viernes, junio 27, 2008

El sueño de Cassandra


"El sueño de Cassandra" es una película sobre los principios morales. O, dicho de otro modo, sobre los riesgos de trasponer un límite más allá del cual no existe camino de retorno. La anécdota se centra en los apuros económicos que, por distintos motivos, acucian a dos jóvenes hermanos. De un modo casi impensado, ellos se verán compelidos a cometer un crimen por encargo, perspectiva que los sume en profundas crisis y contradicciones.

La atmósfera del film es densa, por momentos irrespirable. Como en "Match Point", los acontecimientos se van concatenando de manera casi inevitable, hasta llegar al desenlace trágico. No hay rastros del clásico humor de Woody Allen, que en esta etapa de su carrera ha acentuado una mirada ácida de la realidad. Lo que permanece es la mano maestra con que sabe conducir el relato. Las actuaciones de Ewan Mac Gregor y Colin Farrell (en especial, la de este último) son muy buenas.

Creo que esta tercera película de la trilogía que filmó en Gran Bretaña entre 2005 y 2007 (y que sigue a la olvidable "Scoop"), nos devuelve a los admiradores de Woody las pinceladas de su gran talento.

jueves, junio 26, 2008

Zambita carpera


"En la Argentina 2008, el pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus acampantes". Louis Cyphre en "El Opinador Compulsivo".

"Los que hoy gobiernan nuestro país pertenecen a esa generación del '70. Se formaron intelectualmente y emocionalmente alrededor de esas ideas. (...) Los dos referentes principales, en su momento, no formaron parte del grupo combatiente. Eso les ha dejado un territorio de nostalgia o de culpa y (...) en nuestros días imaginan saldar una deuda con el pasado que no encarnaron en primera persona con actitudes de valentía y reivindicación". René Balestra en "La Nación".

¡Qué querés que te diga!

Links:
Democracia de Camping, en El Opinador Compulsivo.
La falta de imaginación al poder, en La Nación.

viernes, junio 20, 2008

De progresía y honestidad


Aquel ¿sueño? de la transversalidad hacia un partido de centroizquierda, superador del pejotismo, nunca se hizo realidad. Hoy su mentor es nada más y nada menos que el presidente del otrora despreciado justicialismo (aunque su esposa se regodee diciendo que ella prefiere llamarlo peronismo).

Sin embargo, no toda aquella prédica cayó en saco roto. Buena parte impregnó de modo indeleble a ciertos pensadores sensibles para los cuales no existen el caso Skanska, las valijas voladoras, los empresarios exitosos como Rudy o Cristóbal, las estadísticas falsas, o los grupos de choque de D'Elía y Pérsico. Por ahí andan, entonces, intelectuales como Feinmann, Braceli, Viñas, Pavlovsky y varios más, defendiendo aquí y allá el progresismo (!) del gobierno.

Entre esos tipos y yo hay algo personal, que no es ideológico, sino que gira -digamos- en torno a la honestidad intelectual. O a la falta de ella.

Todo lo contrario me ocurre con Beatriz Sarlo y Martín Caparrós, por caso, quienes sostienen sus argumentaciones políticas -que casi nunca comparto- con una coherencia que se origina, me parece, en el saludable ejercicio de no mentirse a sí mismos.

A propósito, invito a compartir dos muy buenos artículos, donde estos escritores se ocupan de las reiteradas apelaciones K al pasado. El de Caparrós, publicado en Crítica Digital, no está exento de acidez; el de Sarlo, en La Nación, no se priva de evidenciar el carácter decorativo (o berreta, como diría Aníbal F.) de las erróneas citas presidenciales a Marx.

Links:
Martín Caparrós: En honor a la famosa Memoria
Beatríz Sarlo: La prisión del pasado

Clásica y Moderna


Desde hace un tiempo, cuando estoy en Buenos Aires me doy una vuelta por la Av. Callao al 800, entre Córdoba y Paraguay, donde está "Clásica y Moderna". Es una vieja librería (fundada hace más de setenta años) en la que además funciona un restaurant y confitería, y en el que por las noches suele haber interesantes espectáculos.

