper (1886), las adjudicaciones de tierras iniciadas por Pellegrini (1890) y la instalación de una colonia penal en Ushuaia (1896), fueron algunas de las acciones con las que los gobiernos intervinieron en la asignación de recursos con el propósito de estimular la actividad productiva y el comercio en esta región.

De hecho, en los períodos en los que la actitud oficial fue de marcada indiferencia (como ocurrió entre aproximadamente 1920 y 1958) la economía local permaneció estancada. La única excepción en ese lapso fue el moderado auge impulsado a partir de 1948 por los inmigrantes italianos que vinieron a Ushuaia también merced a la acción estatal.

Luego hubo otra etapa de expansión, a partir de 1958, que asimismo tuvo origen en dos medidas gubernamentales. Por un lado, la instauración de una zona franca en la isla, en reemplazo del sistema promocional del paralelo 42, que propició el desarrollo de un incipiente comercio de importación; por el otro, la adjudicación de yacimientos petrolíferos a una empresa estadounidense, en el marco de la “batalla del petróleo” encarada por Frondizi. Esto último, además, generó la primera fuente de recursos propios para el fisco local, a través de las regalías.

El hito siguiente en materia de políticas oficiales para el desarrollo fue la ley de promoción 19.640, dictada en 1972, que estableció un régimen de exenciones impositivas orientado a compensar las desventajas competitivas de la isla derivadas de su localización geográfica. Combinado con la situación coyuntural de principios de los ochentas, el sistema resultó transformador.

El flujo migratorio determinado por el mecanismo promocional llevó entonces al centro de la escena al nivel local de gobierno, que debió ocuparse de atender una demanda en materia de servicios como vivienda, educación y salud que, por su caudal y ritmo vertiginoso, no encontraba respuestas suficientes en los mecanismos de mercado. Con el tiempo, una parte de esa presión se fue trasladando a los niveles municipales.

La hipótesis de este artículo es que aquella tradición gubernamental protagónica ha impregnado a la sociedad fueguina de una suerte de optimismo estatista, que ha llevado a un segmento significativo de la población, con abstracción del rol desempeñado en el entramado social, a esperarlo todo –o casi todo- del Estado. Esto tal vez explicaría que las sucesivas administraciones provinciales elegidas mediante el voto hayan incurrido, aunque con diferentes graduaciones, en los vicios típicos del populismo, sin olvidar el clientelismo, y también que el aparato estatal haya transitado de modo inexorable hacia la hipertrofia y sus correlatos, la ineficacia operativa y la asfixia financiera, sin que el grueso de la comunidad manifestara demasiada alarma por ello.

El complejo cuadro fiscal del presente, con una estructura del gasto muy rígida, bajísima capacidad de financiamiento propio y muy alto endeudamiento, podría ser el prólogo de un debate profundo, que contemple una redefinición del papel estatal. Hasta que ello no ocurra, seguiremos asistiendo a contrasentidos tales como, por ejemplo, la existencia de organismos que distribuyen supuestos excedentes entre sus empleados mientras hay escuelas que no pueden reponer las lamparitas que se van quemando; hospitales que carecen de insumos básicos coexistiendo con sectores cuyos puestos de trabajo son hereditarios (ergo, han sido privatizados de facto); y una tesorería que debe hacer malabares para atender a duras penas sus compromisos por gastos de funcionamiento, en tanto la grilla salarial del sector público compite en forma muy ventajosa con la que puede ofrecer el ámbito privado y envía señales muy potentes fuera de la isla. Todo ello, condicionado por la evolución de los recursos provenientes de la coparticipación federal que constituyen la principal fuente de financiamiento del estado fueguino.

Postergar aquella discusión puede conducir a un escenario de alto riesgo, sobre el cual –y a pesar del legado histórico- el Estado del que hoy se espera todo, no sería capaz de dar casi nada.

(La imagen es de Julio A. Roca, factótum de la política argentina por un cuarto de siglo, desde 1880. Durante su primera presidencia, en 1884 envió al canal Beagle una expedición comandada por Lasserre que fundó la Subprefectura de Ushuaia, y en 1886 otorgó una concesión a Popper. En 1896, como presidente provisional del Senado temporariamente a cargo del Poder Ejecutivo, encomendó al gobernador Godoy la creación de una colonia penal en dicha ciudad. En 1899, a poco de iniciar la segunda presidencia, se reunió con su par chileno Errázuriz en el llamado "Abrazo del Estrecho".)

¿Cosmética o cambio de fondo?


Me entero por el Abuelo que se estaría por reemplazar a la conducción actual del Indec, inserta por Guillermo Moreno. Desde que este funcionario pasó de ser el blanco preferido (y fácil) de opositores y observadores imparciales, a serlo también de referentes del oficialismo como Kunkel, alguna movida en ese sentido era bastante probable.

