lunes, abril 28, 2008

El recomendado de P & M avisó

Pronosticadores de la economía y la política, así como del fútbol, hay muchos. La mayoría ejercita el oficio en las mesas de café. Unos pocos, lo hacen por escrito.

Muchos pronosticaban la renuncia de Lousteau entre cortados en jarrito y medialunas de grasa. El Abuelo lo escribió en la web (click en la imagen de arriba para verla mejor).

Conclusión: si Pesto & Malbec te recomienda un blog, vos visitalo con frecuencia...

P.D.: ¡aprendan a colgarse de los aciertos ajenos!

domingo, abril 27, 2008

Padre e hijo

¿Acaso no es una imagen tierna?

Astor por Rodolfo

Después de varios domingos en que Astor llegó a P & M de la mano de turcos, rusos y azeríes, seguimos con los argentinos.

Cuando conoció a Piazzolla, en 1961, el jovencito Rodolfo Mederos cursaba biología en la Universidad de Córdoba, mientras dudaba entre continuar con sus estudios o dedicarse por completo al bandoneón. Por suerte, ganó la música.

Pocos años después volvió a Buenos Aires -donde había nacido- invitado por Astor, comenzando una sólida carrera durante la cual integró la orquesta de Osvaldo Pugliese y condujo varias agrupaciones propias. Tocó en el Teatro Colón y en importantes escenarios de Europa; además, participó de grabaciones con Mercedes Sosa, Spinetta y Serrat, entre otros.

En mi más que modesta opinión, se destaca en una generación que integran "monstruos" como Néstor Marconi, Daniel Binelli y Julio Pane. Guardo como tesoros dos discos suyos monumentales: "Mi Buenos Aires querido", con el genial pianista Daniel Barenboim y el contrabajo de Héctor Cónsole, y el que grabó con el guitarrista Nicolás "Colacho" Brizuela.

A continuación, "Adiós Nonino", en solo de bandoneón por Mederos, grabado por un aficionado en lo que parece ser una confitería de San Carlos de Bariloche. Sugiero apagar el celular y escucharlo de pie...


sábado, abril 26, 2008

Camino a Zimbabwe



Juguemos al juego de las semejanzas.

Dice un despacho periodístico fechado hoy en Harare, capital de Zimbabwe:

Las fuerzas del orden detuvieron a todas las personas que se encontraban en Harvest House, sede del opositor Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) en Harare, según declaró el vocero de la policía nacional, Wayne Bvudzijena. "Sospechamos que algunos de ellos han provocado incendios en zonas rurales y vinieron a esconderse en estos locales", explicó. Bvudzijena no especificó el número de detenidos, pero el partido opositor reportó al menos 300.
Los policías antidisturbios "(...) llegaron en ómnibus y en camiones."

En otra nota, datada en Mendoza, se reproducen unas declaraciones del ex presidente Kirchner:

"Me cuesta creer que a quien le va tan bien les corte las rutas a los argentinos, que desabastezca a los argentinos y nos llenen de humo y se mueran diez argentinos en las rutas."

Y hay más:

  • "Zimbabwe tiene una historia y una herencia y nunca tendrá miedo". Robert Mugabe
  • "No es hora que nos patoteen y no nos vamos a dejar atropellar". Néstor Kirchner

Link de un comentario sobre el mismo tema en P & M: Bienvenido al club

Imagen: Robert Mugabe, presidente de Zimbabwe desde 1980.

viernes, abril 25, 2008

Fernández III



¿Qué razones puede tener un economista argentino para aceptar el cargo de ministro?

Dejando de lado tanto las románticas o ingenuas (interés en brindar un servicio al país, patriotismo o algo así) como las inconfesables, se me ocurre que en la mayoría de los casos será por ambiciones políticas. Un buen ejemplo podría ser el de Lavagna, que desde el Palacio de Hacienda se proyectó a una candidatura presidencial.

Otro motivo puede ser la búsqueda de un incremento en el prestigio profesional, que le permita luego desempeñarse con ventaja en el ámbito privado.

Quizá exista también un componente más etéreo, algo así como el impulso a afrontar un desafío, en el que se mezclaría el espíritu aventurero con una autoestima bastante elevada.

