miércoles, marzo 23, 2011

Un feriado puente nacional y popular



Bajar dos pájaros de un tiro, resultaría la metáfora aplicable si no fuera por las connotaciones trágicas del episodio de que se trata.

Se trata, por supuesto, del golpe militar de 1976, del que mañana se cumplirán 35 años. Episodio luctuoso que será conmemorado mediante un feriado nacional,  que el 25 será seguido de un "feriado-puente" instaurado por el gobierno para posibilitar el empalme con el fin de semana y fomentar el miniturismo. Lo dicho, el cristinismo alcanzará de ese modo dos objetivos al precio de uno: por una parte, un espacio para satisfacción del autotitulado progresismo nac&pop (que además se autoproclamó como el único segmento de la sociedad que deplora aquel golpe, lo cual es obviamente falso) y otro para cortejar a la clase media, cuyo voto será decisivo en la compulsa electoral de octubre.

Ningún integrante de la pingüinera sentirá remordimientos, porque se trata simplemente de política, no de un curso de ética o moral. No lo sentirán los dinosaurios montoneros que integran el think-tank gubernamental con Horacio Verbitsky a la cabeza, quienes ya han dado sobradas pruebas de que la autocrítica no forma parte de sus atributos.

Tampoco los jóvenes reivindicadores del "Tío" Cámpora, cuya ardorosa agrupación quizá haya actualizado las viejas consignas que sostenían sus admirados antecesores de la Tendencia, por ejemplo pasando de aquella durísima "Perón o muerte" a la mucho más pragmática "Cristina o ningún puesto dependiente del Estado"

Y menos se inquietará por ello la gobernadora fueguina (quien ya había enviado al olvido su causa penal contra el ex Presidente bastante antes de que él abandonara este valle de lágrimas),  que aprovechará la visita que Cristina Fernández hará hoy a la Provincia para continuar la puja con los referentes locales del Frente para la Victoria por ver quién es más cristinista.

En suma, nada que vaya a modificar el relato oficialista, por más que las bravatas destempladas de Moyano a veces produzcan sobresaltos. Un relato que presenta casi cotidianamente nuevos hitos, como el "Homenaje al pensamiento nacional" en el que Pepe Albistur (ex secretario de medios de la Presidencia, que debió renunciar debido a serios cuestonamientos sobre la transparencia de su gestión) se permitió situar en un mismo podio a  Jauretche y Kirchner, por más que este último difícilmente haya aportado a la literatura universal algo más sustancioso que implacables escritos judiciales propiciando la ejecución de deudores morosos en Río Gallegos.

Como dijo el pensador nacional Enrique Santos Discépolo, "dale nomás, que allá en el horno nos vamo´ a encontrar". 
 

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