lunes, septiembre 08, 2008

Surrealismo fueguino



"Cuando el hombre quiso imitar la acción de andar, creó la rueda, que no se parece a una pierna. Del mismo modo ha creado, inconscientemente, el surrealismo... Después de todo, el escenario no se parece a la vida que representa más que una rueda a una pierna." Guillaume Apollinaire (1880-1918), escritor francés que inventó el término surrealismo.

Tras codearse con el realismo mágico al enviar a la Legislatura el proyecto de ley de presupuesto provincial 2008, la gobernadora Ríos volvió a incursionar en el arte, aunque esta vez por el lado del surrealismo. Es lo que se deduce cuando se analizan, muy a grosso modo (mejor no ahondar...) los datos del proyecto para el ejercicio 2009 remitido al órgano legislativo la semana pasada. En síntesis, se confirman allí las apreciaciones del ministro Crocianelli de las que se había ocupado P & M acá, estableciéndose un déficit de dimensiones escalofriantes (648 millones de pesos, algo así como U$S 212 millones) que será financiado (¿?) mediante la emisión de bonos.

Me atrevo a afirmar que si el bueno de Apollinaire viviera, diría que este escenario fiscal no se parece a la realidad más que una rueda a una pierna.

Porque ese esquema, dicho en criollo, significa que el Poder Ejecutivo provincial considera que va a obtener el dinero que habrá de faltarle para cubrir todos sus gastos del año próximo, emitiendo unas promesas de pago diferido de dicho capital (más un incierto interés), que serán compradas por unos inversores dispuestos a asumir el riesgo de creer en esas promesas...

Todo es posible. Tal vez sea sólo una cuestión de fe. En todo caso, el problema se remite a encontrar instituciones dispuestas a poner esa plata a cambio de una renta, digamos, interesante. entendiendo por ello una tasa superior al 15% anual con que Hugo Chávez ayudó al gobierno nacional en la última emisión de deuda. Gente, por cierto, que se supone sabrá de qué manera el gobierno provincial conseguirá los $ 600 millones que confiesa le faltarán para completar el ejercicio 2008, y la forma en que honrará -además de todo eso- el stock de deuda de más de mil millones de pesos existente a fines de 2007.

Estarán también los apocalìpticos que, quizá con fines inconfesables, descrean del surrealismo y adhieran, en cambio, a un hiperrealismo puro y duro. Seres deleznables, capaces de pronosticar que la administración arista estallará por los aires tarde o temprano, como producto de no haber podido o no haber sabido encontrarle la vuelta al desmadre financiero provocado por el disparatado megapase de Mario Jorge Colazo. Personaje, este último, pasible de ser calificado como grotesco, si no fuera por el espaldarazo que le dieron los votantes fueguinos para nombrarlo senador pese a su catastrófico paso por la gestión gubernativa.

Quién sabe, tal vez la propia Fabiana Ríos sea, en el fondo, una hiperrealista y, conocedora de la realidad, esté preparando una salida más o menos decorosa. Del tipo: "tuvimos que irnos por negarnos a aplicar las recetas de ajuste neoliberales", usando este último término con el carácter de grueso epíteto tan caro al progresismo. Quienes piensen que esto es una especulación excesiva, harían bien en leer la nota que al respecto publicó el diario
Crítica.

Por de pronto, se ha sabido que el pago de los sueldos de los empleados públicos de este mes se llevó a cabo acudiendo al Fondo Unificado de Cuentas Oficiales. Decisión idéntica a la tomada en su momento por el predecesor de Ríos, que había motivado una verborrágica condena seguida de denuncia penal por parte del legislador entonces opositor Manuel Raimbault. Convertido en oficialista, este ex asesor letrado de ATE justificó hoy con llamativo laconismo el procedimiento que antes supo demonizar, en "las dificultades que se están teniendo desde lo económico y financiero", pero avisando que "de ninguna manera compromete la afectación de fondos específicos". O sea: lo que antes era poco menos que un delito de lesa humanidad ahora es una mera cuestión administrativa.

Los acontecimientos políticos en este confín austral se están poniendo entretenidos.

Imagen: "Explosión", obra de Salvador Dalí.

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