Almorzar allí es un placer, por el ambiente agradable, la buenísima onda del personal (cosa no muy frecuente en estos tiempos desangelados), el excelente acompañamiento de un pianista que desgrana con maestría tangos y boleros, y la calidad de la cocina.



Un lugar muy recomendable; si andás cerca, te sugiero visitarlo.


Un empate con gusto a empate


El seleccionado brasileño del miércoles pasado traicionó medio siglo de historia, al plantear el partido con el pensamiento fijo en no perder. Agrupado atrás, con un delantero y medio, sin mandar a los marcadores laterales arriba, el scratch fue una lágrima. Sin embargo, no pudimos ganarles.

Es cierto que mejoramos respecto del domingo (lo cual no fue ninguna hazaña, porque aquello había sido horrible) y en general fuimos superiores. La dupla Gago-Mascherano controló el medio campo, y en particular el volante de Real Madrid jugó como para que Basile se olvide de Verón de una vez por todas (sí, el tema me obsesiona). Atrás tuvimos solidez, en particular porque Abbondanzieri me tapó la boca con su seguridad y Coloccini estuvo muy firme. Burdisso y Heinze siguen siendo demasiado rústicos, para mi gusto, cuando les toca salir jugando, en especial el primero.

Pero de tres cuartos en adelante no mostramos capacidad para hilvanar jugadas y faltó "explosión", como pedía el Bambino. Tampoco tuvimos desborde por los costados, salvo alguna trepada de Jonás Gutiérrez. No sé si Riquelme y Messi están peleados como dicen los periodistas, pero está claro que todavía no sintonizan en la cancha, más allá de algunos pocos encuentros. Esta vez Román estuvo bastante enchufado, en cambio Leo anduvo "torcido" y muchas veces perdió la pelota por no largarla a tiempo. Igual, al final se despertó y estuvo a punto de marcar.

Viendo a Brasil uno entiende por qué el público no lo quiere a Dunga. Si bien le faltaron algunas estrellas, el equipo carece de vuelo y tal vez esté atravesando un sorprendente ciclo de decadencia, del cual hablamos acá, y que puede haber comenzado en el Mundial 2006. Por eso, creo que desperdiciamos una buena oportunidad para ganarles de visitantes.

Vamos a ver cómo evoluciona nuestra selección. Jugadores hay de sobra (recordar que en esta serie no estuvieron Tévez, Cambiasso y Crespo, entre otros) pero falta ensamble, como diría un comentarista antiguo...

jueves, junio 19, 2008

Morir por un sánguche


Iba a postear algo acerca del incendiario discurso que ayer pronunció la Jefa Espiritual (el Jefe Material es otro), pero esta noticia me sacó las ganas.

Además, hay una diputada que dice que el clientelismo forma parte de la democracia. Sólo falta que alguno declare que ese pibe de 21 años fue un mártir del gobierno popular y de la lucha por la redistribución del ingreso.

martes, junio 17, 2008

Estoy de acuerdo con Cristina


Cristina Fernández está donde está porque la votaron los que estaban de acuerdo con la continuidad del gobierno de Kirchner, aceptando así la burda estratagema de la alternancia entre ella y su marido que apuntaba a perpetuarlos en el poder. Así que las prédicas para que el jefe del PJ permita gobernar a su esposa o para que deje de creer que sigue siendo presidente no tienen mucho sentido.

Entre esos votantes, por cierto, estuvieron muchos de los chacareros de la FAA que hoy la enfrentan, presididos por un admirador confeso de Evo Morales y amigote de Luis D'Elía.

Pero también Cristina Fernández ocupa el sillón de Rivadavia porque no hubo una alternativa opositora capaz de captar el interés o la esperanza de los votantes. Y esto creo que es producto de la comprensible actitud escéptica de muchas personas que, teniendo capacidad para ejercer cargos públicos,han optado por alejarse de la práctica de la política. Las razones de esto (que se suele denominar "crisis de los partidos políticos") pueden ser muchas, pero creo que se podrían describir de la siguiente manera: dado que la escena política es un chiquero, la gente limpia se ha alejado de allí, dejando en su centro a los cerdos que no sienten asco por el barro y el mal olor. Las cosas podrán empezar a cambiar cuando esos argentinos con ideas y honestidad opten por dedicarse a la política, no antes.

