miércoles, marzo 04, 2009

La leyenda continúa...


La gestión de Mario Jorge Colazo al frente del Poder Ejecutivo provincial (2004-2006) tuvo varias aristas llamativas. La más notable y que será sin duda la más recordada, fue su insólita decisión de incorporar a la planta de personal de la administración a unos 4.000 a 5.000 beneficiarios de los planes asistenciales vigentes en aquel momento, disparate para el cual -al César lo que es del César- contó con la complicidad por acción u omisión de la mayor parte de la dirigencia política y de la totalidad de los líderes sindicales. Las consecuencias de aquella acción se sienten todavía en las arcas provinciales, y es de suponer que continuarán influyendo por bastante tiempo.

Pero hubo otros aspectos del modo de gobernar -es una manera de decir- de Colazo que también dejaron una impronta profunda.

Uno de ellos fue su costumbre de no dejar pasar ninguna efeméride sin referirse a ella. Ya se tratara del día del peluquero, del aniversario de la muerte de Gardel o del primer izamiento del pabellón nacional, allí estaba el gobernador haciendo una declaración, preparando un acto o, por lo menos, enviando una salutación. En octubre de 2005, por supuesto, recibí en mi oficina una notita con su firma, a raíz del día del seguro...

Que esa y otras características aún más criticables de Colazo no son valoradas en forma negativa por buena parte de mis comprovincianos, lo certifica el hecho de haber sido electo senador poco tiempo después de su destitución por parte de la Legislatura.

Lo que no sabía era que su siembra ya había dado frutos. En efecto, ayer encontré en el buzón de mi casa un sobre conteniendo la esquela que ilustra este post, en la que el concejal Damián De Marco saluda a las féminas de la ciudad por el Día Internacional de la Mujer.

De Marco es un hombre joven, por lo que su actitud demuestra que nuestros reclamos de un recambio dirigencial en el ámbito político no debieran centrarse en la juventud como atributo principal.

Desconozco si De Marco imprimió la salutación usando dinero del erario o plata de su bolsillo, pero estoy seguro que debe haber no menos de diez destinos para ese gasto que serían más utiles para la ciudadanía que él representa que esta soberana estupidez.

Link: Colazo sigue haciéndolo.

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