Es posible que en torno a esto estén rondando ahora los pensamientos de Martín Lousteau, quien anoche renunció al cargo. Si al asumir buscaba alguno de los objetivos apuntados, es evidente que no lo alcanzó.

Su reemplazante, el tercer Fernández del gabinete de Fernández, no es un "desconocido" ni carece de seriedad, como pretende Joaquín Morales Solá en una nota periodística. Egresado de la Universidad de La Plata, se le reconoce una sólida trayectoria como funcionario nacional en el área de las finanzas públicas. Este es, precisamente, el punto que justifica su designación: sus fortalezas están en el campo de la política fiscal, en particular en materia presupuestaria e impositiva.

Ese es el perfil suficiente para ejercer el cargo en esta etapa de la era kirchnerista, en que las decisiones de fondo en la materia las toma el jefe de la unidad básica sita en la populosa barriada porteña de Puerto Madero. Bastará con que el ministro monitoree con prolijidad las cuentas públicas cada mañana para que tenga garantizada la continuidad, al menos mientras los números no se vayan de cauce. El tiempo nos dirá si como consecuencia de su desempeño habrá de satisfacer alguna de las motivaciones que mencioné al principio.

Es curioso que este cambio ministerial en un gobierno que se caracteriza por no hacerlos, se produzca justo en un área donde el discurso oficial sostiene que las cosas marchan muy bien. O que el promedio de duración en el puesto, contando desde el inicio de la gestión de Néstor Kirchner, sea de un año.

La situación puede ponerse entretenida en los próximos meses.

miércoles, abril 23, 2008

Será justicia


Un fenómeno, el fiscal Marijuan. Pobre, se ve que no mira televisión y/o lee los diarios de vez en cuando, por eso no se enteró de las últimas aventuras del intelectual D'Elía. Pero él siempre está alerta, según explica acá. Por eso, en cuanto lo pescó a De Angeli incitando a la violencia, lo denunció.

De Angeli no me simpatiza, pero de todos modos le recomendaría recurrir al abogado de "Madonna" Quiroz.

¡Ah! y a Tito, mi odontólogo.

martes, abril 22, 2008

La plata no alcanza, versión 3

(click en la imagen de arriba para ver en mayor tamaño)

Una sensación que no logra dejar de transmitir el gobierno de Fabiana Ríos es la de no encontrarle la vuelta, para decirlo sin rebuscamientos de lenguaje, al problema de las finanzas públicas. Asunto que -no debemos olvidarlo- las gestiones que la precedieron manejaron de un modo calamitoso (para decirlo más o menos suavemente), en especial a partir de la disparatada decisión del "megapase" de beneficiarios de planes sociales a la planta de personal del Estado, con todas sus secuelas.

Ya sea porque hubo una subestimación de la gravedad del problema o, lisa y llanamente, porque no se supo qué hacer, lo cierto es que transcurrieron diez meses desde las elecciones (seis de la increíblemente larga transición y cuatro de gobierno efectivo) sin que se vislumbrara una estrategia al respecto más o menos definida.

Por supuesto que el escalonamiento en los pagos de sueldos y la mora en liquidar deudas a proveedores y contratistas no pueden ser calificadas como instrumentos de un plan, sino apenas como temporarias medidas de emergencia en una coyuntura muy compleja. Con ese esquema, parecía que el gobierno sólo apostaba a que la inflación fuera operando en el sentido de incrementar los recursos por coparticipación federal y "planchar" los sueldos.

Tal vez por tener esa misma visión, los gremios estatales (después de que muchos de sus dirigentes y afiliados se tomaran unas merecidísimas e impostergables vacaciones fuera de la provincia) no dudaron en ponerse en pie de guerra contra el gobierno que -esta es una presunción- la mayoría de ellos había votado.

Es muy significativo, entonces, que el gobierno haya acudido ahora a una herramienta que todos sus miembros criticaron con acidez en el pasado: la unificación de las cuentas fiscales, incluyendo las de los entes descentralizados.

Pero más allá de ello, la reacción que se anuncia como virulenta de los empleados de tales organismos -acompañada de una manera un tanto insólita por algunos de sus responsables políticos- en contra de esa decisión pone bajo la luz pública una conducta por lo menos llamativa.

