martes, septiembre 23, 2008

Hacia el iceberg, a toda máquina


La nave piloteada por el gobierno fueguino del ARI (¿o del SI?) que en realidad es del PEP (Partido de los Empleados Públicos) avanza a toda máquina hacia el iceberg.

No importa ya si quien comanda la versión política, moderna y austral del Titanic avizora o no las amenazantes dimensiones del descomunal bloque de hielo hacia el cual boga. En realidad, la decisión al respecto ya está tomada.

Mientras contratistas y proveedores son sometidos al ninguneo, el fisco devora por adelantado las regalías hidrocarburíferas del último trimestre del año. La ministra de salud celebra que el tesoro habrá de concurrir a financiar (¿con qué fondos?) la decisión de "desarancelar" los hospitales. Las autoridades de educación corren detrás de las demandas insaciables del sindicato, sin posibilidades de darles alcance. La obra pública es apenas un recuerdo de tiempos lejanos. Los muchachos del megapase, entre mate y mate, palpitan las instancias del torneo Apertura de la AFA.

La gobernadora, entre tanto, prepara el terreno donde habrá de aterrizar una vez que logre eyectarse del sillón gubernamental, argumentando que no quiso doblegarse ante el ajuste neoliberal y la conspiración opositora. A tal fin, este fin de semana viajó a su ciudad natal, Rosario, para solidarizarse con el reclamo de su conmilitón -el intendente Lifschitz- por los incendios de pastizales en Entre Ríos...

Para colmo, los botes salvavidas no alcanzan para todos.

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