jueves, marzo 11, 2010

La Revolución ya no es lo que era


El gobierno de nuestra Presidente/a es nac & pop, por lo que -al igual que el de su antecesor y consorte-  confronta en forma decidida y valiente con los enemigos del pueblo. Enemigos que, como todos sabemos, son lo suficientemente aviesos y taimados como para -pese a la formidable capacidad del oficialismo- estar en condiciones de conformar una severa amenaza para nuestro bienestar.

El FMI y los tenedores de títulos públicos están entre los más conspicuos de esos canallas. El kirchnerismo supo combatirlos, primero con la quita y el canje de la deuda, luego con el desendeudamiento (mediante un valeroso "pago cash" al mismísimo organismo financiero), más tarde con la pícara manipulación de los índices de actualización de los títulos entregados en canje, una maniobra típica de la picardía criolla que nos distingue ante los ojos del mundo.

El tiempo ha pasado, pero la lucha continúa. El gobierno ha cambiado de táctica, quizá apelando a una de aquellas "jugadas maestras" que los montoneros de antaño elogiaban al gran líder. Ahora, a pagar la deuda se ha dicho.  La Presidente/a avisó que habrá de hacerlo apelando a las reservas del Banco Central,  que está dispuesta a ello por más objeciones que el poder legislativo anteponga, y que ignorará en forma lisa y llana eventuales fallos en contrario de la justicia.

Es comprensible, entonces, que todo el arco revolucionario apoye a esas dos bravas amazonas nacionales que son Cristina Fernández y Mercedes Marcó del Pont. Allí estuvieron, por ejemplo, Luis D´Elía y Milagro Sala, poniendo el cuerpo en una movilización hasta el Congreso.

"Pago de deuda o muerte", es la consigna revolucionaria del momento. Y al que no le guste, que vaya a quejarse a Fidel Castro.

La imagen pertenece a Ámbito Financiero.

1 comentario:

ars dijo...

Todo muy raro, Mike.