domingo, enero 31, 2010

Quinteto Ventarrón

El quinteto "Ventarrón" es un agrupación bastante nueva, aunque todos sus integrantes ya tenían trayectorias importantes cuando la fundaron en 2000. Los conocí por medio de unos archivos de Mp3 que me pasó Juan, un joven con el que compartimos el gusto por la buena música y, en particular, por el tango.

Así es que llegan a P & M en este domingo tanguero, las guitarras de César Angeleri, Roberto Calvo y Gustavo Margulies; el guitarrón de Néstor Basurto y el contrabajo de Marcos Ruffo, haciendo una excelente versión -con arreglo propio- de la milonga "La trampera", que Aníbal Troilo compuso en 1951. Espero que disfruten del ritmo y la armonía de esta interpretación.



jueves, enero 28, 2010

La quinta mujer


Las novelas negras de autores escandinavos parece que se pusieron de moda en Europa a partir del éxito de la trilogía Millenium, del malogrado sueco Stieg Larsson, cuyo primer libro se publicó en 2005. Sin embargo, para esa época su compatriota Henning Mankell ya había escrito una docena de obras, en su mayor parte integrantes de la serie protagonizada por el inspector Kurt Wallander.

"La quinta mujer", editada en 1996, es la segunda novela de Mankell que he leído, y me temo que voy en camino de convertirme en un seguidor de ese policía sagaz con matices de antihéroe, que mientras enfrenta los dilemas planteados por los criminales, tiene dificultades para relacionarse con sus afectos (su padre, su hija adolescente, su ex esposa, su novia residente en el extranjero) y percibe con preocupación ciertos cambios que van conformándose en la sociedad de su país.

Con admirable minuciosidad, el autor relaciona los asesinatos de tres hombres en apariencia pacíficos (aficionado uno a la ornitología, otro a las orquídeas y el tercero a la poesía) que en principio no parecen tener vinculación alguna entre sí. El inspector Wallander se desespera por encontrar el hilo conductor entre los tres episodios, convencido de que detrás de los crímenes hay una trama tenebrosa y una profunda sed de venganza de alguien que planea sus acciones con una frialdad y una precisión sorprendentes. A medida que se indaga en el pasado de las tres víctimas, empiezan a surgir elementos significativos, aunque la investigación por momentos parece estancarse, para desesperación de Wallander y sus colaboradores.

El protagonista, entre tanto, comprende que Suecia está cambiando. Ya en la excelente "Asesinos sin rostro", primera obra de la serie (1991) el objeto de sus desvelos era una xenofobia aún incipiente, a la que ahora se agregan las manifestaciones en favor de una suerte de justicia por mano propia con que demasiados ciudadanos suecos pretenden responder a la creciente sensación de inseguridad que los sacude. Esto último, me apresuro a aclarar, planteado en términos escandinavos, con lo que quiero significar que el asunto dista bastante de la realidad que sufrimos en la Argentina de nuestros días...

La trama policial, al igual que en las obras del italiano Andrea Camilleri, sirve de vehículo para reflejar los problemas que aquejan a la comunidad en la que se desarrollan los acontecimientos. Kurt Wallander es un hombre común y corriente que trata de hacer su trabajo lo mejor posible, lo cual le exige un compromiso y una dedicación enormes. Su vida familiar sufre las consecuencias de esa entrega profesional, y aunque los problemas cotidianos lo distraen por momentos (desde la necesidad de cambiar un auto que cada tanto lo deja de a pie hasta el sueño de volver a formar un hogar), no cejará en su empeño por descubrir las claves de esas muertes.

Insisto, creo que voy a leer más libros de Mankell.

lunes, enero 25, 2010

Haití


"En el regreso, por casualidad, se detuvieron un momento en el camino donde abraham estuvo hablando con el señor y ahí caín dijo, Tengo un pensamiento que no me deja, Qué pensamiento, preguntó abraham, Pienso que había inocentes en sodoma y en las otras ciudades que fueron quemadas, Si los hubiera, el señor habría cumplido la promesa que me hizo de salvarles la vida, Los niños, los niños eran inocentes, Dios mío, murmuró abraham, y su voz fue como un gemido, Sí, será tu dios, pero no fue el de ellos."

