sábado, septiembre 27, 2008

Motivos para no enamorarse


Una comedia romántica argentina sin, creo, otras pretensiones que entretener, cosa que logra. Me apresuro a aclarar que la frase anterior no tiene el menor sentido peyorativo, sino todo lo contrario: después de todo, el cine es en esencia un entretenimiento. Los mensajes, los testimonios y -por qué no- las protestas tienen buena cabida en su formato, y hay grandes obras que así lo demuestran, pero sostengo que no todas las películas están obligadas a ser profundas elucubraciones intelectuales.

Este film cuenta con un atributo muy importante, como son las actuaciones del dúo protagónico. Jorge Marrale exhibe otra vez sus cualidades actorales y, en especial, esa ductilidad que lo hace creíble tanto en la densidad de los papeles más dramáticos como en la agradable levedad de las comedias. Celeste Cid encaja perfectamente en su personaje de joven empeñosa y buena gente, que viene de una sucesión de fracasos sentimentales que le hacen pensar que ella es la culpable de sus frustraciones. El resto del elenco (Ranni, Laura Azcurra y una muy solvente Mónica Gonzaga a la que me costó reconocer: el tiempo pasa...) también se luce.

La aparición de cada uno en la vida del otro, de un modo sorprendente, representa para ambos la posibilidad de torcer la historia. La diferencia de edad es un obstáculo, sobre todo en la opinión del lastimado personaje de Marrale. Ella, en cambio, se muestra decidida y exenta de especulaciones de cualquier naturaleza.

El producto tiene un final quizá algo... fantasioso o edulcorado, que no invalida su buen resultado global.

En su rubro, me pareció bastante más interesante que su contemporánea y ultrapromocionada "Un novio para mi mujer", además de mejor dirigida y actuada.

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