domingo, diciembre 23, 2007

Aforismo: dólar alto, peso bajo




El ministro de economía Martín Lousteau ha hablado poco desde que fue designado por el gobierno anterior para ejercer el cargo en el gobierno actual.

Ahora ha dado un par de reportajes, simultáneos, a Clarín y P/12, donde -palabras más, palabras menos- ha mostrado su pensamiento sobre algunas cuestiones controvertidas de la política económica oficial.

En materia de inflación, admitamos que no la ha negado como suele hacerlo el jefe de gabinete (ese creador de eufemismos a una velocidad superior a la empleada por José Narosky para crear sus aforismos). Hay inflación, pero ello sólo "ocupa" al gobierno, no lo preocupa.

Además, confirmando el atrevimiento que exhala su imagen, Lousteau ha desmentido al ex presidente ("los números del Indec son perfectos"), diciendo que la medición oficial está en una etapa de modificación (equipo que anda bien no se cambia, es un clásico aforismo de los futboleros sabios).

Supongo que estas dos pequeñas gaffes le serán perdondadas, ya que también ha explicitado el axioma preferido por el productivismo en el poder: "Necesitamos un tipo de cambio competitivo. Siempre. (...) Hace que nos reindustrialicemos." Aclaración para despistados: tipo de cambio competitivo significa dólar alto, o sea peso bajo.

Acabáramos, era eso. Ud. devalúa, el país se torna competitivo y se reindustrializa. Haberlo dicho antes, y nos hubiéramos evitado muchos males.

(¿En la época de Alfonsín el tipo de cambio no era alto? No puedo asegurarlo, el alemán hizo estragos en mi memoria.)

Entonces, sólo es cuestión de devaluar, digamos, una o dos veces por año, y en menos que canta un gallo estaremos en condiciones de repetir la consigna del gobierno peronista 1973-1976, "Argentina potencia".

¿Calidad, eficiencia, productividad? Esas son macanas de los neoliberales, simples operaciones-basura.

Devaluar es ser productivo y, encima, nacionalista. Que el bajo valor del peso posibilite que empresas argentinas sean compradas desde el exterior (Loma Negra, Alpargatas, QuickFood, y siguen las firmas) es sólo un efecto colateral.

Y que el tipo de cambio alto sea la garantía de una caja robusta, con la cual se puede "hacer política" (subsidios cruzados, disciplinamiento de gobernadores, fondos para las Madres de Plaza de Mayo, etc.) es una idea ridícula.

"Dale nomás, que allá en el horno..."

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