miércoles, agosto 12, 2009

Pasión de multitudes


Es el tema mediático del momento en la Argentina, postergando al tarifazo y a las habituales evidencias de la creciente inseguridad. La transmisión televisiva del fútbol va a cambiar de manos, y el gobierno está metido en medio del embrollo.

Es una de esas típicas situaciones en las que uno siente que no puede tomar partido por ninguno de los involucrados. El negocio televisivo del fútbol nació bajo la sospecha, allá por 1991, cuando Julio Grondona -presidente vitalicio de la AFA- y Carlos Ávila, por entonces dueño de la señal TyC, firmaron un contrato de exclusividad y nada menos que por veinticuatro años. Pese a las críticas, la cosa continuó a través del tiempo. TyC pasó a manos del poderoso Grupo Clarín y el contrato sufrió revisiones periódicas; la última fue hace un par de años, cuando Grondona calificó como excelente al mismo convenio que hoy va a desconocer por inconveniente, según él, para los intereses de los clubes.

Unos clubes, dicho sea de paso, manejados por una dirigencia impresentable, sospechada también por las turbias negociaciones en materia de pases y contratos de jugadores, cuya mezcla de incompetencia y satrapía pone cíclicamente a las instituciones al borde del colapso. No obstante lo cual, siempre han contado con la complicidad del poder: hace pocos años, nada menos que la ley de quiebras fue modificada para evitar la desaparición de Racing.

Ahora tercia el gobierno, primero a través de la AFIP (que tiene bajo su mira a varios dirigentes) y luego, según todos los indicios, mediante el accionar de Néstor Kirchner, a quien el asunto parece caerle como anillo al dedo para ejecutar una venganza contra el Grupo Clarín. Entre tanto, muchos periodistas se rasgan las vestiduras, tras descubrir quizá algo tardíamente los pecadillos de "Don Julio", como antes lo llamaban con afecto casi de hijos pródigos.

Hay, por supuesto, amenazas cruzadas de juicios multimillonarios, y la posibilidad hasta ahora no confirmada, de que el gobierno ponga algo así como 150 millones de dólares por año. Tambien priman muchas dudas sobre cómo se materializará el nuevo esquema, dadas las carencias en infraestructura de los canales oficiales, el abierto Canal 7 y la señal Encuentros. No los veo a Enrique Vázquez o Juan P. Feinmann relatando las andanzas de Riquelme & Cía.

Entre tanto, uno no puede menos que imaginar que anoche, en la reunión que los dirigentes de los clubes mantuvieron en la AFA, el capo di tutti cappi haya dicho en cierto momento: "Que parezca un achidente"

1 comentario:

ars dijo...

Mike: más allá que no me desvelan los avatares de TSC (ex TyC), lease Grupo Clarín, y la AFA (no), me parece vergonzosa la "intervención" del Gobierno. Así lo hice saber en mi blogcito, sinceramente enojado.