martes, mayo 27, 2008

Perdiendo el tren


El interminable conflicto campo vs. gobierno nos tiene hartos a todos. Sus efectos no sólo se están sintiendo en la economía -cuyo desempeño depende de algo tan inasible, etéreo y frágil como la confianza- sino, lo que es peor, sobre el ánimo de la gente común.

Subo al taxi y el chofer, al escuchar el flash informativo, me mira por el espejo con cara de "!Qué barbaridad!". Después voy al super, me detengo un momento ante la tele para ver el rostro hierático del jefe de gabinete en la pantalla, y la señora que está a mi lado me mira con pena como diciendo "¿Hasta cuándo?".

Los involucrados no parecen capaces de bajar los decibeles. Recién hoy los ruralistas han pedido un poco de calma, solicitud que supongo también harán a sus bases. Pero el pejotismo ha sido convocado por su jefe, en un gesto que parece presagiar más diatribas de (el ex jefe de gabinete de Duhalde, hoy kirchnerista puro y duro) Capitanich, más hallazgos metafóricos de Aníbal F., más acciones punitivas de D'Elía contra la puta oligarquía.

El mundo, quizá deleitándose por el exito que su gigantesca campaña en nuestra contra está teniendo, nos contempla con una mezcla de incredulidad y escepticismo.

Brasil hace rato que tomó el tren que nosotros dejamos escapar.

¿Será posible que los argentinos estemos a punto de desaprovechar otra oportunidad? ¿Es que no podemos sustraernos a la impronta de elegir, siempre, el camino equivocado?

viernes, mayo 23, 2008

Regla de tres simple directa


Si la política se pudiera expresar matemáticamente, hoy se podría formular una regla de tres representada así:

A → B
X → Y

donde

A es el gobierno nacional
B el conflicto con el campo
X es el gobierno fueguino
Y es el conflicto con el sindicato docente.


miércoles, mayo 21, 2008

Realismo mágico fueguino


El "realismo mágico" es una corriente literaria en cuyas obras los elementos fantásticos son percibidos por los personajes como parte de la realidad. Aunque se aplicó primero a ciertas pinturas, la denominación luego fue empleada para describir la obra de un grupo de escritores latinoamericanos que alcanzó gran tascendencia a partir de mediados del Siglo XX, integrado entre otros por Miguel Ángel Asturias, Juan Rulfo, Alejo Carpentier, Augusto Roa Bastos y Gabriel García Márquez. Este último declaró una vez: "Mi problema más importante era destruir la línea de demarcación que separa lo que parece real de lo que parece fantástico".

El asunto viene a cuento, se me ocurre, tras el envío por parte del Ejecutivo fueguino a la Legislatura del proyecto de presupuesto para 2008. En el mensaje respectivo, la Gobernadora hace un punteo de la grave situación fiscal heredada, y anticipa algunos puntos sustanciales del proyecto, a saber:

-Que el resultado primario (gastos corrientes contra ingresos corrientes) es deficitario por valor de casi $ 169 millones.

-Que se prevee un déficit financiero (gastos totales contra ingresos totales) de $ 335,5 millones.

-Que si a este resultado se le incorporan las aplicaciones financieras (por ejemplo, la amortización de deuda), la Provincia deberá recurrir a fuentes financieras -léase: prestamistas- para obtener un total de casi $ 574 millones.

Estos números lo dejan a uno casi sin respiración, sobre todo si se recuerda que nuestra provincia ya en 2006 (antes de la estrepitosa debacle del último tramo de la administración Cóccaro) ocupaba el sexto puesto entre todas las jurisdicciones argentinas rankeadas por su deuda pública per cápita. No obstante ello, el mensaje agrega que para financiar la ejecución del plan de obras plurianual (2008 a 2011) y pagar deuda pendiente con el Instituto de Previsión Social y las municipalidades, el gobierno pide autorización legislativa para tomar endeudamiento por otros... ¡$ 1.000millones! Uno no puede menos que preguntarse quién le va a prestar a la provincia semejantes cantidades, pero el texto lo aclara enseguida: serán "organismos nacionales, internacionales, banca nacional y/o extranjera".

¿Realidad o fantasía?

