lunes, abril 27, 2009

¿Gualeguaychú fue? (o sinrazones para morir en una Custom 150)


La noticia da cuenta de la muerte de un motociclista el pasado domingo en la ruta 136, en cercanías de Gualeguaychú. El dato geográfico no es menor: el hombre, de 33 años, se estrelló contra un acoplado que bloqueaba la carretera en apoyo de la protesta que los lugareños -movilizados en una suerte de asamblea permanente- llevan adelante contra la instalación en la margen opuesta del río Uruguay de una planta de pasta de celulosa.

Llaman la atención algunas reacciones. Por ejemplo, que ninguna autoridad se comunicara cuanto antes con los familiares de la víctima, y que tampoco lo hicieran los miembros de la asamblea. Antes bien, uno de sus dirigentes (Juan Ferrari) se preocupó sólo por la repercusión política del asunto, apresurándose a deslindar responsabilidades: "Si hay un culpable, dijo, es el Estado ausente ante el reclamo de la gente. El corte es por causa de que el Estado ignora el problema". Curiosa (alguien podría usar otra palabra: canallesca, por ejemplo) manera de desmarcarse de la muerte de una persona, proviniendo de una agrupación que dice que su única motivación es la defensa de la vida.

Ahora falta que se corran del centro del escenario los políticos que -como Alfredo de Angeli, Jorge Busti y Vilma Ripoll- anduvieron pavoneándose por allí unas pocas horas más tarde. Todos ellos, según parece, más dispuestos a abogar por un tal vez impersonal "futuro de nuestros hijos" que por los muy concretos tres hijos de la víctima que se quedaron sin padre en la madrugada de este domingo.

Otra parte llamativa del reporte periodístico es la afirmación de que la moto se desplazaba a alta velocidad. No se trataba, recordemos, de una poderosa Kawasaki de 2000 c.c. sino de una muy modesta Motomel Custom 150, un vehículo de baja cilindrada que, en su mejor prestación, podría circular como máximo a unos 90 ó 95 km/h. ¿Es eso alta velocidad? ¿O será un dato deslizado con la intención de culpabilizar a la víctima en forma, digamos, subliminal?

En materia de asignar culpabilidades, y en caso que lo del "Estado ausente" no funcione, el Sr. Ferrari aún podría remontarse al Siglo de Oro español y argumentar, como en una célebre obra del Fénix de los Ingenios, que "Gualeguaychú fue".

(Nota: este post inaugura una nueva Categoría en P & M: País de locos)

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