miércoles, diciembre 30, 2009

Ushuaia y el matrimonio gay


Tierra del Fuego ha ocupado las primeras planas de los medios nacionales de comunicación, a raíz del matrimonio civil entre dos personas homosexuales, que se llevó a cabo en un registro de Ushuaia tras una autorización decretada por la gobernadora Fabiana Ríos.

A nadie puede escapar que se trata de un tema muy polémico, con numerosas aristas de diferentes índoles, entre ellas las jurídicas y las filosóficas. Lo bastante complejo, además, como para que sea abordado con liviandad y, mucho menos, pretender agotarlo desde el comentario de un blog. Hecha esta salvedad, me quiero referir aquí a algunas opiniones que se han publicado en estos días.

Una de ellas es la del obispo de la diócesis católica que abarca a la provincia, monseñor Juan Carlos Romanin, quien en su crítica ha incluido algunos argumentos llamativos. Dijo el eclesiástico que hay que pensar en las generaciones venideras, señalando que "los niños crecerán pensando que esta conducta homosexual es natural".

Según el diccionario, "natural" tiene varias acepciones. Entre las que parecen apropiadas para este episodio, están:

  • Regular y que comúnmente sucede, y, por eso, fácilmente creíble. En este caso, no cabría duda acerca de que se trata de algo natural, puesto que la unión entre homosexuales es algo que suele suceder, nos guste o no.
  • Que se produce por solas las fuerzas de la naturaleza, como contrapuesto a sobrenatural y milagroso. Que se sepa, nada haría sospechar aquí de la intervención de fuerzas sobrenaturales.
  • Genio, índole, temperamento, complexión o inclinación propia de cada uno. Pareciera que Alex Freyre y José María Di Bello responden, al actuar de tal modo, a inclinaciones propias de cada uno de ellos, a sus respectivos temperamentos e índoles.
De modo que difícilmente uno podría aceptar el argumento de "antinatural" lanzado contra la conducta homosexual de los protagonistas. Por el contrario, no se comprende qué tendría de escandaloso que se la considere como algo natural.

Sin embargo, más adelante el obispo advierte que apoyar los matrimonios gay "resulta un acto inmoral grave". Aunque tomó la precaución de avisar que su mensaje era para los católicos, los que no profesan esa religión también pueden sentirse involucrados, del mismo modo que si Monseñor hubiera dicho: "Recuerdo a los católicos que el fumar es pernicioso para la salud".

Entonces, mirando el tema desde ese enfoque, cabe preguntarse bajo qué prisma puede considerarse inmoral que esas dos personas pretendan vivir juntas y acceder además a ciertos derechos. Estarán aquellos a los que el asunto les desagrade, habrá otros que lo apoyen y existirán también los indiferentes. Algunos, por supuesto, lo considerarán discutible en el campo del derecho civil o en el religioso. Pero restringiendo el análisis al aspecto, digamos, ético, habría que admitir que se trata de dos individuos adultos que han elegido libremente vivir juntos. Algo bien distinto, por citar otro caso, a relaciones como las que involucraron a Edgardo Storni cuando era arzobispo de Santa Fé con un seminarista menor de edad, y que determinaron su condena por parte de la Justicia.

Otros comentarios se refieren al supuesto atentado a la institución familiar que estas uniones representarían, como si consagrarlas impidiera o desalentara a los heterosexuales a casarse entre sí o a procrear, algo que suena cuando menos disparatado. En el mismo sentido, se advierte sobre el daño que sufrirían los chicos eventualmente adoptados por parejas homosexuales, una cuestión que sin duda abre otro debate muy intenso; pero, en principio, uno no puede dejar de pensar en las numerosas situaciones en las que padres heterosexuales han maltratado física y psicológicamente (abusos sexuales incluidos) a sus hijos.
Josef Fritzl, "el monstruo de Amstetten", que violó durante nada menos que 24 años a su hija Elizabeth, con la que engendró siete niños, es un heterosexual que tuvo otros siete hijos con su pareja, una mujer llamada Rosemarie. Sin embargo, ante semejante barbaridad a nadie se le ocurrió condenar los matrimonios entre personas de distinto sexo.

Por último, otro aspecto, aunque no de fondo, es el que se relaciona con la rapidísima concreción -como si se hubiera adoptado una vía sumaria- del matrimonio en un registro civil de Ushuaia. Sabido es que este organismo, como tantos otros de la administración local, no es un dechado de virtudes en materia de velocidad para el diligenciamiento de los trámites que allí deben efectuarse, por lo que el singular ímpetu administrativo dispensado a Freyre y Di Bello contrasta de modo grosero con la morosa normalidad a que deben atenerse los ciudadanos comunes. Como lo señala hoy un editorial de El Diario del Fin del Mundo, se trata de un privilegio que la gobernadora ha dispensado a estas personas, demostrando que cuando quieren, los políticos logran movilizar el aparato estatal que en otras circunstancias ellos mismo denuestan por burocrático y pesado.

