lunes, agosto 03, 2009

Justicia adicta II


Mientras el proceso para cubrir una vacante en el Superior Tribunal de Justicia fueguino amenaza convertirse en una saga plagada de aclaraciones que oscurecen y desmentidas que confirman, el periodista Gabriel Ramonet ha publicado una nota que lo reivindica, al menos para P & M, que lo mencionó en vinculación con su libro "Justicia adicta" en un post reciente.

En el artículo, publicado en El Diario del Fin del Mundo, Ramonet plantea con claridad y, lo que me parece más importante, con honestidad intelectual, sus fuertes desacuerdos con la forma en que el ministro Aramburu se ha desempeñado en el caso.

Ramonet recuerda, de paso, los vicios del sistema de selección, más allá de este episodio, cuya modificación no ha sido impulsada por el gobierno pese a que sus miembros, como él mismo lo refiere, habían adherido a esas críticas tras la publicación de su obra.

Sin embargo, en su análisis deja fuera de la crítica a la actitud de la gobernadora, quien hasta el momento -por acción u omisión- aparece avalando el cuestionable comportamiento de su funcionario. Nada dice, tampoco, acerca de los malabares dialécticos del legislador (y virtual vicegobernador) Raimbault para justificar lo que dijo o dejó de decir el ministro, ni se pregunta si es posible creer que las máximas autoridades del gobierno podían desconocer las aristas más notables de un asunto tan importante como el de marras.

Link:

"El hermano de mi socia", nota de Gabriel Ramonet en El Diario del Fin del Mundo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sr. Mastroscello: le agradezco su comentario y la honestidad intelectual de firmarlo, sobre todo en una provincia mal acostumbrada al anonimato y la cobardía.
Respecto de su post anterior sobre el tema, solo cumplo en aclarar que desde Botella al Mar nunca me proclamé un periodista "independiente". Por un lado descreo de esa calificación, hija de otro calificativo absurdo para la profesión como lo es "objetivo". No existe periodismo independiente ni objetivo, porque cualquier ser humano tiene posturas formadas respecto de los temas que trata, y ello le elimina de inmediato su pretendida neutralidad.
Usted recordará quizá que dos separadores de Botella al Mar decían "periodismo sin etiquetas" y "periodismo a secas" que es lo que realmente pensamos del asunto.
No me siento cómodo hablando de mi propia ética. Pero me veo obligado a subrayar, como usted mismo reconoce, que para cumplir durante un año el cargo de Secretario de Comunicación, dejé de hacer el programa, cerré la radio y el portal, y me desvinculé de los medios nacionales para los cuales trabajaba.
Como escribí en el diario, si los hechos así lo ameritan, habrá Justicia adicta II sean quienes sean los protagonistas. Trato de defender ideas y no personas. Así me va.
Le mando un abrazo y lo felicito por su libro donde, además, ha tenido la gentileza de citar el mio. Gabriel Ramonet

Mastrocuervo dijo...

Gracias por sus comentarios, Gabriel.

Desconocía esos detalles de su actualidad laboral, que confirman mi opinión sobre su actitud. Es una virtud muy poco común en estos tiempos, que suele tener costos y merece respeto.

Le retribuyo el abrazo. Miguel.