Entre tanto, el sindicato docente mira sólo una parte del proyecto (el presupuesto de erogaciones) y sostiene que, como hay partidas previstas para aumentos salariales, la negativa gubernamental a otorgárselos es una mera cuestión de perversidad oficial. La otra parte del proyecto, que se ocupa de los recursos, el déficit y el financiamiento, pareciera no existir a los ojos sindicales.

¿Fantasía o realidad?

No se sabe. Quizá sea realismo mágico fueguino.

"Luego la verdad, que es restregarse con arena el paladar" (H. Expósito)

(Imagen: "Still waters", cuadro del canadiense Rob Gonsalvez, pintor de realismo mágico)

martes, mayo 20, 2008

Los Di Tella: una familia, un país


El libro del periodista Nicolás Cassese dedicado a la familia Di Tella me pareció muy interesante. Puede que en esta opinión influya mi predisposición favorable hacia la temática de la inmigración, originada tal vez en la ternura que me inspiran varios casos particulares que he conocido (como los de mis abuelos y mis suegros, o el de los "italianos del fin del mundo"), pero la obra tiene valores muy concretos.

Cassese rescata la fuerte impronta que los miembros más conocidos de la familia (el patriarca Torcuato y sus hijos Torcuato y Guido) imprimieron en la vida política, económica y cultural de la Argentina. Despliega, al mismo tiempo, un enfoque lúcido y -cosa rara- bastante ecuánime sobre casi un siglo de nuestra historia.

La cuestión del inmigrante, sin embargo, ocupa sólo el primer tercio del libro, dedicado al "fundador". Aparece entonces el italiano que escapa de una realidad compleja en su país de origen, y logra en base a su gran empeño construir un imperio industrial en su patria de adopción. El retrato presenta los rasgos del industrial con el "animal spirit" schumpeteriano necesario para identificar oportunidades de negocios y superar la adversidad, coexistiendo con los del empresario prebendario que crece al amparo de los contratos con la YPF estatal. Su relación de odio y conveniencia con el primer peronismo (murió en 1948) está muy bien descripta.

Su hijo menor, Guido, es algo así como la estrella del libro. Al igual que su hermano, fue ingeniero por el irresistible mandato paterno, pero pronto derivó hacia otros intereses. Economista doctorado en el MIT, escribió un par de importantes libros donde manifestaba su preocupación por el futuro del país. Factotum del hoy casi mítico Instituto Di Tella, cuna del arte irreverente de los sesentas, propició unas fuertes sacudidas a la sociedad pacata de la época con los happenings de Marta Minujin y las cuasi provocaciones de Romero Brest.

Pero fracasó como empresario. Su gestión al frente del conglomerado industrial pareció tocar el cielo con la manos al producir el SIAM Di Tella 1500, pero al poco tiempo -incapaz de competir con las grandes automotrices instaladas en la época de Frondizi- entró en una fase de declinación que sería irreversible. En la época de Lanusse, el Estado se hizo cargo de lo poco que quedaba de una empresa que había sido líder en América Latina.

Su hermano Torcuato estuvo durante muchos años bajo su sombra. Carecía de interés por los negocios, así que se especializó en sociología y se dedicó a la academia y la investigación. Tiene publicada una obra amplia y de valor reconocido.

A cada uno de ellos les pesó la condición de miembros de una familia acomodada. Quizá allí estuvo el origen del interés de ambos por la política, que se les manifestó desde la juventud. Guido, de ideas más bien conservadoras, perteneció primero a la democracia cristiana (donde conoció a Martínez de Hoz y Guadagni) y terminó -de modo un tanto impensado- en el gobierno peronista de los setenta, del brazo de Cafiero, por lo que durante el Proceso debió exiliarse tras ser torturado en su propia casa. Más adelante, sería ministro de defensa y canciller de Menem.

Torcuato (o "Tucho". tal su apelativo familiar), con un perfil más bien socialdemócrata, sólo tuvo un paso efímero y polémico (por sus declaraciones, antes que por sus acciones) por la secretaría de cultura del gobierno kirchnerista. Los dos aspiraron a que el peronismo se convirtiera en un partido de tipo laborista, que sintetizara el ímpetu nacionalista con una concepción de izquierda democrática. Pero quizá Torcuato sea de ambos quien más se desilusionó, tras haber declarado en 2003 que el futuro presidente era "el peronismo decente".