En efecto, lejos de consignas militantes al estilo "el pueblo unido/jamás será vencido" y de manifiestos en pro de la solidaridad inalienable entre trabajadores, los dependientes de la Dirección de Energía, la empresa de Puertos y demás entes se aprestan a dejar asentado de manera indirecta que a ellos la crisis no debe afectarlos (bajo el paraguas de la defensa de la autarquía financiera), por lo que el peso de esa mochila sólo habrá de recaer sobre los hombros de quienes revistan en la administración central.

Nadie dice que sea fácil, pero echándole nafta al fuego las posibilidades de apagar el incendio sin duda disminuyen...

P.D.: aclaro que esta última metáfora no me fue sugerida por Romina Picolotti.

Links: La plata no alcanza
La plata no alcanza, versión 2

lunes, abril 21, 2008

Siamo in forno

ARTICULO 3º: Es misión primaria y fundamental del Banco Central de la República Argentina preservar el valor de la moneda. Fuente: Carta orgánica del Banco Central de la República Argentina.

Según afirma el columnista de "La Nación" Carlos Pagni acá, el actual presidente del BCRA, Martín Redrado, tiene posibilidades de ser el próximo ministro de economía.

En caso de confirmarse ese aserto, yo creo que deberíamos ir comprando papas y batatas, a fin de estar bien acompañados en un futuro cercano.

Hay humo en tus ojos


Perdón por mi ignorancia, pero no puedo evitar que una intriga me carcoma el pecho, así que la transmito acá.

¿Por qué razón, años atrás, un incendio rural en Bariloche motivó el linchamiento político de la Secretaria de Medio Ambiente en ejercicio, mientras que hoy un incendio rural en el sur de Entre Ríos y aledaños ha convertido a la Secretaria de Medio Ambiente en ejercicio en algo así como la madre de todos los acusadores?

¿Eh?

domingo, abril 20, 2008

Astor por Amelita

Astor Piazzolla estaba buscando una voz femenina para su operita "María de Buenos Aires" cuando conoció a Amelita Baltar una noche de 1968, en el boliche "Nuestro Tiempo" al que había ido con el vocalista Héctor De Rosas y el pianista Osvaldo Tarantino.

Ella, que tenía por entonces unos veinticinco años, era una cantante folklórica en alza, cuyo desempeño en el escenario impresionó muy bien a De Rosas. Cuándo éste le preguntó a Astor qué le parecía, la respuesta del troesma fue tan concreta como sincera: "¡Qué gambas tiene...!"

Amelita no sólo compuso el protagónico femenino de la operita, sino que cantó una de las dos versiones consideradas clásicas (la otra es la de Goyeneche) de la "Balada para un loco". Además, mantuvo con Astor una relación sentimental que duró siete años.

La Balada es, sin duda, el mayor éxito conjunto de Piazzolla y el poeta uruguayo Horacio Ferrer. La presentaron en el Festival Iberoamericano de la Canción y la Danza, que se llevó a cabo en el Luna Park de Buenos Aires en noviembre de 1969. En medio de agudas polémicas entre tradicionalistas y modernistas, la Balada obtuvo el segundo premio. Nadie recuerda a la canción ganadora.

En este domingo, dejo aquí un video con una personal interpretación de Amelita de ese tema, que a mi me gusta mucho.

Ponete una peluca de alondras y volá.

(Fuente: "Astor Piazzolla - su vida y su música", de M.S. Azzi y S. Collier)


sábado, abril 19, 2008

La zanja no se mancha

El invierno se acerca, empujando al otoño aún vigente. En Ushuaia no hace falta mirar el calendario para darse cuenta de ello, basta con asomarse a la calle.

Los indicios son muchos: se manifiestan en los follajes de los árboles, las laderas de los cerros circundantes y en mis propios huesos, hoy mucho más sensibles que antaño a las bajas temperaturas...

Pero hay otro síntoma característico y recurrente: las zanjas.

Sí, señoras, señores y por qué no niños: una vez más, cuando está por llegar el invierno -la época en que como es archisabido el clima de la región condiciona de modo severo la realización de obras al aire libre- reaparecen las zanjas destinadas a tendidos de cañerías o cables con diversos fines. En un mes o mes y medio más, esas zanjas estarán cubiertas de nieve, lo que obligará a paralizar las obras aunque, claro, no impedirá que esas excavaciones conformen unas trampas peligrosísimas para los caminantes e incluso para los vehículos.

