viernes, julio 24, 2009

Justicia adicta


Con este título el periodista Gabriel Ramonet publicó en 2007 una "breve historia del poder judicial de Tierra del Fuego" desde su creación en 1994. Según lo explicó su autor, el ensayo procura "dejar un registro de una época oscura de la provincia", enfocando las relaciones no siempre claras que hubo en ese período (que abarcó las administraciones de Estabillo, Manfredotti, Colazo y Cóccaro) entre las más altas autoridades judiciales y los miembros del poder ejecutivo local. El libro está prologado por el conocido constitucionalista Daniel Sabsay, así como por dos colegas del autor, Silvio Bocchicchio y Wilder Urbina, que lo acompañaban en el programa radial "Botella al mar".

Unos meses más adelante, Fabiana Ríos accedió al gobierno y tanto Ramonet como Bocchicchio pasaron a cubrir cargos en su elenco político, anunciando que abandonaban la actividad periodística para asumir un compromiso militante. Ramonet se fue del gobierno hace unos meses.

El asunto viene a cuento a raíz del proceso para cubrir una vacante en el Superior Tribunal de Justicia, que ha culminado con la designación del Dr. Javier Muchnik. El aspecto conflictivo deviene de un hecho que no puede dejar de llamar la atención: el Dr. Muchnik es socio en un estudio jurídico de Río Grande de la hermana del ministro de gobierno de Ríos, Guillermo Aramburu, a la vez integrante del Consejo de la Magistratura. Esta semana, un funcionario anunció que no se iba a realizar la audiencia pública prevista en la normativa, aunque luego se decidió dar marcha atrás, aparentemente en el marco de una disputa entre dos alas del gobierno.

Más allá de los detalles, el episodio demuestra la inconsistencia de un mito muy difundido: que la falta de transparencia, la baja calidad institucional y hasta la corrupción son "de derecha".

Pero hay que tratar de ver el lado positivo de las cosas: quizá con esto Ramonet pueda reunir material para, en una próxima edición de su obra, agregarle un capítulo y sacar nuevas conclusiones.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Se puede "dejar de ser lo que se es", es decir, en este caso -Ramonet y Boscchichio- periodistas, por el hecho de "asumir una responsabilidad militante"? Suena por lo menos extraño. O no se sentían realmente periodistas, o para ellos el periodismo es un trabajo que se toma y se deja como cualquier oportunidad laboral que ayuda a "ir zafando".
Paulina

ars dijo...

En lo que a mí respecta, espero el "próximo capítulo" del Sr. Ramonet. Se me ocurre que nunca lo conoceremos. O no, nunca se sabe, toda vez que la capacidad del ser humano para transvertirse es inacaba, descomunal y, a todas luces perniciosa.

Mastrocuervo dijo...

@ Paulina: creo que ellos son de los que consideran al periodismo como un "acto de militancia". Sin embargo, cuando lo ejercían, se proclamaban "independientes": en ese punto radica su inconsistencia ética.

@ ars: yo tampoco creo que haya un nuevo capítulo. Veremos si hay o no autocrítica.

Etica y autocrítica, conceptos fáciles de reclamar cuando se habla de terceros, ¿no?

Mastrocuervo dijo...

Otro sí, digo: salvando las distancias, el de "periodismo militante" es un criterio similar al de "economista militante" que aplica Itzcovich en el Indec.