lunes, diciembre 10, 2007

Ahora, Fabiana


La semana próxima dará comienzo en Tierra del Fuego la gestión de gobierno del ARI, encabezada por Fabiana Ríos y Carlos Basanetti, respecto de la cual es posible identificar algunas características particulares.

Será el primer experimento provincial de una concepción que asigna al Estado un rol preponderante, por no decir excluyente. Lo diferencio en este sentido de lo actuado por administraciones anteriores, las cuales -lejos de abrevar en ideología alguna- usaron el poder y el gasto público con el más crudo pragmatismo, oscilando entre el clientelismo y la corrupción pura y dura.

En el caso del elenco entrante, se trata más bien de una convicción aparentemente muy firme, sobre el infalible criterio de los funcionarios estatales no sólo para proveer bienes públicos (ver definición cliqueando aquí) sino para decidir sobre cuestiones tan diversas y complejas como la cantidad, precio y calidad de los bienes que consumirá la población; el destino, el momento y el valor de las inversiones en infraestructura y equipo productivo; los niveles razonables de ingresos (rentas, salarios, alquileres) de personas y empresas; etc.

Posiblemente este sesgo tan marcado tenga relación con las historias personales de los principales exponentes del gobierno que asumirá el 17 de diciembre. En efecto, leyendo en Internet los CV de la futura gobernadora Ríos (ver acá), del legislador provincial Marcelo Raimbault (ver), del diputado nacional Leonardo Gorbacz (buscar acá) y del senador nacional José Martínez (aquí), se comprueba que las respectivas experiencias laborales de cada uno de ellos están restringidas al ámbito estatal o, como en el caso del abogado Raimbault, a lo sumo extendidas al asesoramiento profesional a sindicatos estatales.

También resulta claro que una alta proporción del caudal electoral de la agrupación proviene de los empleados públicos, y que varios de los futuros funcionarios estuvieron vinculados de una manera muy fuerte a los planteos y reclamos de ese sector en los últimos años. El rechazo de varios de sus dirigentes gremiales a la "tregua" planteada por Ríos es entonces un dato relevante.

Otro elemento importante es la posición antagónica que mantiene el ARI fueguino con el gobierno nacional, dato que no deja de ser muy significativo si se tiene en cuenta el rudo criterio con que desde Buenos Aires se vincula al ejercicio del poder con la caja. Por un lado, la ley de presupuesto -convertida por los "superpoderes" en poco más que letra muerta- se combina con la de emergencia económica, conformando una formidable herramienta para disciplinar opositores. Por el otro, el desborde en que incurrió la administración saliente le deja a Ríos un panorama fiscal durísimo, por el que deberá recurrir al auxilio federal.

Y también habrá que considerar ciertos indicios, aún no demasiado evidentes, de interna propia, que en caso de confirmarse harían dudar sobre las posibilidades de articulación entre el ejecutivo provincial y sus legisladores, tanto locales como nacionales.

El panorama, entonces, es incierto. La difícil coyuntura requerirá de las nuevas autoridades una sintonía fina en el diseño de las primeras medidas.

Por ahora, el aullido de los lobos no es audible, pero se sabe que están ahí.

Link: se puede leer un interesante comentario del economista español Juan Carlos Martínez Coll sobre la influencia del Estado en la actividad económica pulsando aquí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, me parece que no es tan así eso de "Será el primer experimento provincial de una concepción que asigna al Estado un rol preponderante, por no decir excluyente". No olvidar a un ex- vicegobernador aún con pretensiones (sin duda infundadas)que profetizó a poco de su asunción: "Nosotros venimos a trabajar para el sector público, que nos votó; si los privados quieren algo que vengan y se pongan..." Dicen que dijo el profeta...