miércoles, febrero 04, 2009

Tarde piaste


Anoche veía en televisión al periodista Nelson Castro, entrevistado por su colega Ernesto Tenembaum.

Castro es uno de los profesionales más respetados en el medio, tras haber construido una imagen de seriedad y objetividad que no registra objeciones.

Otra tema es el de su perspicacia.

Él mismo reconocía ayer que el Kirchner "de la primera etapa" le parecía muy "eficaz", pero que ha advertido que eso "era una pantalla".

Hay que admitir que la pantalla ahora descubierta por Nelson Castro (ahora, digo, cuando se quedó sin trabajo, despedido por una radio adquirida por una empresa filokirchnerista) era bastante amplia, porque le impidió al periodista recordar en el momento oportuno el pasado menemista de Kirchner, y/o las particularidades de su gestión como gobernador de Santa Cruz. Particularidades que incluían lindezas bastante conocidas, tales como la manipulación de la Suprema Corte provincial, la transferencia y el manejo como mínimo poco transparente de fondos públicos a bancos del exterior y el acoso a medios periodísticos no muy complacientes con su gestión.

Ahora, el bueno de Nelson parece arrepentirse de su escasa perspicacia pasada. "Lamentable", titularía tal vez el finado Julio Ramos en Ámbito...

2 comentarios:

Urboterra dijo...

Viejo, qué bien. Vos también sos un escritor que obliga a pensar, a ver las cosas de otra manera.
Yo a esto le doy mucha vuelta: hay gente que habla de épocas malas de la política cómo si hubieran tenido diez años cuando ocurría... y en realidad ya era unos señores grandes, que trabajaban, decidían y negociaban.
Saludos,
E.

Mastrocuervo dijo...

Querido muchachín, creo que has captado lo que yo quería decir con el post: este señor, cuando el Néstor hacía sus tropelías en Sta. Cruz y coqueteaba con el Carlos Saúil, era un hombre grande. Ahora se avivó? Andá, Nelson...