(Fragmento de "Caín", de José Saramago. Bs. As., Alfaguara, 2009)

Menazame...

(Clik en la imagen para verla mejor)

El bochornoso sainete que coprotagonizan el oficialismo kirchnerista (estrella principal de esta obra), Martín Redrado y los líderes de la oposición nos ofrece cada día un episodio nuevo.

Ahora, el golden-boy ha prometido contraatacar, advirtiendo que puede revelar los nombres de los "amigos del poder" que han comprado dólares.

Es una típica reacción de los políticos peronistas: blandir la amenaza de sacar a la luz el esqueleto que -presumen- el enemigo político (no olvidar que ellos no tiene adversarios) preferiría mantener oculto en un recóndito armario. Cosa que rara vez termina concretándose, dicho sea de paso.

Sin embargo, y como suele suceder con quienes tienen algo que temer, la amenaza ha surtido efecto, provocando una respuesta del jefe de gabinete que, si se la piensa un poco, tiene un tinte insólito.

En efecto, Aníbal Fernández le ha pedido a Redrado que haga la denuncia porque, de lo contrario, el gobierno hará una en su contra por encubridor.

¿A qué tipo de denuncia se referirá el locuaz funcionario? Porque en nuestro país, la compraventa de moneda extranjera no es, en principio, un delito. De hecho, el mismísimo jefe político de Fernández no ha tenido ningún problema por incluir sustanciosos activos en dólares en la declaración del patrimonio que año tras año ha venido construyendo laboriosa y eficazmente con su esposa, según lo ha comprobado hace poco el juez Oyarbide.

Entonces, mal podría Redrado, en caso de no concretar su amenaza, quedar incurso en la figura del encubridor. A lo sumo se le podría acusar de callar acerca de conductas que representarían nada más que una flagrante contradicción entre el discurso y la acción de ciertos nac&pop, pero, bueno: eso es política, argumentaría cualquiera de ellos.

Salvo que la revelación de Redrado conduzca a otro terreno, como sería el de la incongruencia entre patrimonios declarados y operaciones de compras de dólares por parte de esos "amigos del poder". En cuyo caso, huelga decirlo, la AFIP entraría en acción con rapidez similar a la demostrada al rodear y allanar el año pasado el edificio del grupo Clarín.

En fín, habrá que estar alerta a lo que revele el periodismo comprometido.

domingo, enero 24, 2010

Camerata Porteña

Por lo general, las interpretaciones de tango con "muchas cuerdas" no me gustan demasiado, más bien lo contrario. Siento que, más allá de la buena o muy buena técnica, a esas expresiones les suele faltar "roña" tanguera. Se trata, claro, de una apreciación muy subjetiva.

Tal vez por eso traigo en este domingo al cyberespacio de P & M un video de la "Camerata Porteña", un grupo que ha logrado un muy agradable ensamble de las predomintantes cuerdas con una base de teclados, guitarra eléctrica, bandoneón y (rareza) saxo.

Se trata de un conjunto creado en 1986 por el pianista, arreglador y cantante Marcelo Rodríguez Scilla a instancias de Astor Piazzolla, que desde entonces ha venido desarrollando una rica e intensa actividad.

La Camerata interpreta aquí uno de mis favoritos (me atrevo a decir, uno de los "top five") de la obra piazzolliana. Se trata de Escualo, un tema que Astor compuso como tributo a las cualidades de su violinista Fernando Suárez Paz, asunto del que este blog se ocupó aquí.

Además del afiatado desempeño del conjunto, se destaca la excelsa calidad del primer violín, a cargo de Sebastián Prusak.

Link al sitio oficial de la Camerata Porteña


martes, enero 19, 2010

Comparaciones apabullantes


Cuando se analiza la historia económica, es frecuente encontrar indicadores que demuestran que la Argentina de fines del Siglo XIX y comienzos del siguiente (la de la "generación del progreso" liderada por Roca e integrada por figuras como Pellegrini, R. Sáenz Peña, Bernardo de Irigoyen y J.V. González, entre otros) podía compararse, sacando ventajas en más de un rubro, con muchos países de Europa así como con los Estados Unidos, Canadá y Australia. Por ejemplo, en 1913 el PBI per cápita argentino representaba el 64% del estadounidense, se equiparaba a los de Francia y Alemania, era una vez y media el de Italia y duplicaba al de Japón ( * ) ver nota al pie. Un siglo más tarde, a nadie en su sano juicio se le ocurriría intentar siquiera establecer un parangón con ninguna de esas naciones.