El libro también se ocupa de aspectos personales de sus protagonistas y lo hace con altura y respeto. Está bien escrito y el interés de la narración no decae en ningún tramo. Me pareció un testimonio valioso y bien documentado de un tramo importante de la vida nacional.

viernes, mayo 16, 2008

De gestos y crispaciones


"Hay cuatro clases de países: los desarrollados, los subdesarrollados, Japón (que nadie sabe cómo se ha desarrollado) y la Argentina (que nadie entiende por qué es subdesarrollado)". La frase, palabra más o menos, le ha sido adjudicada a Paul Samuelson y a Enrique Iglesias (al economista uruguayo, quiero decir, no al cantante español).

Quien haya sido, nos conocía bien...

No sé qué estará ocurriendo por estos días con la economía japonesa, pero creo que los argentinos tenemos algunas posibilidades de dar un nuevo motivo a quienes, desde el exterior, nos miran sin comprender. Con una coyuntura internacional favorable y los principales indicadores (al menos, aquellos en los que se puede creer) macroeconómicos mostrando valores satisfactorios, el "clima" de los negocios y el humor económico de la población en general están muy deteriorados. La confianza pública, esa entelequia que tanto cuesta construir y resulta tan fácil destruir, aparece ya muy debilitada. Entre tanto, el ministro de economía sólo sale a hablar para referirse a una cuestión policial, mientras el de justicia opina sobre economía.

Negar la inflación, arremeter con proyectos de obras públicas disparatados, convertir una divergencia en materia impositiva en un tenso conflicto social, son sin duda algunos de los elementos que han contribuido a este súbito enrarecimiento de la atmósfera. Hace cinco meses esta administración ganaba con comodidad la elección, y sin embargo hoy siente con perplejidad que se le hacen cuestionamientos de fondo. Esto evidencia que la sociedad percibe a la presidencia de Cristina Fernández como lo que es, la continuidad de la de su ex esposo. Y en ese contexto, muchos sectores de la comunidad expresan su hartazgo con un estilo de ejercer el poder, el mismo que se viene practicando con implacable rigor dese hace cinco años.

Si es cierto que Kirchner quiere ver a los ruralistas "postrados de rodillas", cabría preguntarse qué significa eso en términos prácticos. ¿Ese es el destino reservado a todo sector de la sociedad que discrepe con una medida de gobierno? ¿Ser objeto de descalificaciones, insultos e infundios? ¿Sólo eso? ¿O algo más, haciendo realidad las promesas de los D'Elía y los Depetri?

Quizá, como expresaba hoy el periodista Eduardo van der Kooy, los ruralistas hayan dejado pasar una oportunidad de descomprimir la situación después del discurso conciliador de la presidente. Pero tal vez esa actitud tenga su origen en otros discursos presidenciales con el mismo tono, que fueron seguidos de inmediato por los desplantes de Moreno y los malabares dialécticos del jefe de gabinete.

También es posible que la estrategia del "gesto crispado", a la que recurrieron tanto los antiguos aborígenes maoríes como el gobierno kirchnerista, esté sufriendo un desgaste irreversible.

martes, mayo 13, 2008

El hombre invisible


Hay al menos un rasgo de la administración provincial que la hace parecerse muchísimo a la nacional: las dos tienen ministros de economía que en los momentos álgidos de una crisis, son invisibles.

Así como Carlos Fernández no aparece en foto alguna del conflicto con el campo, Eugenio Sideris mantiene el perfil ultrabajo, casi subterráneo, pese a las manifiestas y graves dificultades financieras del gobierno fueguino. Muy esporádicamente aparece en algunos medios, expresando lo que todo el mundo sabe: que la cosa "está muy difícil" y que hay un déficit fiscal de grandes proporciones.

La única vez que dió alguna precisión, fue cuando el mes pasado declaró que el déficit para el ejercicio 2008 iba a ser de 300 millones de pesos. Pero ahora esa afirmación ha sido puesta en duda por la propia gobernadora, quien estimó ayer que el desequilibrio será de unos 500 millones. Una pavada, 200 millones más o menos...

Entre tanto, los gremios estatales continúan en pie de guerra y son cada vez más notorios los signos de fuertes desacuerdos internos entre distintos estamentos del elenco gobernante.