Por eso, estoy de acuerdo con algo de lo que hoy dijo la presidentE, lo cual confirma que no tengo ánimo destituyente.

domingo, junio 15, 2008

Un empate con gusto a derrota


Empatar en el Monumental contra Ecuador en el minuto 93 y medio es algo muy parecido a una derrota, pero lo peor es que la selección jugó decididamente mal.

En la reciente gira por Estados Unidos, el equipo goleó y jugó muy bien contra México, y tuvo buenos pasajes en el partido frente a los locales. La dupla Gago-Mascherano funcionó de maravilla en la mitad de la cancha, y de tres cuartos para arriba hubo un juego fluido al combinar precisión con velocidad (lo más difícil de lograr en el fútbol actual, tan "físico"). Daba para ilusionarse.

Sin embargo hoy no hubo nada de eso, pese a que arriba estuvieron los "chiquitos". Basile "volvió a las fuentes", haciendo jugar de entrada a Verón, por Gago, y a Riquelme. La Brujita hizo un discreto primer tiempo, metiendo dos o tres certeros pases, aunque lejos de ser el fervoroso conductor de Estudiantes, y en el segundo desapareció sin aviso. Román estuvo en uno de esos días en que nada le sale, y tampoco la embocó en un par de tiros libres.

Por un lado, me pregunto si el Coco seguirá insistiendo con Verón, quien a mi modo de ver ya ha demostrado varias veces que la celeste y blanca le pesa como una armadura medieval. Y por el otro, me temo que continuará inmolándose con Riquelme, ya que ha declarado que jugará siempre "si está bien" (supongo que se referirá al estado físico). Además, confía tanto en él que no lo saca aunque esté jugando mal, como ocurrió esta noche pero también en otros partidos. Lo mismo sucedía con Pekerman, que sólo al final del encuentro contra Alemania en el Mundial 2006 se decidió a cambiarlo. Es curioso, Riquelme parece motivar en los DTs desde odios terminantes (Bielsa, van Gaal, Pellegrini) hasta amores incondicionales (Bianchi, Pekerman, Basile).

En fin, veo complicado el partido del miércoles contra Brasil, por más que ellos llegarán heridos (o quizá debido a eso mismo...). Para colmo, como le gusta decir a mi amigo Martín, "Abbondanzieri siempre un golcito te garantiza..."

martes, junio 10, 2008

Aguante Bombita

Supuestos transgresores, hay muchos. Pero en la Argentina de estos tiempos, en los que Verbitsky y Bonasso conforman el think-tank del gobierno, creo que la máxima transgresión es la que practica Diego Capusotto, nada menos que desde "la televisión pública". Si no me creen, vean este video impagable de "Bombita Rodríguez".

A redistribuir (mientras haya soja), parte II, o el peligro chino




Secuencia posible: por las medidas antiinflacionarias del gobierno, se desploman las bolsas de valores en China; la locomotora de la economía mundial deja de crecer a tasas chinas; disminuye su demanda de soja; cae el precio de la soja en el mercado internacional; la recaudación cristinística por retenciones disminuye; el plan de redistribución no arranca, o si ya arrancó se detiene; Hebe de Bonafini pide a Interpol que detenga al presidente chino.

lunes, junio 09, 2008

A redistribuir (mientras haya soja)



El gobierno acaba de anunciar que con lo recaudado por el aumento en las retenciones financiará un programa de "redistribución social".

¡Hombre, haberlo dicho antes! Hace noventa días, por ejemplo...

Al escuchar la noticia supongo que más de un hipotético beneficiario de ese programa se debe haber preocupado, recordando que la construcción de hospitales y viviendas "populares" (¿cuáles serán las "impopulares"?) dependerá de la evolución de un cultivo que el propio gobierno ha declarado poco menos que plaga nacional, por lo que se ha propuesto encarar la "desojización".

¡A ver, un Fernández (excepto el ministro de economía) que explique esto!

Para la imagen que ilustra este post se me ocurre un nombre: oxímoron

viernes, junio 06, 2008

El gobierno arrió una bandera



Si existe una bandera que cobijó por igual bajo su paño a responsables y simpatizantes de las políticas económicas en curso desde 2002, esa es la del tipo de cambio alto. Más que bandera, ha sido un estandarte blandido para guía y aliento de las tropas lanzadas a la guerra contra los demonizados noventa y en defensa de la industria nac & pop.