Pese a que mi capacidad de asombro está cada vez más reducida, me sigue resultando incomprensible que esto siga ocurriendo. Parece algo hecho a propósito. Parafraseando al inolvidable Pepe Biondi, qué eficiencia para la ineficacia...

martes, abril 15, 2008

Impuestos y civilización



Que los impuestos constituyen un asunto controvertido es algo de lo que pueden dar fe, sin duda, los estadounidenses. Pruebas al canto.

Debates sobre cuestiones tributarias estuvieron en la génesis de la independencia del país, como fue el caso del famoso motín del té en Boston (1773).

En 1932 el tenebroso Al Capone fue a prisión no por sus asesinatos, sino por comprobarse que había cometido evasión fiscal.

El candidato y ex actor Ronald Reagan prometió en la campaña electoral de 1980 disminuir los impuestos, y tras acceder a la Presidencia, cumplió con su palabra, lo cual le posibilitó ser reelecto cuatro años después.

Lo contrario pasó con su sucesor George H. Bush, quien ganó las presidenciales de 1988 con su famoso slogan: "Lean mis labios, ningún nuevo impuesto". Sin embargo, eso no fue lo que ocurrió sino que aumentó la carga tributaria, por lo que el longilíneo George H. (que no es W.) no consiguió la reelección en 1992.

Estos y muchísimos otros ejemplos, a través del tiempo y a lo largo y ancho del planeta, confirman que nuestras actuales convulsiones por las retenciones a las exportaciones no constituyen una novedad. Sí lo son, en cambio, algunos aspectos de la trifulca.

Por ejemplo, los economistas alineados en el keynesianismo y afines (como los estructuralistas, por ejemplo) son hoy los que aprueban la política oficial al respecto (ver aquí), y vis à vis, los ortodoxos son quienes la desaprueban (un ejemplo, acá) . Cuatro décadas atrás, en tanto, las retenciones fueron aplicadas por un gobierno caracterizado como oligárquico, para colmo de la mano de un ministro -Adalbert Krieger Vasena- acusado de estar vinculado a los grandes frigoríficos exportadores de la época. Invito al lector a adivinar quiénes estaban de uno y otro lado por entonces.

Es que las circunstancias influyen en la opinión.

Sin embargo, entre aquella situación y la actual hay una coincidencia: la instauración de las retenciones, en 1967 como en 2002, estuvo precedida por sendas devaluaciones bruscas de la moneda nacional frente al dólar. Es decir que en su concepción (y en ambos casos), la medida apuntaba antes que a financiar al fisco, a "descalzar" los precios en el mercado interno de los productos primarios de sus valores internacionales, atenuando el impacto de la devaluación en el consumo doméstico. Preocupación por cierto legítima, derivada quizá del problema de tener que exportar lo mismo que se come...

¿Tiene sentido el cuestionamiento del sector rural, acompañado por otros estamentos de la sociedad, a una medida con la que el gobierno ha declarado perseguir un objetivo redistribucionista?

Definiciones del impuesto hay muchas, pero la que más me gusta no pertenece a un economista sino a un jurista estadounidense, Oliver Wendell Holmes Jr., cuando en un fallo afirmó que es "el costo de vivir en civilización". En esa línea de pensamiento, la política tributaria tiene una justificación indiscutible en el objetivo de proveer de bienes públicos, y en el hecho que las sociedades actuales no podrían funcionar sin impuestos. Muy opinable es, en cambio, la cuestión de la redistribución, quizá porque la equidad como la belleza, según dice Mankiw, está en el ojo de quien mira. Pero es indudable que nadie ignora en nuestro país que sectores demasiado amplios de la población se encuentran inmersos en la pobreza.

Entonces, ¿dónde nace la controversia de fondo? A mi modo de ver, en tres aspectos. Por un lado, en la metodología oficial que deja fuera de la discusión al Congreso y convierte al Presupuesto en un montón de papel inservible. Además, en la inexplicable obstinación del gobierno por enmascarar y negar el fenómeno de la inflación, que afecta a los perceptores de ingresos fijos (asalariados y jubilados, en primer lugar). Y, por último, en el feroz incremento del gasto público que coexiste con decisiones tan discutibles en materia de asignación de recursos y prioridades como la del tren-bala.