Lo que también resulta invisible a los ojos del ciudadano común, quizá por ser esencial, es una agenda estratégica que permita avizorar hacia dónde se pretende orientar la proa de la escorada nave provincial.

sábado, mayo 10, 2008

Después del 11-9 day


En cualquier partido de potrero, un equipo con dos hombres más que el contrario dispone de una ventaja decisiva. Si además va ganando por dos goles y faltan veinte minutos para terminar, la única duda posible debe girar en torno a la cantidad de goles adicionales que va a propinarle a su rival.

Todos quienes estábamos viendo River-San Lorenzo el pasado jueves hubiéramos suscripto el párrafo anterior un instante antes de que Bergessio, tras recibir ese pase perfecto de Placente (un defensor que estaba parado en el punto del penal del área adversaria), clavara en un ángulo el descuento del Ciclón. Existía el antecedente reciente del partido que el equipo azulgrana había dado vuelta en Bolivia, pero ni el rival ni el estadio eran comparables.

Sin embargo, al ratito el equipo disminuido forzó un corner, mediante el cual D'Alessandro localizó a una de las tres camisetas azulgranas que se alcanzaban a ver en el área, entre las de siete de sus adversarios: empate. De la supuesta ventaja por ser once contra nueve, River pasaba a soportar su propio 11-9 day.

Desde entonces, los comentarios en los diarios y portales de Internet, como en la oficina, el taller y el café, van de burlones a trágicos, según las simpatías de quien los emita, y están centrados en lo increíble del episodio, haciendo hincapié en el coraje y la fragilidad anímica de unos y otros.

No voy a agregar más tinta a ese océano desde aquí. Sólo quiero referirme a un par de aspectos, vinculados con la verborrea periodística que caracteriza al fútbol actual, y que a mi modo de ver es responsable en buena medida de la histeria y la violencia que ya han pasado a formar parte indisoluble del espectáculo.

Simeone ha sido el heredero perfecto de Bielsa para la amplia fracción del periodismo especializado bienpensante. Después de la decepcionante renuncia del Loco a la selección, sus sucesores no conformaron los paladares de estos señores. En el caso de Pekerman, no sé bien por qué, ya que siempre me pareció un tipo muy correcto, y en materia de calidad de juego y resultados logró mucho más que Bielsa. En cuanto a Basile, lo tacharon de no trabajador y a otra cosa.

Porque de eso se trata: según esta corriente, entrenar un cuadro de fútbol es un hecho casi científico, que exige "trabajo" -en el sentido de la investigación en un laboratorio- para alcanzar el exito. Si las cosas después no salen como era de esperar, no importa, porque al menos en la semana se trabajó con seriedad. Es lo que explica el buen trato a Bielsa después de conducir en 2002 a la albiceleste a su peor desempeño en la fase final de un mundial (eliminado en ronda inicial) desde 1962. Por eso no se le criticó su idea de que Batistuta y Crespo no podían jugar juntos, como sí se hizo con la misma tesitura de Passarella.

Cuando Simeone, luego de ser campeón con Estudiantes, se fue a River, tenía todo para candidatearlo como futuro técnico de la selección. Es trabajador, serio, y estuvo muchos años en Europa, donde además desarrolló un gusto por la buena pilcha y un look tecnomoderno. Sólo le faltaba cubrirse de gloria con el equipo de la banda roja y, después, sería cuestión de esperar (u operar) para proyectarlo al banco de la selección.

Ramón Díaz es, desde ese ángulo, su contrafigura perfecta. Cultiva sin pudores un perfil de pícaro y chicanero; sus instrucciones desde el costado -para impartir las cuales llama la atención de sus jugadores mediante unos insólitos chiflidos- no pasan de repetir "¡Vamos, vamos...!" entre salivazos de costado; discute con los árbitros; y como entrenador tuvo un paso tan efímero como gris por Europa, en un ignoto club de ascenso. Para colmo, es riojano y nadie olvida sus noventistas simpatías por su coterráneo más famoso.

¿Cómo explicar, entonces, lo que pasó este jueves? El científico tenía todo servido en bandeja y el chanta estaba a punto de ser eviscerado. Sin embargo, el serio hocicó ante el pícaro.

Es que todos nos olvidamos de lo que Dante Panzeri escribió hace como medio siglo: el fútbol, definió, es "dinámica de lo impensable".