Los motivos por los cuales transitamos el sendero desde la promesa a la frustración son varios y, en todo caso, controvertidos. Lo cierto es que nuestro retraso en materia económica y su consecuencia, el deterioro relativo de la calidad de vida de la población, han ido de la mano de un descalabro institucional que parece no encontrar su piso, hundiéndose cada día un poco más.

Entre las instituciones más dañadas y, por ende, que acusan un mayor desprestigio, están las de la política, que el ciudadano común vislumbra como un magma pegajoso dentro del cual forcejea un conjunto de personajes más o menos impresentables. Si bien hay (unos pocos) actores políticos a los que no sería justo endosar esa definición, su capacidad de maniobra parece ser mínima ante la magnitud del desbarajuste.

Entonces, en el plano político la comparación vuelve a ser imposible. Pero ya no con sociedades que pertenecen a lo que suele llamarse -con cierta ambigüedad- el mundo desarrollado, sino con vecinos latinoamericanos desde donde, hasta no hace mucho, algunos podían mirarnos con algo de envidia.

Hace poco, Uruguay nos dió una clase de civismo y sensatez, desde el transparente proceso de elecciones primarias que ungió a los candidatos de los diversos partidos hasta la competencia presidencial que determinó la continuidad del Frente Amplio en el poder, con el triunfo de José Mugica.

Ahora, Chile también nos enseña el camino. Su pueblo ha optado por un cambio en la orientación política, que podría resultar sorprendente atendiendo tanto a los logros que la Concertación alcanzó en casi 20 años de ejercicio del poder como a la excelente imagen que rodea a la presidente saliente Michelle Bachelet.

Explicaciones sobre esta aparente contradicción hay varias, la mayoría de las cuales apuntan a un comprensible desgaste del oficialismo que habría generado en los electores la necesidad de determinar una alternancia. En torno a este asunto coinciden los analistas, por encima de interpretaciones sobre el perfil de Eduardo Frei, el candidato perdidoso. Y esto último tal vez sea así porque la política chilena no está tan influida por el personalismo (¿mesianismo?) que caracteriza al escenario argentino. La aludida buena imagen de Bachelet estaría confirmando este rasgo.

Pero otro enfoque plausible aunque no opuesto al anterior, se centra en que la proposición de cambio de Sebastián Piñera no revestía un afán fundacional, como ocurre en nuestro país. El candidato de la derecha no prometió dar vuelta como una media al sistema de políticas sociales construido por la Concertación en todo este tiempo, sino que por el contrario, tras elogiarlo elaboró un discurso orientado a lograr una mayor eficiencia del aparato estatal (incluyendo el aspecto de la seguridad) desde un marcado profesionalismo en la gestión. Para una economía que desde hace tiempo había venido demostrando su vocación para insertarse con éxito en el comercio internacional, propuso mejorar la competitividad incrementando la productividad. En síntesis, se basó en el mantenimiento de los grandes lineamientos políticos del Estado que había desarrollado la Concertación, agregando aquellos puntos que son caros al liberalismo moderno. Y el pueblo lo votó.

El propio acto eleccionario chileno debería ser también un motivo de admiración para el observador argentino. Pese a que la cosa estuvo muy pareja, no hubo sospechosos retrasos en el anuncio de los resultados: a las seis de la tarde ya estaba el oficialista Frei reconociendo su derrota. Y no sólo eso, sino que casi enseguida se encontró con el vencedor, junto a las familias de ambos, para saludarlo.

El contraste con el bochorno protagonizado por Kirchner y su cohorte tras la derrota en junio pasado ("perdimos por poquito", "ganamos en El Calafate, mi lugar en el mundo", "en realidad, ganamos") es apabullante para nosotros. Casi tanto como la escena del desayuno que compartieron, a la mañana siguiente de la elección, Piñera y la presidenta quien, con una humildad que debería hacer sonrojar a su par (!!!) argentina, no dudó en trasladarse a la casa del candidato triunfante para felicitarlo y conversar con él.

