lunes, septiembre 10, 2007

ESTADISTICAS OFICIALES: NO TODO ESTA PERDIDO



Las tropelías que el gobierno nacional viene perpetrando en perjuicio de las estadísticas socioeconómicas oficiales desde comienzos de este año han dado abundante material para el comentario. Lo grave es que en esta materia pasa lo mismo que sucede con las relaciones de pareja averiadas: mientras que la confianza, el basamento esencial, se pulveriza con una rapidez formidable, su reconstrucción -si es que alguna vez se logra- demanda muchísimo tiempo.

Hoy no sabemos si en algún momento aparecerá un funcionario interesado en reparar el profundo daño ocasionado. Sólo tenemos claro que mientras, como decía el General, los precios suben por el ascensor y los salarios por las escaleras, la credibilidad en los números oficiales está en el quinto sótano, y en descenso. Descreen de ellos desde los organismos internacionales, la banca inversora, los empresarios de cualquier nacionalidad y los "sectores concentrados" (para usar un término de moda entre la corrección política) hasta la mítica Doña Rosa que ya no va a la feria sino al super.

(Nota: recomiendo leer un excelente artículo que sobre esto escribió Roberto Cachanosky en su sitio web).

Uno de los mecanismos utilizados por los economistas para aproximarse a la magnitud del dibujo oficial en materia de inflación es comparar los datos del IPC calculado por el INDEC con los que elaboran las oficinas provinciales para sus respectivas jurisdicciones. Es decir, se contrastan informaciones oficiales sobre un mismo asunto, unas "toqueteadas" y las otras no, con lo que quedan en evidencia las diferencias que muestra el cuadro que pego a continuación y que tomé prestado de un "blog amigo".

Esto es lo que me ha llevado a escribir este post y titularlo como lo titulé. Mi intención es expresar que en las Direcciones provinciales de Estadística (las DPE, en la jerga) todavía se trabaja, en términos generales, con premisas de calidad y profesionalismo, a pesar de las múltiples dificultades que a sus integrantes se les presentan en el accionar cotidiano. Con unas limitaciones presupuestarias durísimas, a las que se suman las enormes restricciones para reclutar y/o mantener recursos humanos de buen nivel técnico y -last but not least- el clásico desinterés, cuando no encono, de los políticos locales por todo lo que implique transparencia, el sistema de las DPE continúa produciendo información confiable en tiempos razonables.

Para muestra, dos botones.

La Dirección de Estadística de Tierra del Fuego (que se liberó de mí hace ya tres años y medio: ¡snif!) ha construido y mantiene contra viento y marea un website excelente, que se puede visitar cliqueando acá y luego pulsando en "Ir a menu general". Además de la abundante información allí disponible (se puede bajar los archivos zippeados, y está el Anuario 2006) la oficina brinda a los usuarios interesados un caudal adicional de datos de gran valor y utilidad sobre las temáticas económica y social. Al respecto, paso este aviso: un par de semanas atrás pude escuchar una interesantísima conferencia que dio Juan José Llach en Ushuaia, quien no se privó de comentar la excelencia y pertinencia de la información sobre Tierra del Fuego que había conseguido en la DPE (de nada, amiguita).

Otro sitio muy bueno que suelo visitar es el de la DPE de Chubut, disponible pulsando aquí. De nuevo, mucha información actualizada y útil, incluyendo datos sobre municipios y comunas, informes económicos de coyuntura y cifras de cuentas regionales (de nada, amiguito).

No son los únicos ejemplos, por cierto, sólo dos que tengo a mano.

Termino contando una anécdota que me tocó vivir. En octubre de 2001, mientras el país se aproximaba a velocidad vertiginosa al precipicio que un par de meses más tarde terminaría devorándolo, había que hacer el Censo Nacional de Población en el que se venía trabajando desde varios años antes. En aquel clima irrespirable tan parecido al de Saigón 1975 (con las tropas norteamericanas emprendiendo la retirada) (de Saigón, digo), el INDEC convocó a Buenos Aires a los directores provinciales para ver si seguíamos adelante con el operativo, para cuyo momento culminante (la "salida a campo", es decir, de los censistas a censar) faltaban escasos días.

Debo decir que Héctor Montero, a cargo del Instituto por entonces, demostró tener la determinación necesaria para llevarlo a cabo, pero también hay que señalar que pese al escenario caótico y a la incertidumbre generalizada (encima, los docentes liderados por Marta Maffei se mantenían en un tan ardoroso como incomprensible pie de guerra contra el Censo), los representantes provinciales nos juramentamos hacerlo. Y eso fue lo que ocurrió: el operativo se hizo con un nivel de calidad irrefutable, según lo verificaron las auditorías posteriores, en muy importante medida merced al compromiso y dedicación de las DPE y de su personal. Por ello es que hoy el país dispone del sustancial acervo de datos que provee un censo, en lugar de otra carencia vergonzante.

¿Reservorio estadístico de la Patria? Suena como una calificación grandilocuente y exagerada, pero...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias amigo.
FHL

Anónimo dijo...

Dicen las malas lenguas que la información estadística oficial de tierra del fuego es muy buena...pero que empezó a serlo hace dos o tres años (jeje)

Mastrocuervo dijo...

A un exempleado:

Cobarde, identificate!!!

:-)

Abuelo Económico dijo...

Miguel, es bueno revalorizar lo que se hace en las provincias porque como bien usted dice hay excelentes profesionales. Pero no por ello hay que dejar de lado lo del INDEC, es un papelón de nivel internacional que nos ha dejado a todos los argentinos sin datos confiables.

Saludos!

Mastrocuervo dijo...

Abuelo:

Estoy por completo de acuerdo con su comentario. En el blog he posteado un par de veces al respecto, le dejo los links:

http://pestoymalbec.blogspot.com/2007/02/de-mafias-y-extorsionadores.html

http://pestoymalbec.blogspot.com/2007/07/indicadores.html

Saludos.

Anónimo dijo...

Gracias, amigo y MAESTRO. Sus comentarios alientan a pensar que no estamos tan errados y seguimos resistiendo los embates merced a tanta gente como Ud. que priorizan lo importante: LA VERDAD.

Anónimo dijo...

Para el neófito que lea los comentarios, les dejo el link de la web de los empleados del INDEC, en la que comentan las prácticas mafiosas atuales, e intentan hacer las estadísticas con la metodología correcta.
Creo que igualmente estaba publicado por algun lado de P&M.

http://www.indecdepie.blogspot.com/