miércoles, septiembre 19, 2007

EL CONFLICTO ESTATAL DE CADA DIA


Los fueguinos nos hemos acostumbrado a desayunar cada día entre los ecos de un conflicto estatal. Cada mañana las radios, las primeras planas de los diarios y los portales de Internet locales nos dan cuenta de la protesta gremial cotidiana. Acusaciones tremebundas, posicionamientos cambiantes, aprietes y forcejeos más o menos violentos se entrecruzan ante la mirada entre adormecida y estupefacta del ciudadano común.

Es el emergente de una crisis que uno presume gravísima (porque información fidedigna sobre las cuentas públicas no hay), que viene de lejos y no cesa de aumentar. Los últimos baldes de nafta fueron arrojados a la hoguera primero por el pésimo gobierno de Colazo, con su "megapase" a planta permanente de 4.000 beneficiarios de planes tipo "Trabajar", y luego por su sucesor Cóccaro, con sus aumentos salariales seriales durante la campaña electoral (que perdió).

La cuestión resalta más porque el sector público es el único actor de la economía provincial que está en crisis. La industria sigue en auge al compás del aumento del consumo del mercado interno argentino, mientras que en el turismo se ven los efectos de las inversiones y del incremento en la demanda externa. Y ambas actividades traccionan al resto.

Además, la coparticipación federal de la que somos "free-riders" (sacamos plata de un pozo al que no contribuimos) también crece en función del alza en el nivel general de actividad.

La pregunta es obvia: ¿qué pasaría si ese escenario favorable trocara en otro menos alentador? Por ejemplo, si el gobierno nacional decidiera atacar la inflación por medios más efectivos que el mero maquillaje de indicadores y se atemperara el ritmo de crecimiento, pasando de las mentadas tasas chinas a otras más moderadas, con su correlato de una menor recaudación impositiva.

Es inevitable mirar a las autoridades electas, que hasta ahora no han enviado a la sociedad señales fuertes sobre lo que piensan hacer, y en cambio dan la impresión de estar más preocupados por desmarcarse de las salientes. Para ellos llegará también el momento de las "efectividades conducentes". Entonces, en la cancha se verán los pingos.


(La foto es de "La Nación". Las caras, conocidas...)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si Mastro en la cancha se verán los pingos, pero cuando la cancha va a estar muy barrosa y en ese caso la carrera suele ganarla el pingo mas fuerte en lugar del mas rapido.
Pato.