Un día después, Cristina Fernández postergaba un viaje al exterior para no posibilitar su reemplazo temporario por el vicepresidente Cobos...

( * ) Fuente: Felipe A. M. De la Balze, compilador - "Reforma y convergencia: ensayos sobre la transformación de la economía argentina". Bs. Aires, 1993

(La imagen es de La Nación)

martes, enero 12, 2010

Buitres


Recrudece la campaña antiargentina, quizá cebada por las evidencias de éxito.

A poco de habernos enterado de la aviesa maniobra de la IFFHS (Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol) ubicando a Diego Maradona entre los peores DT de fútbol (nada menos) del mundo, los argentinos hemos tenido que soportar hoy otra cruel decisión de Thomas Griesa, ese anciano canalla a cargo de un juzgado neoyorquino, quien no ha dudado en embargar reservas del Banco Central. Lo cual no sería tan grave para el gobierno (después de todo, qué le hace una mancha más al tigre) si no fuera porque corrobora una presunción al respecto del Golden-boy de chocolate, hoy (des)calificado como "okupa del BCRA" por la Presidenta.

La situación parece haber ingresado en un ambiguo terreno surrealista. El ministro Boudou salió a criticar la medida del veterano "embargador serial", pocos momentos antes de que la jefa del Estado (de alguna manera hay que llamarla) embistiera -una vez más, y no será la última- contra su vicepresidente, la justicia, la oposición y "los medios" (en particular, los diarios Clarín y La Nación). En la misma declaración, la Sra. de Kirchner no se privó de recordar que en ocasión del "megacanje" de Cavallo, el país contrajo deuda a una tasa de 15%. "Por ahí, algún juzgado sigue una causa por este tema", apuntó filosa Cristina, quizá olvidando que fue ese, precisamente, ese y no otro el valor de la tasa que su gobierno convalidó no hace mucho al colocar unos bonos en la cartera de su aliado bolivariano, hoy tan atribulado como ella por los avatares de la política y la economía.

De un modo cuando menos sorprendente, los indicadores (no los del Indec, sino los reales) económicos no han dado señales demasiado preocupantes. ¿Significa esto que el autismo gubernamental ya no provoca la reacción de los mercados? Si así fuera, sería grave en la medida en que evidenciaría la irrelevancia del gobierno en términos de su influencia sobre el acontecer económico, político y social. En otras palabras: estaría mostrando que la verborragia de Aníbal Fernández es de una vacuidad patética sólo comparable con la de la Presidenta, a quien, dicho de una manera un tanto brutal, ya nadie le daría bola.

Enseñando el camino


El tal vez no tan todopoderoso Chávez, quizá por no contar con un funcionario de la formidable eficiencia de nuestro nunca bien ponderado Napia, lanza al ejército contra los comerciantes por "remarcaciones y especulación". Al mismo tiempo, y redoblando aquella apuesta de la "ducha comunista de tres minutos", el gobierno venezolano inicia hoy un plan de racionamiento de luz en todo el territorio nacional para, según declara el ministro del área, evitar una situación crítica que llegue en febrero a "un apagado general del país".

Después de años de disfrutar de unos muy altos precios del petróleo, su principal producto exportable, Venezuela ha debido llevar a cabo una devaluación competitiva, creando además el "dólar petrolero". El ministro Giordani, mientras reclama que no se apoye "al especulador con las compras", celebra la próxima transferencia de siete mil millones de dólares, de las reservas del Banco Central a un Fondo de Desarrollo Nacional.

Por su parte, el presidente endurece su discurso nacionalista, amenaza con expropiar empresas y vitupera a la oposición.

Despilfarro de los ingresos por exportaciones, inflación reprimida, problemas fiscales, manotazo a los activos, supuestas conspiraciones por todos lados. Una música que suena muy conocida a los oídos argentinos. Lo mismo opina el diario español "El Mundo", que termina hoy una nota editorial al respecto con esta dura frase: "El populismo no funciona en Latinoamérica y todavía menos el socialismo de Chávez. Argentina también está pagando el intervencionismo kirchneriano, que ha sumido al país en la bancarrota de sus cuentas públicas."