Ayer, Carlos Pagni mencionó en La Nación el nombre de Héctor W. Valle como probable sucesor de Ana Edwin, quien ya estuvo en el cargo. Además del salto de calidad que ello supondría, dados los antecedentes profesionales de uno y otro, la trayectoria de Valle tiene un antecedente valioso: cuando Domingo Cavallo decidió que el Instituto pasara a la órbita del Ministerio de Economía (lo cual podía interpretarse como un avance sobre la independencia del organismo, cosa que sólo se concretaría años después, con el morenazo), Valle estuvo en desacuerdo y renunció. Si asume ahora, sería razonable esperar que trate de llevar adelante una gestión que no sólo apunte a corregir los múltiples y graves daños ocasionados durante este triste interregno, sino también a solucionar los problemas que el organismo -pese a su bien ganado prestigio- tenía antes del zarpazo.

Pero este asunto, si bien importante, es apenas una parte de una dificultad mucho mayor. Si el reemplazo en el Indec termina siendo sólo una medida gatopardista, que procura maquillar la situación tras el papelón con los bonos recomprados esta semana, el preocupante cuadro no va a mejorar. En cambio, si esto significara que la PresidentA y su núcleo duro se suman al grupo de recientes descubridores (la UIA, la CGT, la diputada Vaca Narvaja) del fenómeno inflacionario que afecta al país, habría por fin un motivo para albergar alguna esperanza. El siguiente paso debería ser el diseño y puesta en práctica de un programa consistente para atacar las causas del problema.

Veremos qué sucede en los próximos días. Uno quisiera creer...

martes, agosto 12, 2008

Dos caras de una moneda


Tras el bochornoso espectáculo que ofreció Cecilia Pando en Tucumán, reforcé mi adhesión a una interpretación de los hechos de los años setentas, basada en aquella "teoría de los dos demonios" que blandiera el alfonsinismo. Lo cual, dicho sea de paso, debe ser una de mis pocas coincidencias con los muchachos del fenecido Movement of Renovation & Change...

Y es que, pese a que nuestra presidentA nos ha llamado a no demonizar, tiendo a ver de un lado a Hebe de Bonafini y del otro a Pando, como las dos caras de una moneda trágica que ojalá el país sea capaz de arrojar lo más lejos posible, cuanto antes.

lunes, agosto 04, 2008

Matadores


Hace hoy exactamente cuarenta años, mi viejo y yo nos abrazamos gritando como poseídos, sintiendo que nuestras gargantas no podían emitir con suficiente amplitud la catarata de sentimientos que nos venía de adentro. No éramos los únicos: a nuestro alrededor, en aquella tribuna del Monumental, miles de hinchas cuervos se desgañitaban festejando el gol del Lobo Fischer que terminaría por consagrar al primer campeón invicto del fútbol argentino: los Matadores.

No soy el único que opina que ese fue uno de los mejores equipos del fútbol argentino, al menos desde comienzos de los sesenta en adelante. De los que yo vi, creo que se le compara el Huracán de 1973 (nobleza obliga) con Houseman, Brindisi y Babington, dirigido por Menotti. Quizá también se le aproximaron el Newell's donde jugaba Marito Zanabria, el River de Labruna que quebró una racha increíble de sequía gallina, el Boca del 81 en el que Marzolini juntó a un Maradona explosivo con la calidad, ya veterana, de Brindisi. Equipos que reunían eficiencia con un fútbol agradable a la vista, representativos de una época en que el poder del dinero, si bien existía, todavía no atentaba contra la belleza del juego, como ocurre hoy.

El DT de aquellos Matadores era un brasileño, apodado Tim, un tipo que tenía una perspicacia especial para acomodar a sus jugadores en la cancha. El equipo definió varios partidos en los segundos tiempos, cuando las indicaciones de Tim en el descanso -retrasando un delantero, corriendo a un volante hacia un costado- tenían como resultado una mejora en el rendimiento.

Pero la clave estaba en la enorme calidad de los jugadores. De los once titulares, sólo el Sapo Villar, debido a su condición de uruguayo, no jugó alguna vez en la Selección nacional. Basta recordar que el Bambino Veira, Irusta, Tojo y Doval eran allí suplentes...

Varios de ellos habían llegado a primera desde las inferiores en 1964, con los "Carasucias". Como por entonces los jugadores no emigraban a los veinte años como ahora (en realidad, casi no emigraban, a ninguna edad), ese fue el inicio de una década de excelentes resultados para San Lorenzo: campeón invicto del Metropolitano 1968, subcampeón del Nacional 1971, bicampeón (Metro y Nacional) en 1972, y campeón del Nacional 74. ¡Quién iba a decir que poco tiempo después los cuervos perderíamos hasta la cancha!

Hace un par de años, una peña sanlorencista de Ushuaia recibió a tres de aquellos matadores, y entonces pude darme el gusto de decirle al Lobo que la imagen de ese gol suyo seguía imborrable en mi corazón, como aquel abrazo con mi viejo.