lunes, septiembre 06, 2010

Entre Fidel y Adolf


 
El ícono viviente de la Revolución reapareció la semana pasada en La Habana. Su discurso, aunque no tan largo como los que supo enhebrar en la época de plenitud física, no fue diferente en esencia de aquellos. Y aunque quizá ya no ejerza el poder como antaño, demostró que sigue dispuesto a perorar a troche y moche, por más que la tropa de sus  magnetizados admiradores haya disminuido.

 
La imagen y las palabras de Fidel deben haber representado un respaldo formidable para los entusiastas estudiantes de la Capital Federal que mantienen ocupadas varias escuelas secundarias. Varios de sus líderes son, después de todo, confesos admiradores de la prédica castrista, según se desprende de una nota publicada el pasado domingo por el diario Perfil.

 
Quizá esos jóvenes, cuya formación intelectual está recién comenzando, desconozcan algunas peculiaridades del paraíso que gobiernan los Castro desde hace más de medio siglo (por cierto, sin tener que recurrir a cansadores procesos reeleccionarios). Por ejemplo, que los aspirantes a matricularse en el ciclo preuniversitario cubano deben atenerse a los siguientes estrictos preceptos:

 
"Acerca del uniforme: Las hembras no usarán más de un par de aretes. Las camisas y blusas se usarán por dentro. No se les harán pinzas, recortes para ajustar al cuerpo o que queden por encima de la saya o pantalón. No sustraer los bolsillos. Las sayas deberán tener un largo de 4 centímetros por encima de las rótulas de las rodillas. No se permitirán sayas pélvicas, decoloradas o con marcas de planchado. Los pantalones deberán ajustarse a la altura de los zapatos. No se permiten pantalones pélvicos. Las hembras no usarán maquillaje. No se permiten pulsos, collares, cadenas ni anillos. Los atributos religiosos no podrán estar visibles. Los zapatos serán cerrados y las medias blancas y largas. No se portarán MP3, MP4, celulares. Los varones no usarán aretes, presillas ni piercing . Los cintos deberán ser sencillos y sin hebillas excéntricas, grandes o a la moda, estos deberán ser de color negro o carmelita.

 
Acerca del cabello: Los pelados, peinados y afeitados deben ser los correctos, eliminando toda excentricidad y modismos ajenos al uso del uniforme. No se permite en los varones: el pelo largo, pintado, pinchos largos, ni figuras en el cabello. Las hembras no usarán aretes colgantes. Las prendas a usar en el cabello deben ser: azul, blancas o negras. Estas tendrán un tamaño acorde. El cabello de los varones no debe exceder los 4 centímetros." (Fuente: Generación Y).

 
Es muy posible que también ignoren, porque no han leído aún lo suficiente, que los antecedentes más notorios de la modalidad del "escrache" con que se aprestan a hostigar a autoridades y funcionarios,  fueron las cruces esvásticas pintadas por los nazis en las puertas de las casas de familias judías en la década del treinta del siglo pasado.

 
Sin embargo, no hay mucho por lo cual culparlos. El talante vociferante, la invasión del espacio público, la adopción de medidas de protesta extremas, son ejemplos que los adultos les brindamos en forma cotidiana. La confusión respecto del rol del Estado y de las políticas públicas están también presentes en el imaginario de los mayores, por lo que es comprensible que -pese a ser alumnos de escuelas estatales gratuitas del distrito con uno de los mejores niveles de ingreso familiar del país- exijan becas y comedores.

 
Son al mismo tiempo el reflejo de los tiempos que corren, y -mucho me temo- el anticipo del país que vendrá.

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1 comentario:

Urboterra dijo...

Qué bueno, viejo.
Me gusta darle vuelta de tuerca a las cosas, repensarlo, cuestionarlo.
Y muy buena la cita de Sócrates (cite de alguienq ue citó a Sócrates, mejor dicho)
Abrazo de gol del lungo