miércoles, septiembre 15, 2010

Obstrucción arterial


El episodio de la obstrucción arterial sufrido por Néstor Kirchner lo visualizo como una pequeña metáfora de varias cosas que ocurren en la sociedad argentina.

Mirando su patética imagen, tomada en el acto que organizó ayer la "juventud kirchnerista",  me preguntaba hasta qué punto estarán dispuestos a llegar -él y su entorno íntimo-  para demostrar que la angioplastía que le practicaron (apenas siete meses después del default de su arteria aorta) es poco menos que una operación del Grupo Clarín.

En todo caso, las declaraciones de su esposa ("hay Kirchner para rato") y la misma presencia del líder en un acto cuando apenas habían pasado un par de días de una severa intervención quirúrgica, son expresiones de una negación de la realidad típicamente argentina.

No nos va mal por errores propios, sino por una implacable campaña en nuestra contra, protagonizada ora por el imperialismo, ora por los poderes concentrados, ora por los medios. Kirchner no padece males físicos severos, tiene cuerda para rato, y se banca lo que venga.

Observe el lector la imagen, tomada de La Nación, que ilustra este post. Ese hombre está en el límite.

Metáfora de la Argentina...

1 comentario:

ars dijo...

Fenómeno. Luego ¿qué hacemos los argentinos a la hora de los bifes? No es él ni su entorno. Somos nosotros.