Eso, hasta ayer nomás, cuando para sorpresa general, y después de años de operar en la plaza para sostenerlo, el BCRA ha hecho exactamente lo contrario.

Las razones para tan inesperada claudicación parecerían estar emparentadas con una conducta típicamente kirchneriana: disciplinar a quienes en las últimas semanas -alarmados por las turbulencias de dominio público- compraron dólares a 3,20 o más. Si esta especulación fuera cierta, de paso, la supuesta independencia de la autoridad monetaria quedaría desmentida por completo.

En cualquier caso, es de suponer que la bronca del oficialismo amainará en poco tiempo más, porque la medida no sólo afecta a la burguesía nacional abaratando importaciones, sino también a la caja gubernamental, al disminuir el valor de la recaudación por retenciones a las exportaciones que hoy configuran el nuevo pendón combativo.

miércoles, junio 04, 2008

¿Se viene el escrache?

(click en la imagen para agrandarla)

Los controles de precios jamás funcionaron. La historia económica registra innumerables ejemplos de ello, de Diocleciano a Galbraith y de Confucio a Perón. Y ni un solo éxito.

Quizá reconociendo esto, el gobierno provincial ha decidido ir un paso más allá, instrumentando controles sobre, según dice la norma, los márgenes de ganancias de los comercios. De manera que algunos funcionarios públicos dedicarán una parte importante de su tiempo a elaborar un "cuadro comparativo de precios, indicando los locales comerciales a los que corresponden" y luego, según señaló el ministro Aramburú, el gobierno "emitirá opinión sobre el margen de utilidades que obtienen los establecimientos relevados".

No se sabe qué ocurrirá después. Supongamos que Ud. tiene un mercadito, y que el gobierno provincial opina que sus márgenes de ganancia son demasiado altos. ¿Se lo escrachará, pintando en las paredes de su casa o negocio consignas como "Abusivo"? ¿O se le acusará ante la justicia por algún supuesto delito?

Salvando las distancias, ¿no suena esto demasiado parecido a los escraches de los nazis contra los comerciantes judíos?

¿Qué vendrá después? ¿La provincialización de los comercios?

martes, junio 03, 2008

Partido agrario y lealtad




Una de las derivaciones de la actual locura nacional (como denomina con acierto Eliaschev al escenario surgido del conflicto agro vs. gobierno) es la futura creación de un "partido agrario".


La cosa creo que empezó a comentarse después de que Alberto Fernández descalificó a un acto organizado por las entidades ruralistas por ser, según él, de índole "opositora", como si eso fuera un delito. Un demócrata, el Alberto.


Ahora bien, ¿por qué tiene asidero -más allá de que se concrete o no- la versión sobre ese nuevo partido? Me parece que por lo siguiente: las personas que protestan, lo hacen de esa manera debido a que no se sienten representados por quienes ellos votaron, y no me refiero sólo a gobernadores e intendentes, sino en particular a los legisladores. En consecuencia buscan canalizar sus reclamos por una vía que, si las instituciones funcionaran, no debería ser la principal ni, mucho menos, la única.


El problema quizá se origine en el legado peronista sobre la "lealtad política", que tiene el sentido "de abajo hacia arriba". Recordemos las múltiples expresiones de lealtad hacia Perón y Evita por parte del pueblo peronista, cuando en realidad lo que debiera caracterizar a un sistema republicano y democrático sería la lealtad de los gobernantes hacia quienes los votaron, es decir, de arriba hacia abajo.


Hoy, esos legisladores que optaron por ser leales al jefe y no a sus votantes, delegándole atribuciones que la Constitución les asigna a ellos, hacen un culto del bajo perfil, esperando que la bronca que los chacareros ejercen contra gobernadores e intendentes no se dirija hacia ellos, como lo merecerían. El nulo papel del Congreso en todo este entuerto es, tal vez, una de sus facetas más patéticas.


Creo que en la legítima idea del partido agrario (que yo no comparto) subyace, en realidad, la crisis institucional que nos sigue agobiando.