Nota: la imagen de O. W. Holmes Jr. la obtuve en Wikipedia.

domingo, abril 13, 2008

Astor Vicéntevich, en балала́йка prima, балала́йка contrabajo, domra y bayan...

Continuando con las rarezas astorianas domingueras, hoy arrimo un video del Cuarteto Scherzo, un conjunto de origen ruso, interpretando "Primavera porteña" (*).

Los instrumentos que tocan estos muchachos, típicos de su país, son (de derecha a izquierda en su pantalla, señora): la balalaika (балала́йка, en ruso) prima [Sergey Mushtakov]; el bayan o acordeón a piano [Alexey Lavrentiev]; la balalaika contrabajo [Andrey Tatarinets] y el domra alto [Svetlana Stolyarova].

Otra prueba de que Astor ha sido y sigue siendo un ciudadano musical del mundo.

Quizá acuerden conmigo en que estos rubios compatriotas de Putin logran imprimirle a su interpretación algo parecido a la "roña" tanguera, además de su excelencia técnica. También está en You Tube un video de este mismo grupo, con una hermosa y muy recomendable versión de "Soledad".

Mientras uno ve y escucha, puede matizar el momento con un vasito de vodka, o quizá con un té preparado en un folklórico samovar.

(*) Fuente: Z_archivo

jueves, abril 10, 2008

Adversarios o enemigos



La bochornosa admonición presidencial al artista Hermenegildo Sábat resultó tan alevosa,que motivó críticas desde la propia corrección política.

Una de ellas fue la de Juan Sasturain, periodista, escritor y guionista de historietas. Reflexivo, Sasturain sostiene en un reciente artículo que lo más liviano que se puede decir del exabrupto "es que fue una torpeza". Y agrega más adelante: "Quiero decir: la Presidenta no se tiene que dar manija. No equivocarse respecto del enemigo".

Lo que quiere decir Sasturain está muy claro: el que opina distinto del gobierno no es un opositor ni un adversario, sino un enemigo. Le faltó agregar: "Y a los enemigos, ni justicia".

D'Elía no está solo, apenas más expuesto que otros que tienen con él diferencias tácticas o, acaso, instrumentales.

miércoles, abril 09, 2008

Muerte en un funeral


Los ingleses suelen tener una admirable capacidad para hacer un humor disparatado sin caer en el desborde. Quizá sea un asunto emparentado con la legendaria flema británica, o -andá a saber- por ahí les sale de casualidad. Pero sus películas humorísticas se distinguen por sus claves tan diferentes de las italianas, por ejemplo, a las que por otra parte el desborde, de Totó y Alberto Sordi para acá, les cae muy bien. ¿Cuestión de idiosincracia?

El precedente desvarío pseudosociológico se debe a que vi "Muerte en un funeral", del director Frank Oz, que es una excelente oportunidad para pasar un momento agradable, riendo con ganas con un film muy bien hecho.

Muere un sexagenario (como diría un cronista policial) respetable de clase media-alta y su hijo organiza el funeral. En un ambiente obviamente formal los contrastes se dan desde el principio (cuando la empresa fúnebre lleva a la casa un ataúd con un muerto equivocado), prologando una sucesión de disparates que se encadenan con notable precisión. La anécdota no decae en ningún momento y los personajes se van delineando con acierto, hasta que aparece uno muy especial que amenaza con devastar la imagen patriarcal del finado.

La película está muy buena, y logra concretar lo que tal vez haya sido la única y nada fácil pretensión del director: hacer reír a sus espectadores.

domingo, abril 06, 2008

Astorvastán

Continuando la costumbre que se podría denominar "Astor siempre en domingo", dejo aquí un videoclip interesante, aunque no tanto por su relativo valor musical (una versión de Libertango que me suena algo insulsa, lavada).

Por un lado, al estar editado en Azerbaiján, desmonta el prejuicio quizá muy extendido de que los azeríes sólo andan por ahí montados en camello o pastoreando cabras.

