jueves, agosto 26, 2010

El nuevo tren bala


Tengo la sensación de que lo que parecía ser una maniobra destinada a tener una profunda repercusión tanto en el ámbito político como en la sociedad en su conjunto, va a terminar convirtiéndose en un globo que empezó a desinflarse en el preciso momento de ser lanzado al espacio. Una suerte de nuevo tren bala o, retrotrayéndonos un poco más, un bluff similar al de las supuestas megainversiones chinas que iban a hacerse cargo de nuestra deuda pública.

El informe (pomposamente subtitulado como "La verdad") sobre la compra de Papel Prensa S.A. por parte de los diarios Clarín y La Nación en 1976, había despertado desmesuradas expectativas entre la tropa nac&pop, que se regodeaba con la futura imagen de Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre en prisión. Expectativas que muy posiblemente también hayan asolado las mentes de estos últimos, por más que la redacción del voluminoso documento hubiera sido encomendada a funcionarios de tan baja credibilidad como Guillermo Moreno y Beatriz Paglieri, en cuyos respectivos CVs se destaca la destrucción del Indec. Pero la verborrágica y patoteril irrupción de Moreno en una reciente asamblea de la empresa, daba pie para imaginar que el tipo tenía entre manos algunas cartas ganadoras.

No sé qué habrá sucedido, pero el show montado para que la Presidenta hiciera un tremebundo anuncio al respecto no tuvo el brillo que el oficialismo esperaba. Más allá del discurso plagado de furcios e inexactitudes de la protagonista principal, lo cierto es que el acto terminó con un pase a la Justicia y al Congreso que hasta podría ser calificado como una muestra de moderación y respeto por la institucionalidad, virtudes ambas que no suelen adornar al elenco gobernante ni enamorar a sus adherentes. Y bastante llamativas fueron, asimismo, algunas ausencias en la clacque, como las de los representantes de la UIA, hasta ayer nomás tan fieles al proyecto.

Quizá unas declaraciones que la semana anterior hizo Isidoro Graiver, condensadas sin merma de contundencia en una solicitada que se publicó el mismo día del "lanzamiento", hayan menguado el empuje inicial. Tal vez alguien atinó a darle una leída al documento-proyectil y advirtió, tardíamente, que la pólvora en el mismo estaba mojada. Lo más probable es que nunca sepamos la verdad, pero el globo empezó a perder altura demasiado rápido.

Lo que queda una vez más en evidencia, y que los jóvenes harían bien en registrar, son las oscuras relaciones entre los miembros de la guerrilla montonera y el financista David Graiver, que muy lejos estaban del idealismo romántico con que suelen ser justificadas sus acciones. Relaciones que se tensaron con el fallecimiento de aquél en un accidente aéreo ocurrido en México, cuando representantes de la organización armada comenzaron a apretar a los familiares para que les devolvieran los cuantiosos depósitos (se habla de 17 millones de dólares) que habían confiado al banco. Fondos que provenían de robos y secuestros extorsivos, y que la retórica montonera definía como "recuperados para el pueblo". Ergo, las presiones a la viuda Lidia Papaleo y el hermano Isidoro Graiver no tenían otro fin que reintegrar el dinero a las arcas populares, custodiadas, claro, por Firmenich y sus acólitos.

Otro aspecto inocultable -en especial, después de las contundentes declaraciones del ex fiscal Julio C. Strassera- es la inescrupulosa manipulación de la cuestión de los "derechos humanos" por parte del kirchnerato, que sólo las preclaras mentes del grupo Carta Abierta o las de personajes mediáticos como Florencia Peña, Gastón Pauls, Alejandro Dolina, Víctor Hugo Morales, etc. no advierten.

En fin: el globo no sólo no levantó vuelo, sino que puede sufrir una metamorfosis, reciclándose como boomerang.

Ahora, hay que esperar la actuación de los jueces, algunos de los cuales es posible que se sientan un tanto incómodos con la situación.

(La imagen muestra al ex presidente Kirchner con la maqueta del nonato tren bala)

2 comentarios:

ars dijo...

Perdón, Mike. Lo de las mentes del grupo Carta Abierta ¿es preclara o precaria? Se me ocurre que hubo un error de tipeo. ¡Ja! Tipeo, cosa del pasado.

Mastrocuervo dijo...

Frank: ja! ja! cosa del pasado son los Foster's boys...