¿Trabajo? Sí, para poner a punto el físico de los jugadores; para ensayar la forma en que el equipo se distribuirá en la cancha; para ensayar jugadas, tanto defensivas como de ataque. Es decir, para probar y ver si después sale en la cancha. Pero esto último, está por verse.

En definitiva, en la cancha todo dependerá del jugador (no sólo de su mayor o menor talento, sino de si durmió bien la noche anterior, si discutió con la bruja, etc.etc.) y de otras cuestiones tan impensables como el pique en falso de una pelota (pregúntenle sino a Carrizo por qué casi la tiene que ir a buscar por tercera vez adentro del arco la otra noche), la lluvia caída, el calor, el viento y muchos otros factores.

Termino con la perorata: quizá las mayores virtudes de Ramón Díaz no tengan que ver con aspectos "técnicos" que se "trabajan", sino con otras mucho más etéreas. Una de ellas, el "ojo" para elegir jugadores: el Lobo Ledesma vegetaba en Colón, la Gata Fernández era ninguneado en River, Orión era un suplente con poco vuelo, Osmar Ferreyra recibía una andanada de silbidos antes de poder tocar la pelota, D'Alessandro andaba peleándose con medio mundo en España, Bergessio no jugaba nunca en el Benfica. Todos ellos terminaron siendo piezas importantes del equipo.

La otra virtud que sospecho tiene, es su capacidad para conducir un grupo (en esto me hace acordar al chileno Pellegrini) y galvanizarlo en pos de objetivos comunes. El partido que comento aquí es una prueba, al igual que el triunfo en el torneo Clausura 2006/2007 con casi los mismos jugadores que venían de ser goleados de forma estrepitosa en el Apertura por Boca y River.

Lo que va a pasar de aquí en más con San Lorenzo, River, Díaz y Simeone nadie lo sabe. Lo que es seguro, es que no dependerá sólo del trabajo y la seriedad.

jueves, mayo 08, 2008

miércoles, mayo 07, 2008

Conspiración internacional


No conforme con habernos sumido bajo una nube de humo que provocó la muerte de nuestros hermanos en las rutas, la oligarquía vernácula ha recurrido a su homónima trasandina, que nos envía una tenebrosa nube de ceniza.

Tiene razón la presidenta, "tarde o temprano las máscaras se caen".

lunes, mayo 05, 2008

Bolivia II



Sigo "pensando en voz alta" o escribiendo sin pensar.

Quizá Bolivia se esté pareciendo, para su desgracia, a la Argentina.

Nosotros fuimos (somos) el país que, teniéndolo todo, no logró nada, en las antípodas -tanto económicas como geográficas- de Japón. Hoy nuestro complejo agroindustrial competitivo y moderno es capaz de elaborar sus bienes en la cantidad y calidad con que los requiere la demanda mundial, pero mientras los precios crecen sin cesar, debido a una puja sectorial nos prohibimos exportarlos...

Bolivia flota sobre un mar de combustibles fósiles, cuyos precios han trepado a los niveles más altos de la historia, pero los consume en su propia hoguera política antes de poder transformarlos en una mejor calidad de vida para su población...

Bolivia


¡Qué difícil me resulta formarme una opinión respecto de los conflictos actuales en Bolivia! O, mejor dicho, lo que no llego a construir en mi interior es una visión definida en blanco-sobre-negro, porque antes surgen demasiados matices del gris...

Por un lado se me aparecen las referencias al racismo más cerril, a partir del gesto adusto de quienes no se preocupan por reprimir expresiones despectivas contra "ese indio"... Reflejos vigentes de una sociedad con signos de fragmentación, de muy larga data y triste memoria, enraizados en los subsuelos más oscuros del alma humana.

Por el otro, la cuestión aparenta ser una réplica del clásico conflicto interior-centralismo capitalino, con la puja por la distribución regional de la renta. Casi una versión renovada de la antigua antinomia entre federales y unitarios, o entre porteños y provincianos, que además en los días que corren está reapareciendo en esta Argentina que se empeña, estúpida y vacua, en volver a andar a paso de cangrejo...

¿Será posible que, una vez más, los distintos grupos sean incapaces de sentarse en torno a una mesa y, antes de pronunciar palabra, escuchar al de enfrente? ¿Cuánta gente tendrá que morir aún para que sobreviva el supremacismo en cualquiera de sus versiones?