Por otra parte, me parece que sus autores han captado -a su manera- la sensualidad de la música y la danza tangueras (como a su modo lo hizo el dúo de jóvenes pianistas Anderson-Roe). ¿Será esto lo que llaman globalización?

Tal vez tenga razón mi amigo Zeta (quien me arrimó esta rareza), cuando dice que para levantarse una mina, en Bi Ei, Seúl o Bakú, hay que invitarla a bailar un tango...

Son 4:10 minutos, vale la pena.


Es la caja , estúpido

Quizá sea un buen ejercicio preguntarse por el motivo de la modificación en el impuesto a las exportaciones (retenciones) recientemente establecido por el gobierno nacional.

¿Redistribución del ingreso? Es cierto que un gobierno que pretende alcanzar ese fin dispone para ello de la política fiscal, es decir la que comprende tanto a los mecanismos de recaudación de fondos para el fisco como los que definen cómo habrá de gastarlos. El instrumento apropiado para lo primero es el impuesto a las ganancias, que tiene dos diferencias sustanciales con las retenciones.

La primera, y que ha sido profusamente comentada en estos días, es que el Estado nacional debe coparticiparlo a las provincias, cosa que no ocurre con las retenciones. La otra es que al aplicar alícuotas diferenciales por nivel de renta, ganancias permite discriminar entre ricos y pobres, en tanto que mediante retenciones -que gravan el ingreso bruto- se subsidia a toda la población sin distinciones. En este sentido, hay que apuntar que el chacarero se ve más afectado que el productor grande, porque tiene menos (nulas) posibilidades de "escapar" retirándose de ese mercado. Es lo que ha reconocido el gobierno prometiendo un mecanismo de reintegros para ese segmento. Alguien dirá: ¿por qué en vez de cobrarles 40 y devolverles 15, no les cobran directamente 25? La respuesta quizá se encuentre en la burocracia estatal que estará encargada de ejecutar esas devoluciones...

En fin, será, como dice Mankiw, que la equidad -al igual que la belleza- está en los ojos del que mira.

¿Detener la "sojización"? Es un objetivo plausible, pero contradictorio con los recientes aumentos a las retenciones a los lácteos y los cupos a la exportación de carnes, señales indiscutiblemente disuasivas para quienes podrían destinar fondos a la ganadería en desmedro del cultivo del "yuyito" (que no es la González).

¿Preservar al mercado interno de las alzas de precios en los mercados internacionales? No es el caso de la soja, respecto de la cual podríamos parafrasear al temprano Perón: ¿alguien comió alguna vez un poroto de soja?

Entonces, surge el nivel del gasto público, que ha venido creciendo a niveles insólitos en el último año y promete continuar en esa dirección, trenes-bala y maraña de subsidios mediante. Hay que financiar de alguna manera esa incontinencia, y seguir alardeando de superavit fiscal.

Lo demás, como la fama, quizá sea puro cuento.

martes, abril 01, 2008

Que cien años no es nada



La ceremonia, por lo menos mientras yo era demasiado chico como para ir de visitante, se cumplía domingo de por medio (los viernes no había fútbol, y los sábados sólo se jugaban los campeonatos del ascenso).

Mi viejo -de traje y corbata en invierno, en "mangas de camisa" cuando empezaba a hacer calor- iba a buscar el auto a media mañana, y poco antes de las once partíamos por primera vez en el día hacia el Gasómetro, para ver a la tercera. Vivíamos en Caballito, relativamente cerca del estadio.


Cuando terminaba ese partido, volvíamos a casa, donde mi vieja ya tenía lista la mesa para servir los ravioles. Comíamos con la compañía radial de la Revista Dislocada de Délfor, cuyos avisos publicitarios eran leídos por un joven locutor llamado Cacho Fontana.


Al rato, salíamos en el auto otra vez para la cancha; los días de partidos importantes, con mucha concurrencia de público, teníamos que estacionar lejos, como... a tres cuadras. De todos modos las tribunas siempre estaban casi colmadas, aunque el encuentro no tuviera demasiada trascendencia. Entrábamos por la puerta de la calle Inclán, atravesábamos el hall y pasábamos frente a la piscina, las canchas de tenis y el salón Gral. San Martín donde jugaba el equipo de basquetbol; después de caminar por debajo de las graderías (me acuerdo cómo me impresionaba ver las columnas y los tirantes de hierro que sostenían los tablones, mientras los cantos de las hinchadas retumbaban gratamente en mis oídos) íbamos por el pasillo hasta el acceso a la platea.


