jueves, agosto 14, 2008

¿Cosmética o cambio de fondo?


Me entero por el Abuelo que se estaría por reemplazar a la conducción actual del Indec, inserta por Guillermo Moreno. Desde que este funcionario pasó de ser el blanco preferido (y fácil) de opositores y observadores imparciales, a serlo también de referentes del oficialismo como Kunkel, alguna movida en ese sentido era bastante probable.

Ayer, Carlos Pagni mencionó en La Nación el nombre de Héctor W. Valle como probable sucesor de Ana Edwin, quien ya estuvo en el cargo. Además del salto de calidad que ello supondría, dados los antecedentes profesionales de uno y otro, la trayectoria de Valle tiene un antecedente valioso: cuando Domingo Cavallo decidió que el Instituto pasara a la órbita del Ministerio de Economía (lo cual podía interpretarse como un avance sobre la independencia del organismo, cosa que sólo se concretaría años después, con el morenazo), Valle estuvo en desacuerdo y renunció. Si asume ahora, sería razonable esperar que trate de llevar adelante una gestión que no sólo apunte a corregir los múltiples y graves daños ocasionados durante este triste interregno, sino también a solucionar los problemas que el organismo -pese a su bien ganado prestigio- tenía antes del zarpazo.

Pero este asunto, si bien importante, es apenas una parte de una dificultad mucho mayor. Si el reemplazo en el Indec termina siendo sólo una medida gatopardista, que procura maquillar la situación tras el papelón con los bonos recomprados esta semana, el preocupante cuadro no va a mejorar. En cambio, si esto significara que la PresidentA y su núcleo duro se suman al grupo de recientes descubridores (la UIA, la CGT, la diputada Vaca Narvaja) del fenómeno inflacionario que afecta al país, habría por fin un motivo para albergar alguna esperanza. El siguiente paso debería ser el diseño y puesta en práctica de un programa consistente para atacar las causas del problema.

Veremos qué sucede en los próximos días. Uno quisiera creer...

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