lunes, agosto 10, 2009

Tarde piaste, V


El tono de su queja ni siquiera trasunta indignación. Más bien, parece decepcionado, como si quisiera decir: "Cómo me hacen esto a mí, muchachos".

Es un pionero del transfuguismo político. Supo ser funcionario presidencial de Menem, luego lo fue del enemigo de éste, Duhalde, en la gobernación bonaerense y, tras acompañar a Cavallo (enemigo de los dos precitados) en una lista electoral, recaló como jefe de gabinete de Kirchner, enemigo de tutti cuanti. Continuó en ese cargo con Cristina, hasta que los vientos dejaron de hinchar su velamen y volvió al llano.

Hoy avisa que el gobierno lo espía interviniendo su teléfono y su correo electrónico. Dice que le molesta, que lo lamenta. Agrega, cuando un periodista le advierte que estas cosas ya ocurrían en épocas en que él formaba parte del actual oficialismo, que eso no le consta. Se revindica como un hombre "del proyecto".

Me temo que es, como diría el Negro Dolina, demasiado tarde para lágrimas. No obstante, y como en toda crisis hay una oportunidad, quizá Alberto F. podría dar un cauce a sus dotes de organizador, apuntando a la fundación del "Club de los Desilusionados K". Me parece que ya hay una "masa crítica" para eso.

Links:
Tarde piaste
Tarde piaste II
Tarde piaste III
Tarde piaste IV

La imagen es de Crítica digital.

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