domingo, septiembre 13, 2009

Cine en cines

Un viaje a Buenos Aires me posibilitó despuntar el vicio del cine visto en cines, algo que para los residentes en Ushuaia (donde hay sólo una sala) suele ser difícil, por lo que debemos recurrir al DVD. Aquí van mis impresiones.

  • El secreto de sus ojos


A esta altura de su trayectoria ("El mismo amor, la misma lluvia", "El hijo de la novia", "Luna de Avellaneda" son sus principales obras) José Luis Campanella es casi una garantía de cine bien hecho, rico en contenido y, además, entretenido, una amalgama no muy frecuente. Me corrijo: no sólo en cine aflora su gran calidad artística, ya que también está presente en la magnífica serie televisiva "Vientos de agua".

"El secreto de sus ojos" es un thriller que se puede abordar desde varios ángulos. La indagación de una intriga policial, que tiene como telón de fondo una historia de amor postergado entre los protagonistas del film, es relatada con admirable precisión, sin baches ni desbordes. El recurso al flashback (el crimen y la investigación original ocurren en 1974, y una nueva investigación comienza veinte años más tarde) es utilizado con maestría, e incluye una impecable reconstrucción de época. Hay alardes de producción llamativos tratándose de cine argentino, como la secuencia en el estadio de Huracán en que Darín y Francella buscan al criminal entre el público asistente a un partido de fútbol.

Los vínculos entre los dos personajes centrales, actuados por Ricardo Darín y Soledad Villamil, no constituyen la única apelación a la cuestión del amor, ya que está también el perenne sentimiento que siente por su mujer (una joven actriz llamada Carla Vázquez) víctima del asesinato, el viudo protagonizado por Pablo Rago. Todas las actuaciones, incluyendo las de Guillermo Francella y la del actor español Javier Godino, así como las del resto del elenco, son muy convincentes.

Cumpliendo la ley del thriller, la trama da un par de giros sorpresivos en sus últimos tramos. El trasfondo de la grave situación política del país (el apogeo del lopezrreguismo durante la presidencia de María Estela Martínez de Perón) aparece sin caer en el panfleto. El final es, en cierto modo, "feliz", pero no hay por qué cuestionar esto: como dice la letra de Serrat, "de vez en cuando la vida toma contigo un café".

  • Anita

Desde que concí su maravillosa "Elsa & Fred" me convertí en admirador del director Marcos Carnevale. Hay que destacar mi fidelidad, ya que hasta ahora era la única película de su autoría que había visto.

"Anita" lo vuelve a acreditar ante mis ojos como un artista de fina sensibilidad. Así como en la obra anterior había logrado que viéramos a la querible octogenaria China Zorrilla como una diva brillante en la Fontana de Trevi, aquí nos entrega sentimiento puro y una actuación sorprendente de Alejandra Manzo en el personaje protagónico, una chica con sindrome de Dawn.

La anécdota gira en torno a las penurias de Anita luego del brutal atentado contra la sede de la AMIA en Buenos Aires, ocurrido en 1994, en el cual fallece su madre (Norma Aleandro). Incapaz de comprender lo que sucede, ella deambula totalmente desprotegida, conectándose con un fotógrafo que se derrumba entre el alcohol y el drama de una pareja destruida (Luis Luque), quien termina abadonándola ante su imposibilidad de contenerla. Tras otros duros avatares, encontrará a una enfermera que vive en un barrio muy humilde (Leonor Manso), que se transformará en su protectora.

Es una película conmovedora, que logra denunciar sin acudir a golpes bajos, y con muy buenas actuaciones.

  • Cocó antes de Chanel



La moda, según los entendidos, tuvo un antes y un después de Cocó Chanel, una diseñadora francesa. Pero parece que hubo también un "antes de Chanel", el período de su vida que transcurrió a partir de una niñez en la que sufrió, junto con su hermana, el abandono de sus padres, hasta que comenzó a hacerse conocer en el mundo de la alta costura.

Aunque la trama se desarrolla con fluidez, las actuaciones son sólidas (está muy bien Audrey Tautou) y hay una buena fotografía, el producto considerado en su conjunto no terminó de convencerme. En líneas generales, no me parece que la directora Anne Fontaine haya logrado reflejar el espíritu innovador del personaje central, si es que ese fue su propósito. Algo falló, en mi humilde opinión.

No hay comentarios.: