jueves, febrero 26, 2009

De Krugman a Colazo


El tembladeral provocado por la crisis financiera mundial da para todo en materia de declaraciones. Estatistas y antiestatistas no se dan por vencidos, cruzando argumentos a favor y en contra de la responsabilidad de los gobiernos por el terremoto, aunque el entusiasmo puesto en juego puede hacer derrapar hasta al más pintado.

Fue el caso del último Premio Nobel, adalid neokeynesiano y casi personnal think-tank de Obama, Paul Krugman, cuando expresó días pasados: "Lo que queremos es un sistema en el que los bancos se hagan cargo tanto de las ganancias como de las pérdidas. Y el camino a ese sistema es la nacionalización". Una gaffe notable, ya que mientras el primer tramo de la sentencia indica que lo deseable es que las entidades financieras asuman sus quebrantos, el segundo propone que lo haga la sociedad en su conjunto, a través del presupuesto del Estado.

La posición de Krugman sobre estos aspectos es conocida, por lo cual el episodio sólo marca el cuidado que hay que tener cuando se evalúan las declaraciones hechas al calor de la polémica, incluso en el más alto plano académico.

Otro caso es el del historiador español Lluis María Puig i Oliver, que en un reportaje publicado por "La Nación" afirma que hay que diferenciar el mercado del capitalismo y suelta esta frase: "El mercado es un instrumento y como tal puede ser utilizado desde la izquierda o desde la derecha". La afirmación de este reconocido estudioso es al menos cuestionable, si se entiende por "izquierda" a las concepciones que promueven el rol coactivo del Estado para imponer decisiones económicas a los individuos, y por mercado -como lo explica Martínez Coll- al conjunto de instituciones que facilitan la adopción de decisiones económicas mediante acuerdos entre individuos que defienden sus intereses particulares con mayor o menor capacidad para influir en las decisiones. Esto, antes de hacer un juicio de valor respecto de uno u otro postulado.

Ya bastante lejos de la academia, los políticos no se privan de meter baza, como dicen los españoles. Entre nosotros, el ex presidente Duhalde, cuya gestión de ocho años como gobernador de la provincia de Buenos Aires exhibe el dudoso distintivo de haber incrementado la pobreza en el conurbano bonaerense y llevado al banco provincial a una situación de quebranto técnico (cosa que fue evitada a costa de los bolsillos de los contribuyentes), apareció en los medios para proclamar la necesidad de "meter la deuda argentina en la quiebra mundial" o algo así. Tratándose además de la misma persona que ungió a Néstor Kirchner como candidato justicialista en 2003, uno se siente impelido a desconfiar de sus recomendaciones.

En Tierra del Fuego no hemos estado exentos de los consejos económicos de políticos con baja reputacion en la materia. En efecto, el ex gobernador Colazo, principal responsable intelectual y material del "megapase" de 2005 (ingreso de más de 4.000 beneficiarios de planes asistenciales a la planta permanente del gobierno) que asestó un golpe demoledor y de gravísimas consecuencias a las finanzas provinciales, ha salido a promulgar una suerte de frente fueguino anti-crisis, aunque sin dar precisiones sobre cómo se constituiría.

Conclusión: la libertad de expresión es un valor que hay que defender a capa y espada, aunque como todas las libertades, además de beneficios tiene sus costos...




3 comentarios:

Anónimo dijo...

Señor Mastroscello: Buen día. Quisiera comentarle que, con respecto a la crisis internacional, me da la sensación de aprehender a la misma desde una óptica que tiende a repetir errores que fueron provocados desde hace más de medio siglo. Cuando se plantea la necesidad de regular aún más el mercado, entiendo que ya de por sí el mercado se encuentra altamente regulado, y que la crisis actual es una derivación de ese intervencionismo. Cuando se advierte que fue la manipulación de la tasa de interés que hizo la Reserva Federal, y que generó la insolvencia de millones de personas que habían asumido hipotecas subprime, con consecuencias de quiebra en los bancos más importantes de los Estados Unidos, los cuales también se habían visto casi obligados a presentar estas hipotecas en función de intereses políticos; me pregunto si es verdaderamente un chiste hablar de una crisis del mercado y del capitalismo, en lugar de plantearla como una crisis del estatismo. El banco central, figura que en los Estados Unidos es denominada Reserva Federal, es una institución puramente socialista, ya propugnada por Karl Marx. En la Argentina la configuración del Banco Central actual se produce en la década del '30, cuando gobiernan militares propensos a la adopción de las ideas del fascismo, en consonancia con el contexto mundial en el cual las dos únicas democracias liberales tradicionales que se mantenían incólumes eran las de Estados Unidos y Gran Bretaña. Luego Alemania, Italia, España, Portugal, entre otros, habían caído en los conocidos totalitarismos del siglo XX. Entonces, para resumir, quisiera consultarle si no es una especie de masoquismo plasmado en una negación de la historia del siglo XX plantear como soluciones alternativas que ya fueron harto probadas, y que son las que en mayor o menor medida derivaron en la crisis que en la Argentina se dio en reiteradas ocasiones y en el mundo en forma generalizada en el último año. Un cordial saludo. Mario Casabona Guerra.

Mastrocuervo dijo...

Estimado Mario:

El papel de la Fed en la generación de esta crisis, que Ud. bien señala, no es siquiera mencionado por el "progresismo" vigente.

Pero, además, las predicciones apocalípticas y simplistas sobre un "fin de la historia" que sería algo así como el inverso del proclamado por Fukuyama, se basan en dramatizar las sucesivas crisis capitalistas, las cuales justificarían la reimplantación del socialismo, devenido una vez más en panacea. Olvidando, por ejemplo, que el socialismo padeció sólo una prolongadísima crisis, a cuyo término desapareció...

En la Argentina, por caso, el gobierno está a punto de intervenir en el sistema de comercialización de granos, el cual quedaría en manos de un ente estatal. Cuando ello se concrete, los voceros oficiales y oficiosos nos dirán que "esta vez sí va a funcionar". No estoy seguro si eso es masoquismo o necedad...

Saludos.

Anónimo dijo...

Estimado Sr. Mastroscello: en primer término, agradezco la respuesta que me brinda. No sé realmente qué es lo que debería pensar, puesto que esta crisis del capitalismo, como se dice en algunos blogs liberales, no se sabe cómo será interpretada prioritariamente en el futuro. Pasa con la crisis del '30. Economistas liberales sostienen que el New Deal de Roosevelt, a contramano de las opiniones mayoritarias e incluso del contenido curricular de materias universitarias de carreras como Ciencia Política, no resolvió la crisis de ese año sino que la profundizó. La única vía que permitió a los Estados Unidos salir de esa crisis fue la entrada en la Segunda Guerra Mundial, luego del ataque a Pearl Harbour por parte de Japón. Empero, para el común de las opiniones que florecen en este período cuales plantas en la primavera, Roosevelt es algo así como el "padre" del resurgimiento norteamericano luego de esa recesión. Una situación que preocupa a algunos intelectuales ahora, es la posibilidad de que la crisis que viven los países desarrollados y que se expande por el resto del mundo, pase a ser entendida como una crisis del liberalismo (¿?), una crisis del capitalismo o una crisis del mercado. Para estos autores la crisis del estatismo no es así vista, y Obama, por dar un ejemplo, es concebido como el gran salvador del mundo de las garras de las entidades financieras. Pero cuando se ve que por un lado Bush (h.) propone un salvataje a los bancos, y por el otro Obama plantea el rescate a las automotrices, y para peor ambos tienen éxito en sus pretensiones, uno se pregunta si son tan diferentes ambos gobernantes. Estos temas no veo que sean abordados por funcionarios técnicos o por intelectuales que se dicen pensadores críticos de la realidad. Con respecto a si la estatización del comercio de granos es una señal de masoquismo o de necedad, me hace recordar una chanza que dice que el hombre es el único ser de la tierra que tropieza dos veces con la misma piedra, y que el argentino es el único que puede hacerlo indefinidamente. Se supone que la lectura de la historia permite evitar los errores que llevaron a ciertos fracasos, de los cuales puede hacerse en este país un catálogo. Lo curioso es que a nivel internacional sucede algo parecido. Ante la crisis que ya se instaló, muchos gobiernos proponen mayor proteccionismo, más restricciones comerciales y por ende menos libre comercio, menores posibilidades para los inmigrantes, más intervencionismo, más regulaciones a nivel mundial a través de la reformulación de los organismos financieros internacionales, más nacionalismo. Esto fue precisamente lo que ocurrió en los años '20, en el período conocido como "de entreguerras", que precedió a una de las etapas más oscuras que se haya conocido, la de los totalitarismos del siglo XX con el fascismo, el comunismo, el nazismo, el franquismo, y el comienzo y desarrollo de las dictaduras latinoamericanas. Un cordial saludo. Mario Casabona Guerra.