Link a sitios donde informarse más:

Aporrea

El Mundo

(La imagen pertenece a ThinkingPlanet.)

domingo, enero 10, 2010

Libertango en cello

Los domingos P & M acostumbra a darse una vuelta por el territorio del tango y, la mayoría de las veces, por el de la la música de Astor Piazzolla, como para moderar un poco las consecuencias de los ríspidos asuntos comentados en la semana.

Parece ser que en la ciudad de Bucarest, Rumania, se lleva a cabo un festival de música denominado "International Bass week", o sea: Semana Internacional del Bajo (o, en este caso, del violonchelo). De su versión del 2009 ha surgido este video, en el que una orquesta ínegramente compuesta por ese instrumento, dirigida por el japonés Daisuke Soga, interpreta "Libertango", quizá una de las melodías más hermosas del género. Una rareza, si se quiere, que a mí me gustó mucho.

(Gracias, Zeta)

viernes, enero 08, 2010

"Es una decisión que no me gustó tomar"


El sainete que tiene como protagonista al recién removido Martín Redrado admite varias miradas.

Una: el gobierno disponía, hasta el 10 de diciembre pasado, de una conformación favorable del Congreso, que de hecho aplicó para sancionar una serie de leyes que le interesaban (como la de medios). ¿Por qué no usó esa mayoría automática para dar el manotazo a las reservas del BCRA? Ya había hecho algo similar con los fondos del sistema jubilatorio de capitalización, así que está descartado un supuesto pudor formal. Es evidente que la medida, no obstante su trascendencia e implicancias, no fue producto de análisis alguno, sino que respondió a las ya clásicas impronta espasmódica y cortedad de miras de Kirchner, el supremo e inapelable diseñador de la política económica del gobierno de su esposa.

Otra: se trata de una nueva manifestación del viejo argumento de las "soluciones políticas" a cuestiones complejas. Como aquellas "tarifas políticas" de las empresas públicas que desembocaron en el quebranto del Estado a fines de los ochentas, cuya versión actual es la política de subsidios cruzados ejecutada por De Vido, Jaime y sus colaboradores. "La política" puede reemplazar tanto a las leyes de la economía como a las estadísticas y a los mecanismos institucionales. En este caso, es un atajo perfecto para evitar las molestias de los procedimientos previstos en las leyes, incluida la Constitución. Uno de los miembros de la fuerza de choque que salió este miércoles a confrontar con los empleados del Banco Central que manifestaban en la puerta de la institución su apoyo al funcionario jaqueado, vociferaba la consigna que le habían dictado sus obvios mandantes: "El pueblo votó a Cristina Fernández de Kirchner. A Redrado no lo votó nadie". Es decir: "la política" está por encima del sistema republicano. Con ese criterio, se comprende que hace poco el Jefe de Gabinete haya intepretado una decisión de la Justicia, atreviéndose no sólo a no aplicarla, sino a reconocer y defender su accionar públicamente. En cualquier momento el oficialismo se sentirá habilitado por el voto popular a desconocer a la Suprema Corte de Justicia, cuyos miembros, se sabe, no acceden a esos cargos mediante elecciones...

Una más; ya lanzado, el gobierno no tiene freno. Desbocado, y tal como ocurrió en la disputa con el campo de 2008, ante cada contratiempo redoblará la apuesta. ¿Qué seguirá al decreto por el cual la Presidenta concretó la decisión que no le gustó tomar, removiendo a Redrado? Creo que es una buena pregunta, cuando parece que el afectado va a recurrir a la Justicia.

La última, y anecdótica: Duhalde suele reconocer que él "puso al loco", aludiendo a su decisión de impulsar a Kirchner, su actual enemigo, como candidato presidencial. Pero este último ha evidenciado ser un buen alumno suyo. En efecto, nadie más que Kirchner eligió a los dos máximos enemigos (en la visión oficialista) de este gobierno: Cobos y Redrado. ¿Habrán tomado nota de esto los funcionarios que aún forman parte del elenco?

