domingo, diciembre 04, 2011

Tristeza não tem fim: murió Sócrates

De tanto regodearse con el recuerdo de la formidable selección brasileña de 1970 (la de Pelé, Tostao, Rivellino, Jairzinho y Clodoaldo), uno comete la injusticia de olvidar a otro maravilloso equipo de ese origen: el que participó del Mundial de 1982, dirigido por Telé Santana.

La imprevisibilidad del fútbol es quizá uno de sus principales valores, o al menos el que lo torna tan atractivo. No siempre los mejores ganan, y en los Mundiales ello ha ocurrido varias veces. Por ejemplo, en 1954 y 1974, cuando los húngaros (de Albert y Puskas) y los holandeses (de Cruyff) perdieron respectivamente las finales ante las sólidas maquinarias de Alemania Federal.

Algo parecido pasó en 1982, pero aquel equipo brasileño ni siquiera llegó a semifinales, siendo eliminado en la segunda fase (tras dar cuenta, casi con facilidad, de la Argentina de Kempes y Maradona) por la Italia de Paolo Rossi, que sería  el campeón venciendo, al fin, a los alemanes. Sin embargo, la memoria siempre rescatará el maravilloso juego desplegado por aquellos artistas verdeamarillos: desde el marcador lateral Junior hasta el puntero Eder, pasando por los mediocampistas Sócrates, Falcao y Zico, verlos jugar era como escuchar a una maravillosa orquesta.

Flaco, alto y desgarbado, con más pinta de vendedor playero de artesanías que de jugador, Sócrates era el estratega del cuadro. Su muerte, ocurrida hoy en Sao Paulo, no puede menos que entristecer a quienes amamos el fútbol.

Para recordarlo con nostalgia,  en sus mejores momentos junto a sus compañeros de aquel "dream team", P & M deja aquí este video.



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