viernes, octubre 21, 2011

Elecciones



La candidata del peronismo kirchnerista nos dice que estamos en la gloria: sin inflación, blindados ante eventuales efectos de la crisis internacional, con el fenómeno de la pobreza en franco e irreversible retroceso y la producción en vigoroso y constante crecimiento. En síntesis, somos una nación exitosa, o mejor aún, quizá la única verdaderamente exitosa del mundo.

El candidato del Frente Amplio Progresista nos asegura que está preparado para gobernar y tiene el mejor equipo para ello. Como ejemplo, revela su receta para combatir la inflación: que los empresarios ganen menos y los trabajadores dejen de pedir aumentos de salarios.

El candidato del peronismo federal hizo hace algunos días su confesión de parte, al admitir que el peronismo federal es una bolsa de gatos.

El candidato radical (aliado a ciertos peronistas que -sólo por ahora y hasta el domingo- no son kirchneristas ni peronistas federales) nos ofrece apenas el parecido físico con su padre, algunos gritos a destiempo y casi nada más. Ya ni se atreve a asegurar que entrará segundo...

La candidata de la Coalición Cívica, que acierta con sus diagnósticos con la misma eficiencia con la que suele destruir todo lo que ella misma construye, se ofrece en conmovedora inmolación para que el resultado de la elección recaiga sólo sobre su figura.

La ya crónica carencia institucional, las evidencias de corrupción oficial, el crecimiento de la inseguridad y la falta de representatividad de lo que alguna vez fue un sistema de partidos políticos, no parecen inmutar a una sociedad hedonista que consume con fruición los productos televisivos de Tinelli y el Fútbol para todos, mientras intercambia mensajes de texto desde sus celulares.

Enhorabuena que podamos votar, pese al escepticismo de muchos. Quienes soportamos los largos períodos de gobiernos de facto, no deberíamos olvidarnos de esto; los más jóvenes no tendrían que perder de vista este valor  El resultado está cantado: como decíamos en agosto pasado, el electorado va a optar por el original antes que por las copias diluidas.

El futuro nos enfrentará con las consecuencias del cuadro de situación presente, y entonces será mejor que no busquemos responsables fuera de nosotros mismos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

es así nomás, no hay vuelta que darle

saludos
miguel