(La imagen, de otros tiempos aunque no muy lejanos, pertenece a Crítica Digital)

jueves, enero 07, 2010

Signo de debilidad


Pesto & Malbec nunca ha sido muy redradista que digamos, según se desprende, por ejemplo, de lo posteado aquí y aquí. En síntesis, quien esto escribe no está muy seguro de la supuesta independencia del funcionario en años recientes, más allá de una solvencia técnica que no se le discute. Al contrario, piensa que más de una vez, por agradar al poder, Redrado no tuvo inconvenientes en relajar ciertos pruritos profesionales que ahora parecen importarle muchísimo.

Ergo, una evaluación plausible de este episodio es que se trata de una demostración palmaria de la debilidad política del kirchnerismo. Un hombre que ha tenido la suficiente habilidad como para sostenerse en puestos de alta sensibilidad durante los gobiernos de Menem, Duhalde y Kirchner, jamás se hubiera "plantado" como lo está haciendo si no intuyera que la contraparte no es tan fiera como parece.

Del mismo modo, el oficialismo da otra muestra de su capacidad para, en palabras de Jorge Asís, "chocar la calesita". Desconociendo la nueva relación de fuerzas en el Congreso surgida de las últimas elecciones (después de todo, el ex presidente pasó de decir que perdieron por poquito a que, mirándolo bien, ganaron), el gobierno embistió a ciegas hasta toparse con la pared de un requisito al que no le había prestado atención: la necesidad de contar con la anuencia legislativa para remover al presidente del BCRA. Hasta el propio Cavallo, que no era muy cuidadoso de las formas, debió satisfacer ese requisito cuando se propuso destituir del mismo cargo a Pedro Pou, lo cual logró porque el Congreso de esa época decidió avalarlo.

Quizá el gobierno esté ahora empezando a comprender que las cosas han cambiado. Hace algo más de un año, lograba confiscar los ahorros privados en las AFJPs con apoyo legislativo, por más que la medida fuera resistida por un amplio sdector de la comunidad (empezando por quienes poco antes y al ser consultados, habían optado por seguir en ese sistema). Hoy, se le dificulta concretar una decisión no menos polémica, destinada a sostener una mayor expansión del gasto público cuyo objetivo sería el de mantenerse en el poder en las elecciones de 2011.

La dimensión del daño que esta stuación ocasionará al ya muy deteriorado sistema institucional y al no menos devaluado prestigio internacional del país está por verse, pero no será poco. El sainete está en pleno desarrollo.

Enlaces a blogs con comentarios interesantes sobre este episodio:

El revés del reino

¿Quién lo paga?

50 Amaneceres

lunes, enero 04, 2010

Sandro de América

Durante mi adolescencia, él no entraba en mi consideración. Mis gustos oscilaban entre la música rock & pop y un reciente descubrimiento del folklore, por lo que la temática romántica de los temas que Sandro cantaba (por entonces, él ya había dejado atrás la etapa en que imitaba el estilo rockero de Elvis Presley, acompañado por "Los de Fuego") no terminaba de atraparme. Y su estética del smoking y las camisas con pechera tampoco me atraía.

La vida continuó y, como dice la letra de Homero Expósito, vivir es cambiar. Cambiaron mis gustos, descubrí el tango ("a los que no les gusta el tango, los espero después de los 30", Osvaldo Pugliese) y también las canciones de Sandro comenzaron a llamarme la atención, así como su particular expresividad al interpretarlas. Al mismo tiempo, pude valorar su repercusión popular y ciertas características personales -de las pocas que él dejaba trascender, alejado como estuvo siempre del vedettismo y la figuración- que lo definían como un buen tipo. Un artista que nunca cometió el error de confundirse con su personaje.

Tan importante ha sido su trayectoria, que además de sembrar por toda América Latina clubes de admiradores incondicionales (que seguirán siéndole fieles, no cabe duda), ha tenido numerosos imitadores que le rindieron culto, como ocurrió en el caso de su viejo ídolo Elvis.

La última etapa de su vida lo reveló, además, como un tipo digno y corajudo. Se va de este mundo envuelto en la adoración de sus admiradores y en medio de un respeto generalizado.

P & M quiere recordarlo en este video, cuando Roberto Sánchez estaba en la fase ascendente de la parábola que hoy, tristemente, ha llegado a su fin.