Platea alta, segunda fila empezando de arriba, asientos 47 y 49 (años después se sumaría mi primo Quique). Podíamos ver las cabinas de los periodistas, donde luego se desgañitaría el gordo Muñoz junto al atildado comentarista Enzo Ardigó. Una vez instalado, mi viejo saludaba a los demás habitués, encendía el primer Colorado con filtro y buscaba con la mirada al cafetero. Sorbía el humeante vasito de Sorocabana y mientras se quejaba con un "Puf, esto es jugo de paraguas", prestaba atención a La Voz del Estadio, que -al tiempo que terminaban las reservas- daba a conocer las formaciones de los equipos para el partido de primera. Después continuaban los jingles de los pilotos Aguamar ("si su piloto no es Aguamar/no es impermeable/le puedo asegurar..."), el analgésico Mejoral ("Mejor mejora Mejoral") y la ginebra Bols ("cada día, una copita/estimula y sienta bien...").

Enseguida empezaban los intercambios de pálpitos y chimentos. Al rato, la gente empezaba a pararse, alguien corría el toldo que protegía la boca del túnel y los plateístas adivinábamos que el equipo estaba ingresando al campo porque la hinchada en la tribuna de la cabecera de Avenida La Plata estallaba en una ovación a la que nos sumábamos con fervor: "¡El Ciclón! ¡El Ciclón!".



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En ese templo del fútbol argentino, que hasta la inauguración del Monumental de River había sido el estadio donde jugaba la selección, aprendí a sentir la secuencia de tristezas y alegrías que depara ese juego inasible. El lunes, en el Colegio, las cargadas de/a mis amigos daban testimonio del resultado.



Casi no le di crédito a mis ojos cuando vi el gol de taquito que el Nene Sanfilippo le hizo al imponente Tarzán Roma, apenas empezado un partido contra Boca en 1962 (el Tano no debe tener buenos recuerdos del Wembley porteño: el Bambino le metió allí cuatro al hilo, en el 65). Disfruté después la irrupción de los Carasucias, y me atosigué de fútbol bien jugado y contundencia ofensiva con los Matadores del '68. Puedo recitar hoy esa formación de memoria, tanto como las de otros clubes, porque en esa época los planteles no tenían la volatilidad absurda de la actualidad. Gocé con el doble campeonato del '72 y con el de 1974, y admiré al increíble Gringo Scotta que en 1975 metió 60 goles, pulverizando el record de Arsenio Erico. (Nota: el ultrapromocionado Martín Palermo, en su mejor año en Boca, hizo... ¡32!).





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Después el mundo siguió andando. Me casé, vine a vivir a Ushuaia, el Gasómetro desapareció y por poco no sufrí "una descompensación" cuando descendimos en 1981. Es cierto que el fútbol da revancha, y entonces -más allá de las trapisondas dirigenciales y la debacle institucional- vinieron los campeonatos del 95 con el Bambino como DT, del 2001 con el chileno Pellegrini y del 2007 de la mano del riojano, que pude festejar junto a mis hijos (el último, a la distancia).


Hoy el club cumple 100 años, pero ya no es el referente barrial de antaño. De todos modos, cuando esta tarde vaya al Nuevo Gasómetro con mi primo, volverá a pasar ante mis ojos la película de mi infancia y mi primera adolescencia, indisolublemente ligadas a un maravilloso caudal de aromas, sonidos e imágenes inundado por los colores azulgranas. Algo que no es posible explicar desde un ángulo racional, y por lo tanto nunca podrá ser entendido por quien no subió jamás por la escalinata de una cancha abriéndose paso entre la multitud.


Todo eso que hace que aún hoy, cuando mi veteranía haría suponer que estoy "por encima de ciertas cosas", no pueda evitar que se me llenen el pecho y la garganta con un vendaval de sentimientos cuando la pelota impulsada por el Berni Romeo traspone la raya del arco rival.