miércoles, septiembre 22, 2010

Cuadernos


 
El más reciente libro de Juan José Sebreli constituye una novedad por el género de que se trata. Lo compone una serie de notas, de distinta extensión, agrupadas por temas, que el autor ha ido volcando a la manera de los apuntes que -según él mismo nos cuenta- tomaba Thomas Mann o de los dibujos que Van Gogh o Mattisse hacían en las legendarias Moleskine.

 
De esa forma se manifiestan los diversos perfiles de este intelectual que nunca deja indiferente al lector. Aparecen allí el ensayista, el crítico literario y el cinéfilo, junto con el analista político, el militante (fue fundador del Frente de Liberación Homosexual)  y el testigo de las vivencias de personajes de Buenos Aires de diversa laya, desde Cabito Bioy (primo de Bioy Casares) hasta Blas Matamoro.

 
Muy buenos son los análisis de las vidas y obras de Niní Marshall, el cantante Charlo y el escritor Roberto Arlt. A este último le dedica varias páginas, desde las que lo reivindica como un precursor del existencialismo sartriano.

 
Me resultó novedoso el capítulo dedicado a las citas, donde se destacan las del maestro del policial negro Raymond Chandler. El campo de intereses del Sebreli lector se revela amplísimo, pero uno enseguida reconoce que ello no podía ser de otra manera.

 
La mirada que despliega sobre el escenario político argentino es tan aguda como poco complaciente. Quien haya leído su "Crítica de las ideas políticas argentinas" sabe a qué me refiero.

 
Sebreli siempre incomoda, sorprende, obliga a repensar. No admite prejuicios, a los que embiste sin estar armado, a su vez, con otros prejuicios. Leerlo es un ejercicio gratificante y un desafío.

 
Para conocer más acerca de Sebreli, sugiero leer:

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