El asunto no ha terminado aquí, de modo que se puede pronosticar un debate intenso y apasionado.

(La imagen pertenece a La Nación)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos dias y feliz año 2010, acá lo que se critica y juzga y decididamente está MAL, y una gobernadora debiera saberlo, es ir contra las leyes, sobre todo en un tema tan sensible y controvertido, por lo tanto la gobernadora lo que tendria que haber hecho es lo mismo que hizo con claudia castro, apoyar las presentaciones realizadas a la justicia y de esa manera dejar plasmada su postura en referencia a este tema puntual, pero de ninguna manera puede (porque es gobernadora y no reina) autorizar el casamiento por decreto, eso es una paparruchada, digna de una soberbia y que le puede traer consecuencias caras. No me explico como los abogados que la asesoran no le digeron que no se puede hacer y que se está metiendo en lios...o tal vez le hayan dicho y no hizo caso? en fin... asi estan las cosas y veremos como sigue.
Espero que comiencen bien el año y no justifiquen esto que INJUSTIFICABLE, mas alla de que esten de acuerdo con el casamiento de los gays, esto es como justificar la represion por parte del estado, es condenable porque viene del estado justamente. Para redondear, la gobernadora no tiene facultades para casar a nadie, ni para ir contra las leyes, y si queremos que perdure la democracia, estas actitudes no ayudan, al contrario, pido la democracia cuando el poder lo tiene otro, pero cuando me toca a mi, el poder es mio, mio, mio, "a como sea" NO ES ASI.!

Mastrocuervo dijo...

@ Anónimo:

Gracias por sus augurios para este año.

Mis puntos son dos: que la cuestión de la unión entre homosexuales no es algo "antinatural", y que no me parece que ofenda la moral. Agrego aquí que esto último lo digo desde mi agnosticismo.

De los aspectos jurídicos no me siento capacitado para opinar con fundamento. Por lo que he visto hay especialistas que opinan tanto en un sentido como en otro (como se suele decir: "hay media biblioteca a favor y media, en contra)". Pero me parece atinada su idea: la gobernadora, si estaba a favor del planteo, debería haber apoyado una presentación judicial.

Creo que no lo hizo así porque apuntó ante todo a la repercusión del asunto (por eso es que ahora sus funcionarios salen a destacar el apoyo que la medida tuvo en sectores "progres") y, también, a hacer buena letra con el gobierno K, que es el que le permite seguir pagando la nómina...

Aclarado esto, me parece un exceso la analogía con quienes pretenden justificar las injustificables acciones de las dictaduras (supongo que Ud. se refiere a ello, diferenciando -como yo- a la represión del delito que debe llevar a cabo el Estado).

Y sí, el debate no está agotado.

Saludos.

Anónimo dijo...

Si, mi referencia es hacia las acciones represivas desde el Estado.
Me parece que la gobernadora se equivoca y ud. entra en la equivocación tambien, al plantear la cuestión como lo está haciendo, ya que lo que está mal, y para mi es ABSOLUTAMENTE CUESTIONABLE, y hasta miedo me provoca, es el pensamiento, en primer lugar y luego la acción, de decidir por DECRETO que los gays estos pueden casarse.¿ se entiende que parte me irrita? el debate sobre si está bien o no, no está planteado en este momento, ni en este marco. Lo grave es la determinación de la gobernadora de hacer caso omiso a las leyes y por ello, trasgredir la norma, es GRAVISIMO, y esa actitud no dista de la actitud patoteril, soberbia y lamentable que tanto molesta y viene y ha venido de personajes siniestros argentinos. Ademas: a ud. le parece que la presidente no podría haber hecho lo mismo? y porque no lo hizo? le dejo la inquietud, hasta luego.
Ah, si quiere en otro momento debatimos el tema del casamiento de los gays, si está bien o no, si es natural o antinatural ;).
Marcela.

Mastrocuervo dijo...

@ Marcela (ex Anónimo):

Tal cual le decía en mi respuesta anterior, lo de la gobernadora me parece que estuvo mal.

Y es llamativo, como Ud. bien señala, que no haya actuado de la misma forma la presidenta de un gobierno que no se ha destacado precisamente por su respeto a las instituciones en general y al sistema jurídico en particular(recordemos, sin ir muy lejos, al impresentable Aníbal F. "interpretando" a la Justicia).

De modo que no sólo creo que la entiendo, sino que en ese aspecto comparto su opinión. Ahora vendrán, parece, presentaciones judiciales en su contra, así que será interesante ver qué hace la justicia.

Está bueno debatir contrastando argumentos. Y la verdad es que asuntos como este dan mucha tela para cortar.

Saludos.

Anónimo dijo...

Así es, y confíe en la justicia.
Buenas noches.
marcela.

Mastrocuervo dijo...

Confiar o no confiar en la justicia, that´s the question...
:-)
Saludos.